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» Elterritorio
Fecha: 18/03/2025 12:54
Jonás M., de 28 años, estaba alojado en la Unidad Penal de Oberá y con la reciente medida judicial será trasladado hasta la sede penitenciaria en Miguel Lanús. Atraviesa una causa por el delito de homicidio simple en perjuicio de Jesús Traico, el gitano de 24 años que fue embestido el 29 de enero sobre la colectora Quaranta martes 18 de marzo de 2025 | 2:42hs. En las últimas horas se sumaron novedades sobre la situación procesal de un joven gitano de 28 años de la comunidad posadeña, acusado de atropellar a Jesús Traico (24) en la madrugada del 29 de enero cuando éste caminaba por la colectora Quaranta de la capital. El imputado estaba alojado en la Unidad Penal II de Oberá, por decisión del Juez de Instrucción 2 Juan Manuel Monte, para resguardar la seguridad de las familias de los implicados, tras los episodios de violencia que escalaron los días en los que el joven estuvo prófugo. Sin embargo, en la jornada de este lunes recibió prisión preventiva y será trasladado al penal de Miguel Lanús. Jonás es el único detenido en el caso que investiga el episodio en el que perdió la vida el chico Traico. La víctima -según precisaron testigos en ese entonces- intentaba apaciguar una discusión que se desataba afuera de su vivienda sobre la avenida Quaranta, y en la que estaba involucrado el actual acusado. Todo parecía haberse resuelto y Traico caminaba por la calle, cuando un automóvil Peugeot 408 de color gris ingresó por esa arteria en contramano y, a alta velocidad, lo chocó de forma violenta. En ese entonces quienes presenciaron lo ocurrido reconocieron a Jonás, quien estuvo prófugo por una semana hasta que se entregó, junto a su defensor, en el Juzgado. Cabe recordar que en las primeras 24 horas posteriores al siniestro, la policía detuvo a Martín M. (28) y a Lucas A., sospechados de encubrir el hecho. Pero ambos, por falta de pruebas, fueron excarcelados a las semanas. El fallecimiento de Traico -hijo de una familia con historial por haber sido víctimas de ataques armados- desató una ola de episodios agresivos entre las familias gitanas implicadas. Fue este escenario caldeado lo que motivó a que, una vez indagado, el acusado fuera trasladado a poco más de 100 kilómetros, hasta la Unidad Penal II de Oberá, donde permaneció hasta la jornada de ayer.
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