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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/03/2025 16:51
DiCaprio estaba sumergido grabando a un grupo de 100 rayas jaspeadas cuando su tanque de oxígeno se agotó. REUTERS/Eric Gaillard Aunque para muchos los dispositivos móviles son herramientas con las que interactúan de forma funcional, para otros se han convertido en extensiones de su propio cuerpo, imprescindibles para su vida diaria. Este fue el caso de Leonardo DiCaprio, quien estuvo a punto de morir ahogado mientras buceaba en las Islas Galápagos. El actor Edward Norton compartió una experiencia que involucró a su amigo Leonardo DiCaprio, en la que el protagonista de Titanic casi muere debido a un accidente durante una actividad de buceo en 2010, mientras grababan un documental contra el cambio climático. DiCaprio, reconocido por su papel actoral y su rol como activista ambiental, se quedó sin aire en su tanque de oxígeno a unos 15 metros de profundidad por estar concentrado en grabar con una minicámara. “Amo a Leo, pero está obsesionado con los dispositivos electrónicos. En Galápagos él tenía una minicámara metida en algún lugar y estaba debajo del agua grabando todo con ella. Estaba obsesionado. Después de un rato, miré alrededor y me di cuenta de que no estaba por ahí, así que fui a revisar qué pasaba. Cuando bajé a las profundidades vi que Leo venía hacia mí. Desde 50 metros de distancia pude ver que tenía los ojos enormes y me hacía señales de que no tenía aire, así que le di de mi tanque”, contó Norton en una entrevista. Norton y DiCaprio se encontraban en las Islas Galápagos cuando ocurrió el incidente. REUTERS/Guglielmo Mangiapane DiCaprio, conocido por su pasión por la naturaleza y los animales, estaba grabando a un grupo de 100 rayas jaspeadas cuando su amigo lo salvó. Una vez llegaron a la superficie, el ganador al Oscar por El Renacido le agradeció a Norton mientras nadaban hacia el resto de los integrantes de la expedición. Este comportamiento es un ejemplo claro de lo que se conoce como nomofobia, un trastorno emergente asociado a la adicción al teléfono móvil. Su nombre proviene de la frase en inglés no-mobile-phone phobia (fobia a no tener teléfono móvil) y se refiere al miedo irracional de estar sin el teléfono móvil o de no poder acceder a sus funciones. El concepto de nomofobia surgió con la popularización de los teléfonos móviles y la evolución de los dispositivos inteligentes, que han integrado funciones como llamadas, mensajes, acceso a internet, redes sociales, y multimedia en un solo aparato. El trastorno se caracteriza por la ansiedad, el estrés y la incomodidad que experimentan los individuos al perder o no poder utilizar su dispositivo móvil. La nomofobia no está reconocida como diagnóstico clínico en muchos países del mundo. (Imagen Ilustrativa Infobae) A pesar de no ser reconocida oficialmente como un diagnóstico clínico en muchas partes del mundo, la dependencia del teléfono móvil ha sido objeto de creciente preocupación por sus implicaciones en la salud mental. Esta trastorno afecta especialmente a las generaciones más jóvenes, quienes han crecido con estos dispositivos y dependen de ellos no solo para comunicarse, sino también para acceder a entretenimiento, información y como herramienta de trabajo. Un informe de la GSMA, la asociación que representa a los operadores móviles globales, revela que más de la mitad de la población mundial posee un smartphone, lo que demuestra el alcance global de este fenómeno. El trastorno puede generar diversas consecuencias tanto a nivel personal como social. Uno de los efectos más notorios es la interrupción de la concentración y la disminución de la productividad. La constante necesidad de revisar el teléfono puede interferir con el estudio, el trabajo y otras actividades cotidianas. Gala y Martino, amores reales, historia de amor, romance y separación (Imagen Ilustrativa Infobae) En ese sentido, las personas con nomofobia suelen experimentar dificultades para mantener el foco en tareas importantes debido a las distracciones constantes de las notificaciones y mensajes. A nivel social, la adicción al teléfono móvil también puede alterar las relaciones interpersonales. Las interacciones cara a cara se ven reemplazadas por comunicaciones digitales, lo que puede conducir a un aislamiento social. Además, la nomofobia también está relacionada con trastornos psicológicos más profundos, como la ansiedad, la depresión e incluso trastornos de la autoestima. La constante necesidad de validación a través de redes sociales, junto con la presión de estar siempre disponibles y conectados, genera una sensación de inseguridad en muchos usuarios. (Imagen Ilustrativa Infobae) Síntomas y consecuencias Los síntomas de la nomofobia pueden variar, pero algunos de los más comunes incluyen: Uso excesivo del teléfono móvil, a menudo en detrimento de otras actividades, como estudiar, trabajar o socializar en persona. Sentimientos de ansiedad, nerviosismo o pánico al perder el teléfono o al no tener acceso a él. Revisar constantemente la pantalla del teléfono para ver si se han recibido mensajes o notificaciones. Mantenimiento del dispositivo siempre encendido, incluso durante la noche, o dormir con el teléfono móvil. Involucrarse en actividades peligrosas, como mirar el móvil mientras se conduce o caminar sin prestar atención a los peligros del entorno. La nomofobia no está reconocida como diagnóstico clínico en muchos países del mundo. (Imagen Ilustrativa Infobae) En algunos casos, las personas con nomofobia también experimentan síntomas físicos, como taquicardia, temblores y dificultades para respirar, especialmente cuando sienten que su teléfono está fuera de su alcance. El tratamiento para este trastorno puede incluir terapia cognitivo-conductual, que ayuda a los individuos a identificar los pensamientos y comportamientos relacionados con el uso excesivo del teléfono móvil y a desarrollar estrategias para controlar la ansiedad y la compulsión. Además, se recomienda limitar el uso de los dispositivos durante las actividades sociales o familiares, establecer tiempos específicos para el uso del móvil y fomentar actividades fuera de línea.
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