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» Derf
Fecha: 19/03/2025 11:50
A la hora de perder grasa, es común que las personas busquen cualquier mínimo beneficio que pueda acelerar el proceso. En este sentido, aparece un debate cada vez más común: para adelgazar, ¿es mejor entrenarse antes o después de desayunar? Lo cierto es que hay una diferencia entre la opción que se elija y la ciencia responde el dilema que ayudará a llevar una vida más sana. Los que plantean que entrenar en ayunas ayuda a quemar grasas, basan su argumento en que el cuerpo las utilizará como fuente de energía debido a que no consumió alimentos durante un periodo prolongado. Y lo cierto es que varios estudios, entre ellos uno publicado por Unicamp, respaldan esta teoría. El cuerpo obtiene energía de los azucares, carbohidratos o las grasas. Pero aunque la quema pueda ser más eficiente en ayunas, eso no quiere decir que sea la forma más efectiva para bajar de peso, ya que el ayuno antes del ejercicio no es recomendable para todos. Si se busca lograr una pérdida de peso saludable, lo más importante es la calidad de los alimentos que se consumen a lo largo del día. En caso de ayunar, entrenar, y luego realizar una dieta basada en comidas de baja calidad nutritiva, el esfuerzo no servirá de nada. Además, para aquellas personas sedentarias que dan los primeros pasos en el gimnasio, salir a correr o practicar algún deporte, puede resultar más difícil adaptarse a estas dos cosas al mismo tiempo: el ayuno y el entrenamiento. Peor aún, si se trata de un paciente con sobrepeso u obesidad, podría experimentar hipoglucemia y malestares por su bajo nivel de insulina. Por eso en algunos casos puede ser mejor romper el ayuno con alimentos saludables y luego entrenar, para lograr una baja en el peso de forma más lenta pero sostenida. Lo cierto es que para aquellas personas que llevan un entrenamiento sostenido en el tiempo, pueden estar seguros que el entrenamiento en ayunas favorece la quema de grasas y además no demostró una reducción en la masa muscular. ¿Qué consejos son los mejores para adelgazar? A la hora de bajar de peso, la alimentación, el entrenamiento y el descanso deben ir de la mano, ya que estos tres puntos tienen la misma importancia. En cuanto a la alimentación, se debe procurar optar por comidas que contengan proteínas magras, grasas saludables, carbohidratos complejos, frutas y verduras, además de bebidas que ayuden a acelerar el metabolismo. En ese sentido, el beber suficiente agua es fundamental. Además se recomienda comer cada 4 horas para evitar la aparición del hambre, siempre y cuando no se trate de alimentos ultra procesados (aquellos que contienen harinas refinadas y azucares añadidos). Un buen descanso ayudará, ya que el estrés favorece la acumulación de grasas. En cuanto al entrenamiento, se recomienda combinar los ejercicios de fuerza –como el levantamiento de pesas- con el cardio –salir a correr o caminar-. Para aquellas personas principiantes, pueden comenzar con ejercicio 3 o 4 veces por semana, mientras que los más avanzados pueden entrenar 5 o 6 veces, para siempre dejar uno o dos días de descanso para que se recuperen los músculos. Con estos simples consejos, la pérdida de grasa sostenida puede convertirse en realidad, sin la necesidad de realizar sobre esfuerzos como el ayuno que pueden derivar en un agotamiento que hará romper la dieta. Aunque entrenar en ayunas puede favorecer la quema de grasas, no es la mejor opción para todas las personas y siempre se debe consultar con un especialista.
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