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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/03/2025 05:10
Los glaciares, esenciales para el ciclo del agua global, están desapareciendo a un ritmo alarmante debido al cambio climático, lo que pone en riesgo a las comunidades que dependen de este recurso. Freepik Este 21 de marzo de 2025, el mundo celebrará por primera vez el Día Mundial de los Glaciares, una iniciativa proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para destacar la importancia de estos gigantes helados en el equilibrio del planeta. Este evento, que coincide con el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, busca sensibilizar a la población global sobre el papel fundamental de los glaciares en el sistema climático, el ciclo hidrológico y la biodiversidad. Según informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los glaciares almacenan cerca del 70% del agua dulce del planeta. El informe de la UNESCO, titulado “Montañas y glaciares. Torres de agua”, destaca que hasta 2.000 millones de personas dependen de las aguas de montaña, que constituyen el 60% del agua dulce mundial. El documento alerta sobre los efectos devastadores del cambio climático, que ya está afectando gravemente a los glaciares y las nevadas en regiones de gran altitud (zonas montañosas donde se encuentran muchos de los glaciares). La pérdida de estos recursos naturales no solo comprometería el suministro de agua para consumo humano, sino que también pondría en riesgo dos tercios de la agricultura de regadío mundial. De todas maneras, el cambio climático está acelerando su desaparición a un ritmo alarmante. El aumento de la temperatura global está acelerando la pérdida de glaciares, un fenómeno que contribuye a la subida del nivel del mar, afectando tanto a zonas costeras como a los ecosistemas que dependen de ellos. (Imagen Ilustrativa Infobae) De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el año 2023 registró la mayor pérdida de masa glaciar en cinco décadas, afectando a todas las regiones del mundo. Este fenómeno no solo amenaza la seguridad hídrica de millones de personas, sino que también incrementa el riesgo de desastres naturales como inundaciones, deslizamientos de tierra y avalanchas. Ante esta amenaza, organizaciones internacionales como la UNESCO y ONU-Agua subrayan la necesidad urgente de implementar “estrategias de adaptación”, que incluyan cooperación transfronteriza y políticas que no solo se centren en las áreas densamente pobladas, sino también en la preservación de las montañas como ecosistemas esenciales. La glacióloga Heidi Sevestre y otros expertos han enfatizado que la desaparición de los glaciares no solo afectará el suministro de agua, sino también el paisaje y la cultura de las comunidades que han dependido de estos glaciares durante siglos. La preservación de los glaciares es, por lo tanto, una “estrategia de supervivencia” que requiere una acción inmediata. El derretimiento en las zonas frías de la Tierra es un indicador crucial del cambio climático que afecta tanto a los ecosistemas como al aumento del nivel del mar. (Imagen Ilustrativa Infobae) En palabras de Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, “la preservación de los glaciares es uno de los desafíos más urgentes de la humanidad. Su desaparición es un recordatorio de que debemos actuar ahora”. Es por eso que este año “conmemorativo” liderado por la UNESCO y la OMM, busca movilizar a gobiernos, científicos, organizaciones civiles y comunidades para implementar medidas concretas que mitiguen el impacto del cambio climático en estos ecosistemas. El Año Internacional de los Glaciares 2025, se busca aumentar la conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas. A lo largo de este año, se realizarán campañas y actividades para promover la conservación de los glaciares y movilizar a los gobiernos, organizaciones internacionales y comunidades locales a tomar medidas para protegerlos. Los glaciares: pilares del ecosistema global Los glaciares, definidos como grandes acumulaciones de hielo y nieve que fluyen lentamente bajo su propio peso, son mucho más que formaciones heladas. Según la ONU, estos “guardianes del futuro” desempeñan un papel crucial en la regulación del clima mundial y el suministro de agua dulce. Actualmente, existen más de 275.000 glaciares en el planeta, cubriendo un área aproximada de 700.000 kilómetros cuadrados. Los glaciares contienen importantes archivos de datos sobre el clima de miles de años, y su deshielo rápido borra pistas cruciales para comprender el pasado ambiental del planeta. Crédito: Grosby Group El agua que proviene del deshielo glaciar es vital para la agricultura, la generación de energía hidroeléctrica y el consumo humano. En regiones montañosas, como los Andes, el Himalaya y los Alpes, actúan como “torres de agua” que abastecen a millones de personas durante las estaciones secas, ya que alimentan ríos y acuíferos, esenciales para el consumo humano, la agricultura y la producción de energía. Sin embargo, el aumento de las temperaturas globales está alterando este equilibrio. A medida que la atmósfera se calienta, estas masas de hielo se derriten más rápido de lo que se regeneran, alterando el equilibrio de los ecosistemas y aumentando el riesgo de desastres naturales, como inundaciones o deslizamientos de tierra. Según la OMM, muchos glaciares han alcanzado su “pico de agua”, el punto máximo de deshielo, lo que significa que su aporte hídrico disminuirá progresivamente en las próximas décadas. Por si fuera poco, este fenómeno también contribuye al aumento del nivel del mar, un proceso que amenaza las costas y las comunidades cercanas. Además de su importancia hídrica, los glaciares son indicadores sensibles del cambio climático. La aceleración del retroceso glaciar está contribuyendo al aumento del nivel del mar, lo que pone en peligro las comunidades y las infraestructuras costeras que dependen de estos ecosistemas. NASA Desde mediados del siglo XIX, han estado retrocediendo de manera constante, pero en las últimas décadas este proceso se ha acelerado drásticamente debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el deshielo de los glaciares y las capas de hielo ha sido uno de los principales contribuyentes al aumento del nivel del mar en las últimas décadas. La desaparición de los glaciares también tiene implicaciones culturales y espirituales. Para muchas comunidades indígenas, estas formaciones son consideradas sagradas y están profundamente arraigadas en sus tradiciones y prácticas espirituales. Su pérdida no solo representa un desafío ambiental, sino también un golpe a la identidad cultural de estas poblaciones. Impactos del deshielo glaciar: riesgos y desafíos El retroceso de los glaciares está generando una serie de impactos en cascada que afectan tanto a los ecosistemas como a las comunidades humanas. Según la UNESCO, el deshielo glaciar contribuye al aumento del nivel del mar, lo que pone en riesgo a las poblaciones costeras y a los ecosistemas marinos. Se estima que, desde 1900, se ha elevado aproximadamente 20 centímetros, y este ritmo se está acelerando. A medida que los glaciares se derriten, emergen nuevos paisajes que requieren políticas de protección y adaptación, un desafío clave para los gobiernos y las comunidades cercanas. (Imagen Ilustrativa Infobae) En las regiones montañosas, el deshielo está creando nuevos peligros, como las inundaciones por desbordamiento de lagos glaciares (GLOFs, por sus siglas en inglés). Estos eventos, provocados por el colapso de diques naturales formados por hielo o roca, pueden tener consecuencias devastadoras para las comunidades situadas aguas abajo. Además, el derretimiento del permafrost, el suelo permanentemente congelado, está desestabilizando terrenos y aumentando el riesgo de deslizamientos de tierra. El impacto del deshielo no se limita a las áreas cercanas a los glaciares. Según la OMM, la reducción de la cobertura de nieve y hielo altera los patrones de precipitación y afecta la disponibilidad de agua en regiones distantes. Esto podría intensificar la competencia por los recursos hídricos, especialmente en zonas áridas y semiáridas. Por otro lado, la pérdida de glaciares también implica la desaparición de ecosistemas únicos y la extinción de especies endémicas que dependen de estos hábitats. Según la UNESCO, son “cápsulas del tiempo” que contienen valiosa información sobre el clima y la atmósfera de la Tierra a lo largo de miles de años. Su desaparición representa una pérdida irreparable para la ciencia y la humanidad. Las industrias dependientes del agua de los glaciares, como la agricultura y la energía hidroeléctrica, enfrentan graves consecuencias debido a la reducción de estos recursos esenciales. (AP Foto/Mark Thiessen, Archivo) Acciones globales para preservar los glaciares Frente a este panorama, la comunidad internacional está intensificando sus esfuerzos para proteger los glaciares y mitigar los efectos del cambio climático. La ONU, en el marco del Año Internacional de la Conservación de los Glaciares 2025, insta a una mayor cooperación entre los países afectados por el retroceso glaciar. Este esfuerzo global se complementa con campañas de sensibilización que buscan involucrar tanto a gobiernos como a las comunidades locales, haciendo un llamado a la acción para mitigar los efectos del cambio climático. Es que a medida que los glaciares continúan su deshielo, se hace cada vez más urgente coordinar medidas que aseguren el bienestar de las generaciones futuras y, según la ONU, este año tiene como objetivo principal aumentar la conciencia pública sobre la importancia de estos ecosistemas y fomentar la cooperación global para su preservación. Entre las iniciativas destacadas se encuentra el desarrollo de sistemas de monitoreo avanzados para recopilar datos sobre el estado de los glaciares y predecir los impactos del cambio climático. Según la OMM, es fundamental mejorar la cobertura y resolución de las observaciones, especialmente en regiones montañosas, donde los datos son escasos. El aumento del deshielo glaciar es una de las principales causas de inundaciones en regiones que dependen de los glaciares para su abastecimiento de agua, un fenómeno que pone en riesgo vidas y bienes materiales. Europa Press/Contacto/Dasarath Deka En ese sentido, la investigación científica es esencial para entender cómo los glaciares responden al cambio climático y cómo podemos adaptarnos a estos cambios. “El monitoreo de los glaciares proporciona datos importantes para las estrategias de adaptación y mitigación”, dicen los científicos. Gracias a estas tecnologías y las estaciones de investigación en sitios glaciales, los investigadores pueden observar en tiempo real el comportamiento de los glaciares y prever sus efectos a corto, medio y largo plazo. Este conocimiento es vital para la toma de decisiones en políticas públicas, así como para el desarrollo de soluciones locales y globales que promuevan la conservación de estos recursos. La colaboración entre científicos, gobiernos y comunidades locales es crucial para implementar estrategias eficaces de preservación, como son los programas de capacitación y talleres regionales para fortalecer las capacidades de las comunidades locales en la gestión de riesgos asociados al deshielo. La UNESCO también está trabajando en la preservación del patrimonio cultural y espiritual vinculado a los glaciares. Esto incluye la documentación de conocimientos tradicionales y la promoción de prácticas sostenibles que respeten la relación simbólica entre las comunidades indígenas y estos ecosistemas. El monitoreo constante de los glaciares es esencial para prever los riesgos asociados con su desaparición y desarrollar estrategias de adaptación efectivas. EFE/Felipe Trueba Los 13 mensajes clave sobre la importancia de los glaciares Son fundamentales para la vida. Los glaciares son una fuente crítica de agua dulce, almacenando aproximadamente el 70% del agua dulce mundial. Son indicadores sensibles del cambio climático y están retrocediendo a nivel mundial debido al aumento de las temperaturas. Los glaciares han estado retrocediendo a un ritmo acelerado desde mediados del siglo XIX debido al aumento de los gases de efecto invernadero. El derretimiento de la nieve y el hielo de las montañas es fundamental para el suministro de agua dulce en muchas regiones. El deshielo de los glaciares es vital para el agua potable, la agricultura, la industria y la energía limpia. El derretimiento de los glaciares, el descongelamiento del permafrost y otros cambios criosféricos crean nuevos peligros y exacerban otros existentes, aumentando el riesgo de desastres. La recesión de los glaciares provoca desastres naturales, como inundaciones, deslizamientos de tierra y erosión. Se necesitan medidas inmediatas y ambiciosas para reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero a fin de estabilizar el clima, preservar los glaciares y garantizar un futuro sostenible para todos. Es crucial reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el deshielo de los glaciares y estabilizar el clima. El monitoreo de los glaciares proporciona datos importantes para las estrategias de adaptación y mitigación del clima, y es necesario ampliarlo. Se necesita un monitoreo mejorado para generar datos que respalden las decisiones sobre la adaptación al cambio climático. Son la base del sustento y las economías de miles de millones de personas en todo el mundo. Más de 2 mil millones de personas dependen del deshielo de los glaciares para su suministro de agua y su sustento. El cambio climático, que conlleva desglaciación, está afectando gravemente a las regiones polares y a los océanos del mundo. El derretimiento de los glaciares en el Ártico y la Antártida está contribuyendo al aumento del nivel del mar y afectando al medio ambiente marino. La inclusión de los jóvenes puede impulsar la acción colectiva y marcar el camino a seguir. Los jóvenes son un motor de cambio y deben estar involucrados en las decisiones sobre el cambio climático y la preservación de los glaciares. Los glaciares tienen importancia cultural y espiritual. Los pueblos indígenas consideran los glaciares lugares sagrados, y su desaparición sería una pérdida de patrimonio cultural. Son un testimonio crucial de la historia de la Tierra. Los glaciares contienen un registro único del clima y el medio ambiente del pasado, cuya pérdida sería irreparable. La contracción de los glaciares revela nuevos paisajes y ecosistemas postglaciares. Se están creando nuevos paisajes y ecosistemas, que deben ser gestionados adecuadamente. La desaparición de los glaciares está afectando al turismo de montaña. El retroceso glaciar está alterando el turismo de montaña, dificultando el acceso a los picos y afectando la economía local.
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