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  • El agua remite en Alcolea tras un día de máximo riesgo con un desalojo

    » Diario Cordoba

    Fecha: 18/03/2025 18:00

    Con sombra de la duda sobrevolando aún la gestión de la dana de Valencia, las autoridades cordobesas se han puesto las pilas para visibilizar cada paso que dan para controlar el riesgo de inundaciones en la capital. Nadie quiere que los vecinos se sientan solos en una situación similar. Así, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha visitado este martes la zona afectada por las inundaciones en Alcolea en compañía del delegado de Seguridad del Ayuntamiento, Jesús Coca, que ha informado de que "en las últimas horas la crecida del río ha avanzado mucho". Según los testigos colocados en el margen del río para conocer la situación, en menos de diez horas, el nivel del agua ha aumentado por encima de un metro y medio y aunque la situación meteorológica ha mejorado, "esperamos que siga subiendo". De hecho, ya ha sido necesario el desalojo de una vivienda esta mañana. Tal y como ha adelantado el alcalde en rueda de prensa tras la reunión de coordinación celebrada en el Ayuntamiento, el riesgo principal se debe al desembalse de agua del pantano de Navallana "y a que el caudal del río viene muy alto, lo que puede generar más incidencias", ha destacado Jesús Coca, que ha sido prudente asegurando que están "ocupados pero no preocupados" al tiempo que ha hecho un llamamiento a la población para pedir que "no se realice ninguna actividad cerca del río y de los arroyos porque es peligroso, ya que esperamos que suba". "No pensé que iba a subir tanto" Fina vive en Ribera Baja y aunque la noche ha sido de vigilancia, cree que "todavía le falta mucho al río" para que se repitan las escenas que vivieron en 2010. La única casa desalojada es la de un matrimonio de mediana edad que, según Fina, "pasó la noche tranquila, pero, por la mañana, viendo cómo subía el agua, se han puesto más nerviosos y por eso se han ido con familiares". El resto de vecinos de esta calle no deja de subir y bajar para comprobar el avance del agua. "Yo no pensé que iba a subir tanto, no se duerme tranquilo, pero si llega, pues habrá que irse", señala Fina. Francisco Iglesias anda también pendiente del cauce. "Cuando ves cómo sube, empiezas a preocuparte", comenta, "nuestra casa no está en riesgo de desalojo porque está más arriba, pero nunca se sabe porque históricamente alguna vez ha llegado el agua hasta allí". Francisco Javier, otro vecino, y su familia permanece en alerta y con todo preparado. "Mis niños y mi mujer están listos para salir corriendo si hace falta". Nadie quiere que ocurra como la última vez, cuando el agua lo desbordó todo sin previo aviso. La crecida en Alcolea del Guadalquivir / Manuel Murillo La situación en Alcolea En Alcolea, los vecinos de la Calle Camino de la Barca y Ribera Baja han pasado una noche de incertidumbre y preocupación y han dedicado la mañana a preparar las casas para lo que podría avecinarse. En esta barriada cordobesa, tienen experiencia por las crecidas anteriores y aunque de momento todos creen que el riesgo no es inminente, ya que ha dejado de llover, no descartan que el agua que se está desembalsando pueda dar un giro a los acontecimientos en muy pocas horas. Algunos se preguntan por qué no se han decidido a soltar agua antes, viendo cómo iba el río y las previsiones de lluvias. Nadie pegó ojo la noche pasada, pendientes de las patrullas de Policía y bomberos en la zona, pero prevén que esta noche será aún peor. En casa de Ana, el agua alcanzó 1,20 metros y 90 centímetros en la crecida de 2010. Ana es vecina de la calle Camino de la Barca, tiene 79 años y vive con su hermano octogenario, que tiene problemas de movilidad. "Mi hijo ha venido a casa para subir los colchones y los muebles arriba", ha explicado Ana, que se resiste a dejar su casa preventivamente con tal de no mover a su hermano si no es estrictamente necesario. "La Policía sabe la situación y me han dicho que los llame si nos vamos de casa", ha indicado, con gesto de resignación y preocupación. Ana muestra su casa y cómo ha preparado los muebles por si la crecida llega a su casa. / Manuel Murillo A unos metros, otra vecina, Ramoni, relata la pesadilla que se vivió hace quince años, dos veces seguidas en cuestión de meses, y cómo les pilló desprevenidos la segunda inundación, cuando ya tenían todo limpio y recogido. "Ahora estamos todos pendientes y muy preocupados porque las noticias no son buenas", explica, "me acosté cuando amanecía porque, viendo que podían soltar agua del pantano y que anoche estaba lloviendo, no había manera de descansar, nunca sabes lo que puede pasar". Toñi y su familia permanecen también en alerta, ya que sus padres viven en la calle Camino de la Barca. "En las inundaciones de 2010, no estábamos preparados porque hacía cincuenta años que esta calle no se desbordaba", comenta, "ahora no podemos permitir que pase igual, mis padres se han venido a dormir con nosotros y hemos subido arriba todo, puertas, colchones, muebles... por si la cosa va a más". Mejoría en las últimas horas Afortunadamente, la situación ha mejorado levemente a lo largo de la jornada. Según la información publicada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el nivel del río Guadalquivir en el azud de Alcolea alcanzó el máximo de esta crecida a las 12.50 horas (109,10 metros sobre el nivel del mar) y, desde ese momento ha iniciado el descenso hasta alcanzar los 108,63 metros a las 18.50 horas. En esta zona, el límite a partir del cual se encienden las alarmas son los 108,10 metros, según fuentes de la CHG. En abril del año pasado, coincidiendo con las lluvias de Semana Santa, el río alcanzó a su paso por Alcolea los 107,26 metros de altura. 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