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» El Ciudadano
Fecha: 20/03/2025 19:10
Miguel Passarini “Clarimonda y Romualdo están enamorados y pretenden casarse. Pantalone, un poderoso terrateniente, no ve con buenos ojos el compromiso de su hija con un muchacho de clase social inferior ¿Triunfará el amor o la soja?”. Así, entre el humor, el disparate, la lógica de algunos clásicos conocidos y transitados (como también la pareja en cuestión) y una saludable bajada de línea, el dramaturgo y director porteño Pablo Bontá presenta Una comedia misójera, extraña conjunción entre misógina y sojera (o misoginia y sojerismo), que este viernes se conocerá en La Orilla Infinita, donde seguirá en cartel, y en la que comparte la dirección con su par local, Marcelo Melano, quien volvió al ruedo tras veinte años. “Misójera es una comedia a la vez, novedosa y tradicional, que combina en su puesta en escena el trabajo con los arquetipos de lo que conocemos como Commedia Dell’Arte italiana (o Comedia del Arte, género basal de la comedia disparatada y popular surgido en el siglo XVI) y la técnica del teatro de sombras”, contó Bontá a modo de presentación de un material escénico que cuenta con las actuaciones de Aylén Favre, Nadia Juárez (humorista local conocida como La Jua Jua Juárez), Matías Neirotti y Raúl Quico Saggini, con la dirección compartida entre Melano y Bontá, con asistencia de dirección de Valentín Gutiérrez, diseño y operación de sombras de Susana Petrelli, dirección musical y música original de Héctor Pichi De Benedictis, vestuario de Lorena Fenoglio, maquillaje de Lucía Telesca, iluminación de Ignacio Almeyda, gráfica de Morena Pisaroni y fotografía de Sebastián Aronson, al tiempo que “Anónimo murió de un cólico” es una canción de Rubén Pagura con texto adaptado para la obra por el propio Bontá. Antiguos diálogos de enamorados “En agosto del año pasado me encontraba escribiendo las primeras escenas de lo que hoy es Una comedia misójera tomando como disparador antiguos diálogos de enamorados de la Comedia del Arte, género al que me dediqué a investigar en los últimos años. En ese momento, se comunica conmigo Marcelo Melano, gran amigo y compañero del Instituto Nacional del Teatro (donde ambos trabajaron por muchos años). Poniéndonos al día, me cuenta que estaba volviendo a dirigir luego de veinte años, y ahí surge la idea de ofrecerle el texto para dirigirlo juntos y estrenarlo finalmente en Rosario”, contó Bontá, destacado referente de las escénicas porteñas de proyección nacional e internacional, más allá de su trabajo en la gestión y la docencia. “Gracias a la gran capacidad organizativa de Marcelo, en septiembre viajé a Rosario a hacer lecturas de las escenas que tenía escritas con actrices y actores rosarinos convocados por él. La química fue inmediata y comenzamos los ensayos con Aylén Favre, Nadia Juárez, Matías Neirotti y Quico Saggini. Y al poco tiempo incorporamos a Susana Petrelli para el diseño y realización de las sombras”, sumó el creador. Y completó: “Desde septiembre viajé asiduamente a Rosario para incorporarme a los ensayos e ir llevando más escenas en cada viaje hasta cerrar la obra. Y claramente, la dramaturgia se vio enriquecida por los aportes en el trabajo de intercambio con Marcelo, Susana y los intérpretes. Ya a fines del año pasado acordamos estrenar en La Orilla Infinita, espacio que nos pareció ideal no sólo por la disposición y profundidad que necesitábamos para montar el retro proyector y la pantalla que aparecen en la puesta, sino porque también es un teatro que pertenece a grupos emblemáticos de la ciudad, teatristas muy reconocidos de Rosario con los que compartimos una misma visión ideológica del quehacer en el campo del teatro independiente”. En el recorrido de la charla, Bontá evocó otras experiencias escénicas que dialogan, en sus procesos de gestación con este estreno rosarino: “Desde finales de los años 90 recorro el país dictando talleres y montando espectáculos, y también en roles de gestión como integrante del INT. Los amigos teatristas de las provincias, a modo de broma, me dicen que soy «el más federal de los porteños», una broma que, por supuesto, tomo como un elogio. Y a lo largo de los años, con un sistema de trabajo similar al que desarrollé en Rosario para Una comedia misójera tuve la suerte de estrenar espectáculos de mi autoría y/o dirección en Formosa, Corrientes y Chaco siempre con elencos de cada lugar. Y hago una aclaración importante sobre estos espectáculos que tuve la suerte que estuvieran mucho tiempo en cartel y, en algunos casos, la alegría de que se presentaran en el exterior: siempre fueron proyectos que surgieron y se plasmaron a partir de charlas casuales con grandes amigos, como sucedió en este caso con Marcelo Melano con quien nos conocemos desde hace muchos años”. De la risa a la bajada de línea “La Comedia del Arte siempre fue un género que, aprovechando la herramienta potentísima que ofrece el humor, denuncia y pone en evidencia el manejo de los poderosos y las desigualdades sociales”, planteó el creador y sobran los ejemplos, sobre todo si se piensa en autores basales del género como Carlo Goldoni o el mismísimo Moliere. “En Una comedia misójera retomo esa tradición del humor y la denuncia, reinventando a Pantalone como a un rico terrateniente sojero que se opone al casamiento de su hija Clarimonda con su enamorado Romualdo. En todos los casos, se trata de comedias blancas en la que, más allá de todo lo que pase, siempre termina triunfando el amor, y nuestra obra no es la excepción”, expresó Bontá. Quien destacó, en relación con la estética: “También incorporo otro elemento típico de la Comedia del Arte como es el travestismo de un personaje femenino, como Beatriz en Servidor dos patrones de Goldoni, que se ve obligada a usar ropa de hombre para conseguir sus propósitos”. El autor, director y docente también contó detalles del proceso de escritura de la obra: “La estructura de la obra responde al armado clásico de un Canovaccio (argumento o guión teatral básico de la Comedia del Arte), donde siempre hay una lucha entre el deseo de amor encarnado en los personajes de los enamorados y los intereses materiales representado acá en el personaje de Pantalone. Lejos de hacer una escritura historiográfica tratando de representar a los arquetipos de la antigua comedia italiana, me propuse pensarlos como personajes eternos que viven en distintas obras y en nuestra cultura a través de los siglos y van abrevando de las circunstancias temporales y de territorio en las que operan. Por esta razón, Una comedia misójera, es una obra pensada y escrita para Rosario”. Y respecto de acuñar el neologismo “misójera” como una ironía que aparece en el título, planteó: “Es una palabra o concepto que aportó el elenco en un ensayo, es una mezcla de misoginia y sojerismo, que incorporé de inmediato y así cambié el título que había pensado originalmente para la obra”. Finalmente, Bontá dio algunas pistas acerca de la puesta en escena donde se conjugan una serie de recursos por fuera del fenómeno vivo que suponen los actores: “En todos estos meses de ensayo trabajamos en profundidad la dinámica de la comedia en la forma de abordar el texto, lo corporal y lo espacial. También incursionamos en el teatro de sombras indagando en un fructífero cruce de ambos lenguajes. Y el dispositivo pensado para la puesta es el Teatro de Sombras como herramienta escenográfica única que pueda ambientar los espacios donde ocurren las distintas escenas: la casa de Pantalone, la del Dr. Graziano, la orilla del río o un amanecer de campo, con la idea de remedar el dispositivo usado en las representaciones antiguas de la Comedia del Arte donde se utilizaba un telón pintado para dar cuenta del espacio ficcional en el que transcurría cada escena. Creemos que este cruce de géneros teatrales redundará en un aporte novedoso para el quehacer teatral rosarino y también de la provincia ya que el dispositivo de sombras está pensado para que sea fácilmente transportable y eso nos va a permitir mover el espectáculo por distintos escenarios santafesinos y del resto del país”. Para agendar Una comedia misójera se presentará, al menos por el momento, este viernes 21 y el 28, en La Orilla Infinita (Colón 2148), a partir de las 21. Las entradas se encuentran a la venta en forma anticipada AQUÍ / IG
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