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» Diario Cordoba
Fecha: 21/03/2025 20:48
Cualquiera que haya pasado por el centro de Córdoba en los últimos días habrá visto pilas de cartones húmedos, mantas y algún que otro colchón mojado en los lugares en los que habitualmente duermen personas sin hogar. Bulevar Gran Capitán, Ronda de Tejares y calles aledañas son los enclaves más poblados, a los que se suman otros más alejados como la parte baja del puente de las Setas, la rotonda de Ibn Zaydun o bajos del Vial Norte. Las unidades móviles de Cruz Roja y Cáritas, que se coordinan para atender por las noches sus necesidades más urgentes en horario nocturno (durante el día, hay otra unidad móvil del Ayuntamiento de Córdoba), coinciden en que estos días de lluvia están atendiendo entre 50 y 70 personas que duermen a la intemperie. Más jóvenes y mujeres Los jueves por la noche sale a la calle de la unidad de Cruz Roja, cuya responsable, Emilia Valera, ha explicado que el número de personas a las que atienden oscila aunque siempre hay un mínimo fijo de unas 50 personas. «Las plazas de ola de frío se han ampliado, pero si una noche no llueve encontramos más usuarios en los puntos de encuentro», comenta, «la mayoría son hombres de edad media alta aunque cada vez vemos más jóvenes y más mujeres», asegura. Los voluntarios que patrullan la ciudad les entregan un kit de alimentación y una vez al mes un kit de higiene, así como, esporádicamente, sacos de dormir. También les ofrecen información sobre recursos y una mano amiga. Muchas de esas personas se niegan a acudir a los albergues, ya sea porque tienen problemas de salud mental o adicciones o porque de un modo u otro no están preparados para convivir con otras personas. Sin embargo, también hay quienes se ven obligados a refugiarse donde pueden porque hay noches en las que las plazas habilitadas se quedan cortas, según sus testimonios. El Ayuntamiento de Córdoba, por su parte, asegura que la afluencia no ha despuntado y que de las 20 plazas extra que se ofrecen en el dispositivo especial, ampliado hasta final de mes por el mal tiempo, la media de ocupación en estos días es de 17. Este servicio de baja exigencia les permite descansar, cenar, ducharse y dormir en una cama por la noche. Atencíón a personas sin hogar, en la noche de este jueves, bajo la lluvia. / A.J. GONZÁLEZ Sin plazas en la casa de acogida de Cáritas En la casa de acogida Madre del Redentor de Cáritas, que se encuentra muy próxima a la municipal, no hay plazas libres de ola de frío, según el responsable, Fernando Serrano. «La lluvia es lo peor cuando duermes en la calle porque terminas empapado y secar la ropa en esas circunstancias es muy difícil», comenta, «eso además les expone a más problemas de salud que en circunstancias normales». La unidad móvil de Cáritas no tiene puntos de encuentro a los que se tengan que desplazar las personas. Son los voluntarios los que se mueven con la furgoneta en busca de las personas sin hogar para atenderlas de forma personalizada donde suelen estar. «No siempre es fácil verlos y menos en estas circunstancias porque buscan refugios más escondidos para estar más resguardados del frío y de la lluvia», afirma Fernando. «Nuestra casa de acogida está completa porque concertamos las camas durante el día para evitar que tengan que hacer cola por la noche en la puerta y luego se queden en la calle», comenta, «si alguien no va a venir por lo que sea contactamos con otra persona que cubra su puesto y siempre está lleno». La unidad de Cáritas ofrece una bolsa de picnic con algo caliente y ropa de abrigo, calcetines y muda de ropa para cambiarse, así como sacos de dormir o mantas en función de la disponibilidad. «Pero lo más importante es el acompañamiento y cariño que se les ofrece, así como la orientación a los recursos a los que pueden acudir», indica. Según su experiencia, en la calle suele haber más hombres que mujeres, «pero las mujeres que hay suelen estar en situaciones más complicadas y son más vulnerables». En cuanto a nacionalidad, «diría que la mitad son españoles y el resto extranjeros, sobre todo marroquíes, rumanos y personas centroafricanas». Tanto Cruz Roja como Cáritas agradecen donativos y ayuda en especie dirigidas a atender a las personas que están en la calle (sacos de dormir, mantas, camisetas térmicas, calcetines o ropa interior). Suscríbete para seguir leyendo
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