18/03/2025 15:00
18/03/2025 15:00
18/03/2025 15:00
18/03/2025 15:00
18/03/2025 14:59
18/03/2025 14:58
18/03/2025 14:58
18/03/2025 14:57
18/03/2025 14:57
18/03/2025 14:56
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/03/2025 04:40
Las moderadas recuperaciones de Wall Street de ayer no marcaron tendencia ni influyeron en la Argentina, donde el dólar comenzó a ser el objeto del afecto de los inversores y del Banco Central. Fue una rueda de recuperación de acciones y bonos que alcanzó a todos los países de la región menos a la Argentina. Brasil logró que el real se revaluara 1% 5,68 y estuviera en el mejor nivel del año. La Bolsa de San Pablo, por su parte, subió 1,46%. El ETF de los países emergentes creció 1,8%. A la Argentina esta bonanza no llegó. Los bonos soberanos perdieron hasta 1,5% y el riesgo país aumentó 13 unidades (+1,8%) a 750 puntos básicos. El acuerdo con el FMI está atrapado por la política y por las dudas sobre el tipo de cambio. Esto explica que a las 16.30, a media hora del cierre, el Banco Central saliera a absorber pesos a cambio de entregar bonos en dólares de una manera contundente y única que permitió contener la suba de los dólares financieros. La sorpresa duró un instante y las divisas siguieron avanzando como lo hicieron durante toda la rueda. El MEP aumentó $12,81 (+1,2%) a $ 1.250,59 y el contado con liquidación (CCL) $15,11 (+1,6%) a $ 1.254,99. La brecha con el tipo de cambio oficial supera 15%. El dólar “blue” tuvo un aumento de $15 a $1.255 y, si bien es un mercado reducido, tiene un impacto psicológico y envía una lectura más clara que los financieros porque cotiza libremente. Se puede decir que los pequeños y medianos ahorristas, clientes de plazos fijos, están eligiendo a la moneda norteamericana como refugio. Pero si se observa con atención no hay brecha entre los dólares financieros y el “blue”. Las divisas sin cepo alinearon su precio. El mercado de futuros dio una invalorable señal de que el tropezón del viernes no se prolongó, pero también que no hay ningún inversor que no tenga una parte de la cartera a la defensiva, es decir que quiere cubrirse de cualquier devaluación tras el acuerdo con el FMI. Lo que trajo tranquilidad es que en el Mercado Libre de Cambios (MLC) que el viernes había negociado más de USD 1.000 millones, operó cifras más racionales de USD 502,2 millones y el Banco Central tuvo que vender USD 56 millones. Las reservas perdieron USD 755 millones a 27.332 millones porque se contabilizaron las ventas en el MLC de USD 474 millones del viernes y porque hubo pagos a organismos multilaterales por USD 310 millones. El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini muestra como las coberturas de particulares y empresas afectan a la suba a la tasa implícita de devaluación a fin de año. Según Reschini, “luego de los 1,98 millones de contratos operados el viernes en futuros ahora se negociaron 543.011. Las cotizaciones volvieron a ajustar con variaciones positivas y las tasas implícitas rondaron el 40% efectivo anual. El mercado volvió a incrementar las expectativas implícitas de inflación y los dólares alternativos siguieron tensando la brecha. Las tasas de futuros que se convalidaron siguen sin alejarse de los niveles de inflación hasta octubre, para cuando el mercado comienza a convalidar una prima por riesgo de devaluación”. El dólar a fin de año cotiza a $1.340 lo que equivale a que los inversores apuestan a una devaluación de casi 25% para lo que queda del año, que supera ampliamente el crawling peg de 1% mensual que acumularía de acá a fin de diciembre poco menos de 10%. Todo esto sucede mientras se aguarda que mañana la Reserva Federal anuncie que el destino de las tasas de interés. La mayoría de los analistas no ven recortes y un grupo importante asegura que este año y el próximo no habrá baja de tasas. En este escenario, los futuros del mundo que se negociaban anoche ponían a los tres principales índices de la Bolsa norteamericana en caída, mientras el oro seguía en alza y se encaminaba al récord de 3.111 dólares y la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos saltaban a 4,30%. A principio de marzo estaba en 4,20%. La suba de las tasas del bono más seguro del mundo, funciona como una aspiradora de los dólares de los países emergentes. La buena noticia es que el yuan se mantiene en 7,23 por dólar. El 65% de las reservas argentinas están integradas por USD 18.000 millones en yuanes. La otra buena noticia es que en la medianoche subían el maíz, el trigo y la soja. Según la Bolsa de Comercio de Rosario “en Chicago los cereales cierran la primera rueda de la semana en verde. El trigo ganó más de 2% impulsado por las preocupaciones climáticas en torno al desarrollo de los cultivos en Estados Unidos frente a un escenario de posible estrés hídrico y un fuerte temporal que puede llegar a dañar las implantaciones en los campos del norte. El maíz también cerró con ganancias, en parte siguiendo la tendencia del trigo y apoyado por la depreciación del dólar que vuelve más competitivos los granos estadounidenses respecto al resto”. La Bolsa sigue sin sostenerse. Las subas se produjeron con escasos negocios. El Merval de las acciones líderes subió 0,5% en pesos y cayó 0,5% en dólares. Esta pérdida de rentabilidad de las inversiones en moneda local hace hablar del fin del carry trade: los que estaban invertidos en pesos creen que llegó la hora de volver al dólar. Se debe separar la economía del mundo de lo que está sucediendo en la Argentina. El Gobierno muestra vulnerabilidades en el manejo de la política que influye directamente sobre el dólar. Los inversores ya no creen ciegamente en una devaluación de 1% mensual y las consultoras elaboran sus propias teorías sobre el tipo de cambio tras el acuerdo con el FMI. Por la cabeza del Gobierno no pasa la palabra “devaluar”, pero la política le ha quitado el poder de persuasión que tenía sobre los inversores. Cuando la política es más fuerte que la economía aparecen luces de alerta. Lo que estaba exhibiendo el mundo en el mercado “overnite” no es de buen augurio para hoy en bonos y acciones locales.
Ver noticia original