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Parana » Pagina Politica
Fecha: 18/03/2025 16:30
Los docentes de las universidades públicas sostienen un paro nacional de 48 horas, en reclamo de mejoras salariales. Un contexto de feroz erosión del poder adquisitivo es el escenario de esta medida de fuerza a la que también adhieren los trabajadores administrativos y de servicios. El deterioro salarial venía de antes del arribo de Javier Milei a la Casa Rosada. Pero los datos parecieran mostrar con crudeza una voluntad política de ahogo al sistema público de educación superior. Lo grafica Chequeado en este cuadro. El Congreso de la Nación intentó revertir la situación con la Ley de Financiamiento Universitario, vetada por el presidente Javier Milei a pocas horas de su sanción. El deterioro salarial ronda el 25% en el último año. La renuncia de docentes se ha hecho un fenómeno pronunciado en provincias en las que las distancias incrementan los costos para el trabajador docente. Es el caso de UBA, de universidades del conurbano bonaerense o la Universidad Nacional de Comahue (Neuquén), entre otras. En Entre Ríos, el deterioro del salario se hace visible en el multiempleo. “Agarramos más trabajos. Se ve cuando se concursa para ser docente en las escuelas porque no se llega con el sueldo. O se agarran más cursos, más seminarios, lo que sea, para ir juntando de a puchos la plata para llegar a fin de mes”, detalló la docente Sofía Cáceres Sforza, secretaria General de Sitradu (Sindicato de Trabajadores de la Docencia Universitaria de Entre Ríos). Contó que además hay modalidad de pago a docentes a través de la asignación de becas Vintec (de Vinculación Tecnológica), lo que de algún modo plasma situaciones laborales de precarización. Esta es la posibilidad, además, de convocar a los trabajadores con dedicación exclusiva que tienen imposibilitado tomar más horas laborales. Son esos docentes los que, según la norma, están asignados a tareas de investigación y extensión en una jornada laboral humanamente imposible de estirar. El saldo, precarización y empobrecimiento de las funciones esenciales de las casas de estudio: hacer ciencia y vincularse con la comunidad. De bolsillo Nadu Ahumada, delegada de la facultad de Trabajo Social por la Asociación Gremial de Docentes Universitarios (AGDU), puso el acento en que la defensa del salario es “la defensa de la universidad pública”, en un contexto social marcado por la represión, puesta de manifiesto en la protesta de los jubilados, y de fuerte afectación a los derechos, lo que para la dirigente se profundiza con el acuerdo con el FMI sellado por la gestión libertaria. Con los informes estadísticos de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) en mano, Ahumada sacó cuentas de la problemática planteada en el marco del paro. “Tenemos un sistema mixto de universidades públicas y privadas. La estadística de 2022 de la SPU registra que tenemos 112 universidades en Argentina, de las cuales 50 son privadas, 57 son universidades nacionales públicas y 5 son provinciales públicas. Tenemos casi la mitad de universidades privadas pero el 80% de los argentinos que estudian lo hace en el sistema público. El desfinanciamiento de la Universidad afecta al 80% de quienes cursan carreras de pregrado y de grado. Son 2 millones de estudiantes”, resaltó. Hubo un tiempo de crecimiento del sistema, a partir de 2012, según los mismos documentos. Fue del 39% en una década, hasta 2022. “Creció en un 39% la población que estudia pero eso no significó el crecimiento de la planta docente y no docente. Somos 145 mil personas las que ejercemos el rol docente y los cargos son 213 mil”, dijo y la explicación es simple: “Hay más cargos que personas lo que refleja, claramente, que es imposible vivir con un solo cargo trabajando en la Universidad”, subrayó Ahumada. De ese total de docentes, el 69% tiene un cargo “simple” que es “la mínima, de 10 horas” y “sólo el 10% tiene un cargo exclusivo”. “Un titular de cátedra, simple, cobra 310 mil pesos cuando ingresa; pero son más los trabajadores JTP, que cobran 207 mil pesos; y auxiliares de primera que perciben 173 mil pesos de sueldo. Es irrisorio”, concluyó. El docente con dedicación exclusiva, el puesto máximo en la Universidad, cobra en promedio, con los descuentos, alrededor de 800 mil pesos de bolsillo. Parar la olla En el marco del paro, Sitradu convoca a una olla popular a partir de las 11.30, este martes, en Plaza Alvear, frente a la sede de la Facultad de Ciencias de la Educación. Para Cáceres Sforza, la Universidad “sigue teniendo un peso fundamental en la sociedad”. “Se demostró en el apoyo generalizado que tuvieron las marchas”, dijo aunque apuntó que “para los estudiantes también es difícil llegar a fin de mes”. “Esto requiere otra lógica de la Universidad para entender los tiempos para recibirse para alguien que trabaja. Hay otra forma de cursar y hay que atenderla. No es solución cuatrimestralizar los planes de estudio o acortar las carreras”, planteó ante el trabajo que se dan las universidades de modificación de las currículas. AGDU, en el marco del paro, convocó a sumar a la comunidad universitaria a las actividades en el marco de la semana de la memoria y a marchar el 24 de marzo, Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Fuente: Página Política
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