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» Diario Cordoba
Fecha: 21/03/2025 20:33
Moncloa se resiste a dar por perdidos los Presupuestos de 2025, pese a la falta de negociaciones y el rechazo que ya ha anticipado desde ERC, pero lleva semanas esforzándose en trasmitir el mensaje de que no son imprescindibles para seguir gobernando. Después de eludirse el compromiso de presentarlos si antes no se tienen garantías de superar una enmienda a la totalidad, en el Ejecutivo rebajan la importancia de no aprobar la ley más importante para un Gobierno y principal herramienta para apuntalar la legislatura. “No nos quita el sueño”, aseguran en el Gobierno para aferrarse a que son prescindibles gracias al crecimiento del PIB y a los fondos europeos. Pedro Sánchez reconoció anoche desde Bruselas, en su comparecencia tras el Consejo Europeo, que si no tiene apoyos, "se prorrogan, sin ninguna duda", rebajando el efecto de no tener presupuestos por la buena marcha de la economía. "No renunciamos", arrancó, para añadir luego que, "en todo caso, con los presupuestos que tenemos, de una coalición progresista, lideramos el crecimiento de las principales economías avanzadas y creando empleo". "Lo que ahora necesitamos es estabilidad", concluyó, desligando este concepto de la aprobación de unas cuentas públicas. En Hacienda niegan que estén ya mirando ya a las cuentas públicas del próximo año, pues consideran que tienen una “ventana” hasta abril o, incluso, mayo. Para ello ponen como ejemplo las últimas cuentas públicas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, casi a mitad de año. Si bien, reconocen que otros socios, como ERC, prefieren enfocarse ya a los de 2026. A lo que se agarran es que estas posiciones pueden deberse a marcar más fuerza en su posición negociadora. Asimismo, sostienen que tras encarrilar dos acuerdos con Junts, tras retirar su propuesta para una moción de confianza, como son la delegación de competencias en inmigración y el reparto de menores migrantes, “se alumbra una mejor relación tras el parón de la Navidad” en las conversaciones. Otras fuentes del Ejecutivo reconocen que no son "ingenuos" respecto a sus posibilidades, para asumir que los Presupuestos son cada vez más “complicados” y que no acaban de encajar las piezas del “puzle” con sus socios parlamentarios. Si bien, insisten en que existe cierto margen temporal antes de tirar definitivamente la toalla porque “todavía no se han cerrado todas las puertas”. Desde el Gobierno vinculan también la presentación de la senda de estabilidad, el primer paso imprescindible para elaborar los Presupuestos, a tener garantías de que las cuentas públicas saldrán adelante. Por el momento, según señalan fuentes directas de las negociaciones, no hay avances porque consideran que “hacen un planteamiento inasumible” desde Junts. “No hay acuerdo” constatan, con una rotundidad que choca con su voluntad inicial de mostrarse dispuestos a ceder ante las reivindicaciones de Junts para asumir un “esfuerzo” y modificar así los objetivos de déficit dando más margen fiscal a las comunidades autónomas. Sin Presupuestos de 2025, nada indica que puedan acercarse posiciones para encauzar los del próximo año. El Gobierno confiaba en los de este año por considerar que sería más fácil aprobarlos acogiéndose a la ventana de oportunidad de negociarlos en el único año sin elecciones en el horizonte. Alberto Núñez Feijóo aprovechó su viaje a Bruselas este jueves para denunciar desde allí que “España, la cuarta economía del euro, no puede dar este espectáculo de falta de presupuesto, de falta de unidad del gobierno y de falta de apoyo parlamentario”. Una situación ante la que conminó a Sánchez a convocar elecciones. "Lo que no puede ocurrir es que en España no tengamos presupuesto en esta legislatura y estemos con las cuentas de una legislatura que está extinguida, que no existe", concluyó. Sánchez ya excluyó la aprobación de los Presupuestos de su lista de cinco principales retos para el actual periodo de sesiones en la última reunión interparlamentaria que presidió junto a diputados, senadores y europarlamentarios. El tiempo juega en contra, y teniendo en cuenta los tiempos para la tramitación, se acerca la fecha con la que se superaría la barrera de aprobar unas cuentas para menos de medio año. Cordón de seguridad Más allá de los argumentos económicos para justificar una legislatura sin presupuestos, desde el Gobierno consideran que Junts no tiene intención de romper la baraja. Pese a que llegó a plantear una iniciativa para instar a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza, los socialistas tienen la seguridad de que enfrente no hay alternativa. Rechazan de plano la hipótesis de que Junts fuerce un adelanto electoral o cambio de Gobierno con PP y Vox. Sin poder institucional ni en la Generalitat ni en ninguna de las grandes ciudades, su principal palanca política sigue siendo la influencia de sus siete votos imprescindibles para Sánchez en el Congreso. Una seguridad, de que no se romperá la cuerda, por la que los socialistas disocian la continuidad de la legislatura del hecho de no aprobar unos Presupuestos. Entre las dificultades de sacar adelante los primeros Presupuestos de la legislatura cuando se encamina hacia su ecuador, la coyuntura internacional abierta por la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca refuerza la intención de Sánchez de seguir hasta 2027. La agenda exterior se ha convertido en prioritaria para el Gobierno, con la prioridad de las negociaciones para condicionar el plan de rearme y suavizar el impacto en las arcas públicas del aumento del gasto en defensa hasta el 2% del PIB.
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