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Concordia » Diario Junio
Fecha: 20/03/2025 18:40
La reducción consiste en exhumar los restos (sacarlos de la unidad de enterramiento y del féretro que los contiene) y reubicarlos en otra unidad o en la misma en un arca de menor tamaño; o bien para incinerarlos. Los restos exhumados se colocan en cajas homologadas para tal fin. La concejal sostuvo que hay muchos cadáveres abandonados cuyos familiares nunca fueron a pagar. «Ya pasó la fecha de exhumación, tienen deudas, se hicieron las pertinentes notificaciones pero los familiares no se acercaron nunca», dijo. «Hay casos en que los familiares no vienen más y pasan 20 años, se hacen las notificaciones pero nunca vienen a reclamar», dijo. En consecuencia, lo que se suele hacer es exhumar los restos y llevarlos al osario común. «Eso genera contaminación y está bastante pasado», dijo Villalba. Además, los familiares ya no pueden reclamar sus restos porque los esqueletos están todos mezclados. «El osario común está bastante saturado y hay muchos restos para exhumar de personas que no son reclamadas», sostuvo. Por ende, la idea es que se pueda realizar una reducción o una cremación de los restos de difuntos que hayan transcurrido más de 20 años sin familiares a cargo. Las cenizas quedarían en urnas o los restos en bolsas de reducidas dimensiones y quedarán identificadas por si algún familiar en algún momento los requiere. Todos los restos que tengan ese destino estarán destinados a un panteón especial. «Hay panteones desocupados y se va a designar un panteón y ahí van a quedar las urnitas, las bolsitas», indicó. Respecto de las cenizas de los restos cremados, Villalba mencionó que también se crea un cenizario dentro del Cementerio. «Ahora existe uno en la Iglesia Pompeya pero no en el Cementerio». Se trata de un recipiente o espacio donde se guardan las cenizas de una persona fallecida que fue cremada. Villalba dijo que se utilizará un espacio que se construirá bajo tierra «con una capillita o algo así» encima. Pero el espacio será delimitado físicamente para que las cenizas no contaminen la tierra circundante. Y sostuvo que hay lugar en el Cementerio para el cinerario. «No lleva mucho espacio. Con un espacio de 2 por 2 metros o 3 por 3 metros es suficiente», recalcó. Villalba explicó que la ordenanza existente data de 1989. El artículo 18° de la norma citada establece que, en el caso de fallecimiento por enfermedades infectocontagiosas o similares, «las inhumaciones solo serán permitidas en tierra y la exhumación una vez transcurrido desde la fecha de fallecimiento, veinticinco (25) años». Pero, en el resto de los casos, se permite a los cinco años. La edil explicó que eso se debe a que había temor al HIV y se creía que se podía contagiar de formas diferentes a las que se sabe. «Hoy ya se sabe que no. No se contagia de otra forma, los huesos no generan contagio ni nada de eso. Entonces las personas que fallecen pueden ser exhumadas a los 5 años porque no tiene ningún sentido que estén 25 años en tierra». «El centro de la cuestión pasa por proceder a la reducción oficiosa y que se pueda disminuir el volumen físico que ocupan los restos. Que se creen las condiciones para optimizar el espacio», dijo Sastre en la sesión. «Estamos pensando en las cenizas, en urnas reducidas para que las familias las puedan seguir manteniéndolas en el espacio del Cementerio. Además, sostuvo que hay muchas familias que quieren que los restos de sus familiares estén depositados en ‘camposanto’. «Hay una práctica bastante difundida de que con la cremación, la gente se lleva la urna a su casa y después la deposita en el patio, pero la idea es que quien lo quiera hacer en el Cementerio lo pueda hacer». El edil explicó que es anti-económico para el municipio edificar un cementerio nuevo. La aclaración la hizo debido a que era una de las salidas planteadas. «Es una obra de mucha magnitud». Sastre explicó que en el Cementerio, que ocupa ocho manzanas, los restos de una persona fallecida cuyos familiares no pagan terminan en la fosa común. «Lo que se busca es ‘aggiornar’ la normativa para permitir esta reducción», indicó. «El trabajo que viene haciendo la Dirección del Cementerio es muy arduo y ha demostrado que hay casos de más de 20 años que, desde el punto de vista de las ciencias biológicas, no tiene sentido ya que hay una degradación del material biológico de los cuerpos que no requiere que sigan depositados en esas condiciones. Por lo tanto, se puede proceder a la reducción», expresó. No obstante, Villalba aclaró que el abarrotamiento del camposanto no es algo que puede producirse en lo inmediato. Sin embargo, sostuvo que se deben tomar medidas ahora porque la población de la ciudad sigue creciendo. De lo contrario, en un futuro bastante cercano: «probablemente vamos a tener algún apremio de este tipo», vaticinó.
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