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» La Capital
Fecha: 20/03/2025 15:40
Carlos Battaglino está al frente de La Humareda, su marca de comida ahumada con la que montó una estructura de tres foodtrucks para trabajar en eventos. La historia de Carlos Battaglino en el mundo de la cocina fue cuesta arriba y debió sortear varios desafíos a medida que se iba abriendo camino con distintos proyectos. Su última apuesta fue La Humareda, un negocio de foodtrucks con el cual vende productos y carnes ahumadas en eventos , con una estructura de tres vehículos que moviliza según la ocasión. El resto del tiempo los tiene estacionados en el Autódromo Municipal de Rosario , donde abrochó la actual concesión en gastronomía para proveer con comida a la agenda de actividades que se llevan adelante en el predio deportivo. “Yo conocí la marca en un recital y me quedé impresionado con el ahumador. Me gustó tanto que al poco tiempo su dueño me ofreció comprarlo por u$s 35 mil, en ese momento no tenía el dinero , pero sí una Hilux 0km que le di a cambio del pedazo de fierro para ahumar las comidas. Al principio me instalé en un negocio en el barrio San Sebastián de Funes y me iba muy mal, vendía cuatro sándwiches de carne ahumada por día, pero luego llevé el ahumador al autódromo y ahí empezó a funcionar”, contó Battaglino a Negocios sobre el auge que logró con este sistema de cocción de carnes, al que definió como propio de un sabor “americano”, al estilo Texas, en Estados Unidos . A poco de andar, decidió plotear tres foodtrucks con la imagen de la marca, llevando sus ahumados a distintos eventos. Un diferencial que tienen es el tamaño del ahumador, Carlos explica que son pocos en Argentina los que lograr esta capacidad para cocinar en simultáneo , lo que les permite trabajar en eventos multitudinarios como el Cosquín Rock o el Challenger del Jockey Club realizados durante el mes de febrero y ya está por confirmar su presencia en el Lollapalooza del próximo año. Según Battaglino, en eventos como el Cosquín llegaron a despachar 2.500 sándwiches por día, pero sostuvo que el ahumador puede lanzar hasta 4 mil sándwiches diarios, por lo cual está listo para afrontar nuevos desafíos . “Me pasó de tener fechas de más de 20 mil personas donde, además de trabajar con los tres foodtrucks, tuve que contratar carpas para tener más puntos de despacho y personal extra en las tribunas. Ya tenemos asignadas carreras con el Autódromo como el Track Day Argentina el 15 de marzo y el TCR que son el próximo 28, 29 y 30 de marzo ”, contó Battaglino sobre la agenda que maneja. Los clásicos productos que ofrece son: sándwiches de bondiola, ternera brisket, chorizos y salchichas alemanas ahumadas, además de opciones vegetarianas y celíacas a base de vegetales ahumados por un valor de $12 mil cada uno con bebida incluida. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por La Humareda (@la.humareda) Sus comienzos en la gastronomía Iniciarse en el rubro gastronómico no fue tarea sencilla para Carlos ya que provenía de una familia humilde y debía trabajar para salir adelante. “Empecé con hambre”, aseguró el emprendedor sobre sus primeros proyectos. En el 2004 arrancó a vender choripanes con su hermano en una esquina de la zona oeste de Rosario y de a poco fue cosechando una clientela fija que le dio estabilidad para empezar a pensar en dar un salto. >> Leer más: Foodtruck Smart: la marca que lleva sus helados sobre ruedas “Siempre me arriesgué, incluso al punto de fundirme y quedarme sin nada, pero apostando a crecer. En el 2006 ya había arrancado el curso de cocina y me piden un presupuesto para un evento de 350 personas. Yo no tenía experiencia en esta área y mis profesores me ayudaron a presentarlo, con una carta que incluía opciones de alta cocina y compitiendo con empresas de gran trayectoria en el sector. A los quince días me lo aprueban y conseguí que todos mis compañeros de la academia se sumen como mano de obra para llevarlo adelante, salió todo excelente y me sirvió como carta de presentación”, detalló Battaglino, quien a partir de ese momento empezó a trabajar brindando catering para fiestas. En palabras del emprendedor, el hito en su carrera llegaría dos meses atrás, cuando Newell’s y el Inter Miami dieron comienzo a la Illinois Newell’s Cup en el Centro de Entrenamiento Jorge B. Griffa y Carlos fue contratado para formar parte del servicio gastronómico que se servía en el lugar. Allí tuvo la posibilidad de conocer a Antonella Roccuzzo, quien lo felicitó por la calidad de los sándwiches que había preparado para la ocasión. Antonella Roccuzzo y Carlos Battaglino.jpeg Antonella Roccuzzo y Carlos Battaglino en el evento deportivo del Newell's y el Inter Miami. Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital. “Me sorprendió por lo sencilla que era, pero además tuve la posibilidad de alcanzarle unas cajas de productos ahumados que Messi y ella compartieron con Luis Suárez, su mujer y otras personas en el festejo de fin de año. Además, logré que Leo me firme mi chaqueta de chef gracias a Diego que es seguridad de él e hizo las gestiones para alcanzarle el regalo y traerme la prenda”, relató Battaglino. Sobre las iniciativas que planea en el corto plazo, Battaglino aseguró que está trabajando en la apertura de un restaurante de carnes ahumadas en Fisherton para mediados del 2026. Con la idea de seguir capacitándose, realizará un viaje a Estados Unidos para sumar know how en los ahumados y también le interesa todo lo relacionado a la cocina molecular. A lo largo de estos años, también abrió dos pizzerías, una llamada Zona Zero y ubicada en el barrio Parque Field, la cual permite armar la pizza con diferentes toppings que el cliente elige en el momento, y Nápoles en la ciudad de Merlo, en la provincia de San Luis.
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