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» Diario Cordoba
Fecha: 20/03/2025 08:18
El potente sector agroalimentario cordobés está pendiente de la decisión que en los próximos días tome EEUU acerca de los aranceles a los productos alimentarios que entren en el país. Córdoba exporta a EEUU mercancías por valor de más de 300 millones de euros, un 10% del total que se vende en los mercados internacionales. La gran mayoría de esas salidas son productos alimentarios, de ahí que los grandes exportadores se muevan ahora en un escenario de incertidumbre y preocupación. El sector más importante es sin duda el del aceite de oliva, del que EEUU es un gran importador. De hecho, este año se ha convertido en el segundo consumidor de esta grasa saludable de todo el mundo, sólo por detrás de España. Rafael Sánchez de Puerta, director general de Dcoop (principal exportador de AOVE a Norteamérica), considera que ante cualquier arancel de EEUU «el perjuicio sería grande», ya que España es su principal proveedor. El ejecutivo cree que los aranceles al aceite de oliva en EEUU «no tienen sentido» puesto que no se produce apenas AOVE en Norteamérica, de modo que cualquier incremento del precio lo terminarían pagando los consumidores. El peor escenario El peor escenario posible sería, para Sánchez de Puerta, la imposición de aranceles únicamente al AOVE procedente de Europa, lo que dejaría el terreno libre a otros grandes productores como Turquía o Túnez. Algo parecido ya ocurrió en 2019, cuando se impusieron aranceles al aceite pero solamente a España por pertenecer al consorcio Airbus. Italia, que no está en la compañía transnacional, se vio beneficiada y aumentó su cuota de mercado a costa del aceite español. Para el director de Dcoop, «eso sí nos pone en desventaja con los competidores. Dividir la UE es lo peor que nos podría pasar». Asoliva, la asociación de exportadores de aceite de ámbito nacional, también está a la espera pero en un primer análisis cree que el arancel podría situarse en el 25%, cifra con la que Trump parece obsesionado. Sea la que sea, puede tener efectos muy graves y nunca podrá considerarse «buenas noticias». Desde el colectivo aseguran a Diario CÓRDOBA que «un 25% o un 10% te saca del mercado». Con una salvedad: «Si fuera imposición a cualquier origen, eso no distorsiona el mercado internacional. Tendría el mismo tratamiento cualquier aceite que se exporta y estaríamos todos en la misma situación». De nuevo, el temor es que los aranceles tengan un carácter discriminatorio, impuestos solo a la UE o a determinados países. La industria cárnica La carne es el segundo producto agroalimentario que más se exporta a EEUU desde Córdoba, aunque es un mercado mucho más reducido. En todo el país se vendieron el año pasado algo más de 14.000 toneladas por valor de unos 100 millones de euros, tal como explica Giuseppe Aloisio, director de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne (Anice). Más que las ventas actuales, la importancia de este mercado es que se trata de apuesta para el futuro, dice Aloisio. Las exportaciones de carne a EEUU desde España son sobre todo productos elaborados, que tienen un mayor valor añadido. Jamones o embutidos son un buen ejemplo. Al tratarse de productos relativamente caros, están dirigidos a un cliente de alto poder adquisitivo que tal vez no se vea afectado por un incremento en el precio. En la provincia de Córdoba podría verse afectada Covap, que tiene licencia de exportación a EEUU. La cooperativa no ha querido evaluar el posible impacto de los aranceles a los productos cárnicos. El sector de la carne podría ser, de rebote, uno de los pocos beneficiados por esta guerra comercial, en opinión de Aloisio. El cerdo fresco norteamericano es más barato en China que el europeo, y sobre todo en comparación con el ibérico español. Si el país asiático termina aplicando aranceles a la carne que llega de EEUU, cree el director de Anice que «se pueden abrir oportunidades en otros países»; «en un mercado tan sensible al precio como el de la carne y subproductos comestibles se pueden abrir oportunidades para los operadores españoles». Los vinos Finalmente, el vino también podría verse perjudicado por los aranceles, incluso mucho más que otros productos aunque las exportaciones desde Córdoba sean mucho menores. Así lo ve Luis Giménez Alvear, director de Bodegas Alvear, quien estima que hay «muchísima incertidumbre». En su caso, EEUU absorbe el 40% de las exportaciones de la empresa, y los aranceles podrían tener un gran impacto. Vende allí unos 500.000 euros al año en vinos a entre 12 y 15 dólares «el más barato». Con aranceles como el del champán, se pondrían a 36 dólares, «y eso directamente te saca del mercado», sostiene el director de la compañía. Suscríbete para seguir leyendo
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