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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/03/2025 14:37
La puerta de la pensión de Ciudadela donde encontraron el cadáver En las últimas horas, la Policía Bonaerense logró identificar al hombre decapitado esta semana en Ciudadela. El cotejo de sus huellas dactilares reveló que se trata de Brunildo Sánchez Concepción, de 42 años, oriundo de la República Dominicana, con antecedentes penales, según confirmaron fuentes del caso a Infobae. Sánchez Concepción tenía un documento argentino, número 62 millones, emitido durante su estadía en un penal del Servicio Penitenciario Federal. Brunildo, según registros oficiales, fue padre en Argentina: tuvo un hijo en 2013, hoy de once años, a quien le dio su apellido. La madre es una mujer con domicilio en el Bajo Flores, madre de otros dos chicos, de otra relación. Luego, la Justicia le quitó a ese hijo por abandonarlo. En junio de 2018, un juzgado civil porteño emplazó a Brunildo a que “se presente en autos con firma de letrado, a fin de peticionar lo que corresponda, bajo apercibimiento de decretar el estado de abandono del niño”. En octubre de ese mismo año, el juzgado decidió que el niño sea dado en adopción; lo mismo se decidió para los otros dos hijos de la mujer. Así, Brunildo Sánchez fue privado, según el edicto publicado en el Boletín Oficial, del “ejercicio de la responsabilidad parental”. Su cadáver sin cabeza fue encontrado en una pensión de la calle San Martín al 200, frecuentada por rateros y adictos, sospechado de ser un punto de venta de drogas, a seis cuadras de donde vecinos hallaron su cabeza dentro de un bolso. De acuerdo a testimonios relevados por la DDI de San Martín, a cargo de esclarecer el caso, el hombre se encontraba en situación de calle en territorio porteño. Supuestamente, dormía en un auto abandonado en la zona de Flores y no tendría familiares en el país. En horas de la madrugada, un segundo sospechoso se presentó ante la Policía Bonaerense en una comisaría de la zona, en medio de una nueva ola de allanamientos ordenados por la fiscal a cargo de esclarecer el hecho, Melisa Di Giorgi. “Estaba cercado, sabía que le iban a caer”, asegura una fuente con acceso al expediente. Así, el sospechoso, de 35 años, quedó detenido y será indagado mañana jueves. Su nombre y su rol en la trama se mantienen en estricta reserva. El nuevo arresto ocurrió horas después de que la DDI de San Martín detuviera al dueño de la pensión donde se encontró el cadáver de la víctima. Ante los detectives, el hombre aseguró que la víctima “era su amigo” y que estaba “en situación de calle”. Sin embargo, insólitamente, afirmó que “no tenía idea” de que había un cadáver en su propiedad. Ciudadela: vecinos hallaron en un bolso una cabeza (N3F Noticias) Así se encontró el cadáver El descubrimiento del cuerpo fue realizado gracias a un seguimiento de las cámaras de seguridad, combinado con una pista que llegó a las autoridades a través de un llamado anónimo realizado al 911, que indicó que el cadáver estaba en un domicilio en Ciudadela. El relevo de cámaras permitió descubrir que dos hombres llevaron la cabeza en el bolso a la pila de basura a seis cuadras de distancia. Las filmaciones mostraron cómo ambos fueron a pie y volvieron a pie hacia las inmediaciones de la pensión. Este martes por la mañana, otro llamado a una comisaría de la zona, realizado por una mujer, indicó que el cadáver se encontraba en la pensión. La denunciante no solo aportó la dirección exacta: también afirmó que los asesinos planeaban deshacerse de los restos. Así, la DDI acudió al lugar para romper la puerta. Dos mujeres y un hombre, compradores asiduos de droga en el lugar, aseguraban que el cuerpo estaba allí. El cuerpo, que se encontraba con la ropa puesta, tenía signos de haber sufrido varios golpes, además de la decapitación, según determinaron efectivos que participaron del operativo. La macabra teoría policial Un llamado al 911 alertó este lunes por la mañana a la Comisaría N°12 de Ciudadela Sur sobre la presencia de un bolso de tela negra entre la basura en la esquina de Buenos Aires y Boquerón. Un hombre y una mujer de la zona lo habían visto. El bolso parecía nuevo. Se preguntaron si, tal vez, valía la pena llevárselo. Descubrieron rápidamente que brotaba sangre a simple vista. Entonces, asqueados, llamaron a la Policía Bonaerense. Poco después, llegó al lugar un auto del comando de patrullas, con el comisario titular de la Seccional N°12 a bordo. Allí, el comisario ordenó que se abra el bolso. Así, descubrieron la cabeza. El comisario vio que pertenecía a un hombre “de entre 20 y 40 años, pelo negro, tez trigueña”, aseguró a Infobae una fuente del caso. No tenía tatuajes a la vista o alguna marca personal que permita determinar su identidad con mayor rapidez. Policía Científica determinó que la víctima había muerto no más de 24 horas antes del hallazgo, una observación que deberá ser ratificada por la autopsia. Un investigador que vio la cabeza de cerca afirmaba el lunes por la noche: “Fue un corte desprolijo, como si lo hubieran atacado a machetazos”. Dos preguntas se volvían evidentes. ¿Por qué tanta saña para matar? “Te tienen que odiar para que te maten así”, hipotetizaba el detective. Queda una pregunta, entre tantas: ¿por qué decapitar el cadáver, para dejar los restos a solo seis cuadras de distancia? ¿Qué intentaban demostrar los asesinos?
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