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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 19/03/2025 13:01
David Beckham reflexiona sobre los cambios en su vida familiar En vísperas de su 50º cumpleaños, David Beckham aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre el cambio en su vida familiar. En una reciente entrevista con Men’s Health, el exfutbolista se sinceró sobre cómo la dinámica en su hogar cambió tras la salida de sus hijos mayores y cómo enfrenta el síndrome del nido vacío. La transición familiar de los Beckham La familia Beckham, antes compuesta por David, Victoria y sus cuatro hijos, experimentó una transformación notable en los últimos años. Hoy, David y Victoria comparten su hogar con su hija menor, Harper, de 13 años, mientras que los tres hijos mayores—Brooklyn, Romeo y Cruz—comenzaron a seguir su propio camino lejos de la casa familiar. En sus declaraciones, Beckham habló sobre lo “doloroso” que fue este proceso, aunque también reconoció que era algo inevitable. “Pasamos de tener otras cuatro personas en casa a únicamente una”, explicó. Este vacío en la vida familiar fue una fuente de reflexión para el exfutbolista, que se enfrenta a un hogar mucho más tranquilo. El síndrome del nido vacío y la nostalgia David Beckham confiesa extrañar el caos que sus hijos mayores dejaban en casa El cambio más evidente para Beckham fue el vacío dejado por la salida de sus hijos mayores. “Soy un maniático del orden”, confesó, “pero cuando tienes hijos, hay desorden”. Sin embargo, a pesar de ser un hombre muy organizado y disciplinado, Beckham echó de menos ese caos, esas pequeñas huellas que sus hijos dejaban en la casa. “Me encantaría entrar en sus habitaciones y encontrarme toallas mojadas en el suelo. Lo echo de menos”, dijo con nostalgia. Este síndrome del nido vacío tuvo un impacto emocional en él. La casa, que antes estaba llena de risas y energía juvenil, ahora se siente más silenciosa. Sin embargo, David es consciente de que este proceso de transición es natural. La independencia de sus hijos forma parte de un ciclo de crecimiento familiar que, aunque doloroso, resulta inevitable. El vínculo con los hijos mayores Aunque sus hijos ya no viven con ellos, el vínculo entre Beckham y sus hijos sigue siendo fuerte. A pesar de la distancia física, David mantiene una relación cercana con ellos. “Mis hijos son bastante buenos. Siempre me invitan al pub cuando van con sus amigos”, comentó con humor, dejando en claro que, a pesar de la independencia de sus hijos, el cariño y la complicidad siguen presentes. Brooklyn, su hijo mayor, tiene ahora 26 años y está casado con Nicola Peltz. Romeo, a sus 22 años, siguió una carrera en el modelaje después de su paso por el fútbol, recientemente desfilando para Versace en la Semana de la Moda de Milán. Cruz, de 20 años, también comenzó a forjar su propio camino en la música, dividiendo su tiempo entre Nueva York y Los Ángeles. A pesar de que estos tres hijos tomaron sus propias decisiones y caminos, el amor familiar permanece intacto. Harper, la última hija en casa Harper, la única hija que aún vive con David y Victoria, tiene 13 años (EFE) La única hija que sigue viviendo con David y Victoria es Harper, quien, con 13 años, aún está en plena adolescencia. Aunque la relación con Harper sigue siendo fuerte, David sabe que el tiempo llegará cuando ella también se independice, como lo hicieron sus hermanos. “Quién sabe si me habré hecho a la idea para entonces”, comentó con una sonrisa. David reflexionó sobre cómo, con el paso de los años, las dinámicas familiares cambiaron. La transición de tener todos sus hijos bajo el mismo techo a una casa más tranquila fue un ajuste emocional. Sin embargo, él y Victoria continúan siendo una unidad sólida, con el apoyo mutuo y la alegría de ver a sus hijos alcanzar nuevas etapas en sus vidas. Un nuevo capítulo en la vida familiar A pesar de los desafíos emocionales, David Beckham y su familia se enfrentan con optimismo al futuro. Si bien la ausencia de los hijos mayores dejó un vacío, también brindó a los padres la oportunidad de redescubrir su relación y adaptarse a una nueva vida familiar. “Lo que daría por volver a tener eso y no entrar quejándome al respecto”, expresó Beckham, refiriéndose a los momentos de desorden que solían ser tan frecuentes. La transición hacia una nueva etapa de vida familiar está marcada por la reflexión y el crecimiento personal. El síndrome del nido vacío, aunque doloroso, fue una oportunidad para que los Beckham reflexionen sobre su historia y se preparen para lo que viene. Aunque el hogar se haya vaciado en parte, el amor familiar sigue siendo el centro de su vida.
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