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» Diario Cordoba
Fecha: 20/03/2025 08:10
Pedro Sánchez acudirá este jueves al Consejo Europeo con dos premisas claras para condicionar el plan de remarme que implicará un coste estimado de 800.000 millones de euros para los Veintisiete. Por un lado, la creación de un fondo común, a través de mecanismos de mutualización de la deuda, que se sumaría a otros mecanismos de financiación como los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la suspensión de las reglas fiscales que permitan no computar como déficit el gasto en defensa. Por otro, que se redefina el concepto de defensa para incluir como gasto partidas referidas a la ciberseguridad, la IA, la lucha contra el terrorismo o la cooperación. Ambas apuestas, explican fuentes de Moncloa, se situarán en la mesa de debate “al mismo nivel”, sin priorizar una sobre otra ni disociarlas. Se defenderán “en paralelo”, según añaden, como una cuestión “estratégica”. En el Gobierno entienden que el debate se extenderá al menos hasta el próximo mes de junio, coincidiendo con la cumbre de la OTAN en La Haya. No esperan, por tanto, que se salga de esta reunión con decisiones cerradas. Al menos en el capítulo de defensa, pues el Consejo Europeo abordará también asuntos relativos a la competitividad con la vista puesta en los aranceles impuestos por EEUU y la amenaza de guerra comercial. De ahí que el enfoque defendido por el jefe del Ejecutivo en Bruselas será la base de su comparecencia en el Congreso a petición propia el próximo miércoles para presentar la hoja de ruta del Gobierno ante la coyuntura internacional. “El concepto de seguridad es muy importante que se entiende entre los grupos de izquierda”, explica un ministro socialista ante el rechazo de sus socios a la subida del gasto en defensa hasta el 2% del PIB. Frente al “concepto tradicional” que achaca a los países del flanco este, por la amenaza para su soberanía territorial del “neo imperialismo” de la Rusia de Vladímir Putin, España se posiciona junto a otros países de la frontera sur, como Italia, “en un concepto más amplio”. Hasta el punto de que Sánchez lo ha presentado como una “oportunidad” para que España “pueda dar un salto tecnológico e industrial en el ámbito del material de doble uso”. El Gobierno busca con estas prioridades acercar posiciones con sus socios. Se insiste en que lo importante no es tanto lo que se gasta, sino “cómo se gasta”. “Más que aproximar recursos, es importante computar la totalidad”, explican las mismas fuentes del Gobierno. De este modo, si se incluyen partidas ahora mismo en el presupuesto de departamentos como Industria, Transición Digital o Exteriores, el “esfuerzo anticipado” para llegar al 2% del PIB en gasto en defensa se suavizará. Al igual que con los mecanismos de financiación propuestos, buscando la menor afectación posible en las cuentas públicas y blindando el Estado de bienestar. Un discurso que por ahora no está limando la oposición de las formaciones progresistas. Tampoco de sus socios de coalición, Sumar, puesto que los de Yolanda Díaz no ven margen para la unanimidad en el marco europeo. Como ejemplo ponen que la izquierda polaca, de su misma familia política europea, aboga porque el gasto en defensa sea estrictamente armamentístico. El PP se mantiene igualmente crítico, sin que la reunión de la pasada semana entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo para abordar el plan de rearme sirviese para acercar posiciones. El presidente del Gobierno, con todo, ha comenzado ya su propia cruzada diplomática para atraer apoyos a sus posicionamientos. Por el momento, ha logrado fisurar el bloque de los países frugales, al poner de acuerdo a Finlandia con la creación de un fondo común para financiar el gasto militar con transferencias. Pedagogía para voltear las encuestas Al mismo que se presiona en Bruselas y se trata de hacer “entender” a los socios la posición del Gobierno para rebajar su oposición, el Gobierno no pierde de vista la pedagogía de cara a la opinión pública. Hace apenas unos meses, el nuevo ‘think tank’ del PSOE lanzado por Pedro Sánchez, la Fundación Avanza, advertía en un informe que la opinión pública española era la más reacia a la inversión en seguridad. Una situación que se empieza a voltear en las encuestas, tanto privadas como en el último CIS, a las que se agarran en Ferraz para defender su hoja de ruta y vaticinar que este apoyo seguirá incrementándose porque “el peligro no va a desaparecer”. Por el momento, el Gobierno planea sortear el Congreso para sacar adelante su plan de rearme. A falta de nuevos presupuestos, su intención pasa sacarlo adelante a través de mecanismos que solo necesitan aprobarse en el Consejo de Ministros, como el recurso al Fondo de Contingencia o las transferencias de crédito desde otros departamentos. Para esto último, se estudia destinar partidas no ejecutadas de las cuentas públicas. 180 millones más en el Consejo de Ministros Esta misma semana, el Consejo de Ministros aprobó partidas para defensa de más de 180 millones de euros. Concretamente, para el mantenimiento de los submarinos S-80, que próximamente se emplearán para ejercicios de la OTAN, de helicópteros y del sistema de dirección de tiro Skydor del Ejército de Tierra. Una cantidad que se suma a los cerca de 1.700 millones de euros destinados a defensa en lo que va de año. Todo ello, sin contabilizar las partidas por la DANA o los mil millones comprometidos en ayuda militar a Ucrania para 2025. Dentro del montante total se incluye gasto estrictamente armamentístico, principalmente para la adquisición de munición (125 millones de euros), pero también para equipos de defensa, suministros, repuestos, subidas salariales a las tropas o con el fin de asumir la participación de las fuerzas armadas en misiones de paz. Esta última partida es la más voluminosa en lo que va de año, con 567 millones a cargo del Fondo de Contingencia, seguida de los 400 millones para actualizar los sueldos de los militares.
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