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  • Entre Ríos, Argentina

  • Se cumple un nuevo aniversario del adiós a Argentino Luna

    » Facundoquirogafm

    Fecha: 19/03/2025 17:40

    1x Argentino Luna, el cultor del canto de la llanura, de la milonga corralera, de las zambas enamoradas, se fue un 19 de marzo de 2011, luego de pelearle palmo a palmo a una enfermedad y hoy su recuerdo sigue vigente en el canto popular argentino. “Soy un agradecido de la vida porque me dio todo lo que un hombre puede soñar y querer, mi familia y los amigos, que a través de los años se fueron agigantando. Y siempre quiero tener, como dice Horacio Guarany, la parrilla de mi casa con la grasita jugosa del último asado, porque eso quiere decir que la mesa nos une seguido”, decía con orgullo Argentino Luna en referencia a la amistad. Nacido como Rodolfo Giménez, el cantor encontró su nombre artístico gracias a la iniciativa del artista plástico Argentino Ortiz Agüero Luna, y a partir de ese momento comenzó su carrera con la guitarra y el canto, recorriendo los escenarios del país, y grabando discos. Desde muy pequeño Argentino repartió su tiempo entre las tareas rurales en Villa Gesell, los estudios y el instrumento que se convertiría en su inseparable compañero en 45 años de trayectoria. “Guitarra prestada” fue el título de su primer disco, que vio la luz en 1968, simbolizando en cierta manera su vocación musical temprana y las sensaciones de un niño, hijo de trabajadores del campo, para quien una guitarra podía ser un artículo de lujo. A lo largo de su extensa carrera, Argentino Luna cosechó innumerables éxitos desde “Zamba para decir adiós”, “Malevo”, “Así cantó Madariaga”, “En Cosquín están cantando”, “A Mercedes Sosa”, “Hijo, no te preocupes”, “Desde el recuerdo te canto”, “Ando por la huella” y “Hoy función guitarra y canto”, son algunas de sus más reconocidas composiciones dentro de un amplio y rico repertorio. Decidor, trovador, juglar de la actualidad y de las realidades sociales, además de ser un conocedor por excelencia de las cosas nuestras y el campo con su milonga fogonera, fue un artista que en el escenario mayor de Cosquín, solo con su guitarra y su canto convertía la plaza en un templo, en un teatro, en comunión con “Juan Pueblo”, como él llamaba a su gente.

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