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Parana » Plazaweb
Fecha: 21/03/2025 01:45
Después de una espera de 13 años, Carlos Casco, Fabián Giménez y Marcelo Elesser, trabajadores de la Dirección de Alumbrado Público de la Municipalidad de Paraná, fueron finalmente absueltos. El fiscal Álvaro Piérola decidió no mantener la acusación por el delito de peculado, poniendo fin a un prolongado calvario legal. Los trabajadores habían sido imputados por utilizar camiones municipales para trasladar compañeros a una movilización en Plaza 1º de Mayo en marzo de 2012, una protesta contra el despido de más de mil empleados al inicio de la gestión de la entonces intendenta Blanca Osuna. El desistimiento del fiscal y la absolución de los acusados marcan un cierre esperado para una historia marcada por la incertidumbre y la lucha por la justicia. Carlos Casco, trabajador de planta permanente en la Dirección de Alumbrado Público de la Municipalidad de Paraná, expresó con alivio y emoción tras el cierre del debate en su juicio: “Hace 13 años que llevamos una mochila muy pesada. Para mí, era injusto. Espero que se haya hecho justicia y que todo esto termine, ya era inaguantable”. Casco, junto a sus compañeros Fabián Giménez y Marcelo Elesser, fue imputado por el delito de peculado por haber utilizado camiones de la Dirección para trasladar trabajadores hacia una movilización en Plaza 1º de Mayo, realizada en marzo de 2012 en protesta por el despido de más de mil trabajadores al inicio de la gestión de Blanca Osuna. Finalmente, tras más de una década de lucha, los trabajadores fueron absueltos, ya que el fiscal Álvaro Piérola entendió que existió un “estado de necesidad exculpante” y desistió de mantener la acusación, marcando así el fin de un calvario que puso en crisis su fuente de trabajo durante años. El fiscal Piérola explicó que, aunque en un principio se creyó que el delito estaba acreditado según los requisitos legales, la decisión de utilizar los camiones quedó justificada por la necesidad de los trabajadores de participar en una protesta legítima. La movilización, organizada por el Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales (Suoyem), culminó con enfrentamientos violentos en el Palacio Municipal y la Plaza 1º de Mayo. Pablo Minetti, querellante por la Municipalidad, coincidió con la postura de la Fiscalía. Las defensas celebraron la decisión del fiscal, resaltando su actitud de no mantener la acusación, especialmente en el caso de Elesser, cuyo defensor público, Rodrigo Juárez, destacó la imposibilidad de exigir a los trabajadores actuar en contra de la normativa, dado que Casco era contratado por obra en ese momento. Los defensores Emilio y Germán Fouces subrayaron que Casco y Giménez vivieron “13 años de calvario como víctimas de una lucha de poder entre poderosos, que hasta hoy no han sido llamados a responder, y eso es injusto”. Durante su alegato, Piérola contextualizó el violento conflicto que marcó a la ciudad y a sus autoridades, recordando asambleas previas a la huelga, la intervención del sindicato y la irrupción violenta en la Administración Fiscal Municipal (AFIM), que alteró el servicio municipal. Los abogados defensores también señalaron que los trabajadores nunca pudieron expresarse libremente debido al temor a perder sus empleos o ser trasladados a posiciones menos favorables, como la Dirección de Limpieza, lo que afectaría gravemente sus vidas y salarios, que dependen en gran medida de las horas extras. Con la absolución, Carlos Casco, Fabián Giménez y Marcelo Elesser finalmente pueden dejar atrás más de una década de incertidumbre y luchar por recuperar sus vidas laborales y personales. La justicia, después de 13 años, parece haber prevalecido.
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