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» Elterritorio
Fecha: 21/03/2025 14:48
Paraguay ganó el partido que debía. No brilló, no lo pasó por arriba a Chile, pero cumplió. Y como suele ocurrir en las últimas fechas, tuvo al misionero Andrés Cubas como uno de los puntales. jueves 20 de marzo de 2025 | 22:28hs. Paraguay ganó el partido que debía. No brilló, no lo pasó por arriba a Chile, pero cumplió. Y como suele ocurrir en las últimas fechas, tuvo al misionero Andrés Cubas como uno de los puntales. El medio que se desempeña en la MLS estuvo a tono con lo que viene demostrando en la era Alfaro, siempre regular. Y así, como rueda de auxilio, contribuyó para mantener el invicto del DT y dar un pasito más hacia el objetivo. El arranque fue lo que indicaba la lógica. Con el local y la presión bien arriba por parte de sus ofensivos, lo que llevó al misionero a entrar en esa sintonía y estar atento para que el equipo no quede mal parado. Y en ese lapso de quince minutos, Cubas quitó, mordió y hasta se animó a pisar el área. Fue el período en que mejor se sintió Paraguay, que sin ser profundo fue protagonista. Una vez que Chile encontró la llave del partido, principalmente con Lucas Cepeda, las acciones se equilibraron y se vio al misionero mayor tiempo detrás de la pelota. Hay que aclarar que los transandinos no dominaron, pero entendieron por dónde podían aproximarse. Con Arturo Vidal muy cerca cada vez que se ofrecía como salida, Cubas no pudo ser gestor de ese primer pase pero tampoco los creativos lo fueron. Y allí, si bien no hubo confusión, tampoco se hizo presente la claridad necesaria para sorprender al rival. Para el complemento, el misionero cambió de ladero (Lucas Galarza, más ofensivo) y apenas iniciado fue protagonista de un cruce con Echeverría que Chile reclamó penal, aunque no lo fue. El gol marcó el quiebre. El local buscó mantener las líneas adelantadas. Y un robo clave del mediocampista de Aristobulo del Valle en tres cuartos por poco no significó el segundo en los pies de Enciso. A falta de 20, con el local más cansado, el 5 de la Albirroja fue el abanderado de la lucha. Incansable, siempre estuvo bien ubicado, fue sostén de sus compañeros y se llevó los aplausos ante cada intervención. Paraguay ganó, se ilusiona y se sostiene en Cubas. Porque sabe que nunca lo deja a gamba.
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