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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/03/2025 04:39
¿Qué dejaron los K con 10 veces más de ingresos que el Plan Marshall? El sistema energético destruido, al igual que las rutas, el acceso al agua potable, los trenes, etc. y encima el país en recesión, con cepo cambiario y una pobreza Explicar la decadencia económica argentina no parece tan difícil. Luego de haber crecido generando un gran flujo de inversiones en el sector real de la economía de y haber sido uno de los países más prósperos del mundo, Argentina entró en una larga decadencia a partir de la década del 40. Los políticos que se conocen como la generación del 80 (Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca, Pellegrini, inspirados en las ideas de Juan Bautista Alberdi) lograron el milagro argentino, que no fue ningún milagro, sino tener un país con orden, previsibilidad en las reglas de juego e incorporación de la economía argentina al mundo. Eso generó un tsunami de inversiones que hicieron de Argentina la potencia a la que todos queremos volver. Luego aparecieron los populistas con sus políticas distributivas, el proteccionismo, el aumento de la burocracia estatal, el incremento de la carga tributaria, los controles de precios y salarios y otras medidas demagógicas que generaron un fenomenal gasto público y trabas a la producción, que hubo y jay que financiar con impuestos, endeudamientos que terminaban en default y emisión monetaria con los correspondientes procesos inflacionarios. Sencillamente se pasó de reglas de juego que permitían sostener una senda de crecimiento de largo plazo a reglas de juego que desestimulan la inversión y la producción. Se pasó de reglas de juego que permitían sostener una senda de crecimiento de largo plazo a reglas de juego que desestimulan la inversión y la producción La pregunta a formularse es: ¿por qué muchos votan populismo? ¿Por qué durante décadas sigue votando un populismo u otro? Con diferentes modales, pero populismo al fin. En principio uno tiende a pensar que la contrapartida de tanto gasto público es la carga tributaria que tiene que soportar la población, la cual podría llevar a rechazar las propuestas populistas, sin embargo, los populistas son populistas, pero no estúpidos, saben qué hacer para sostenerse en el poder. En primer lugar, es importante resaltar que la democracia se convirtió en una carrera populista en la que cada partido político trata de llegar al poder prometiendo la mayor cantidad de redistribución posible o de aplicar medidas incumplibles. Cuantas más promesas de “repartir” riqueza, más votos. Sin embargo, si a todos los votantes se les tuvieran que cobrar más impuestos para redistribuir, el político populista perdería su carrera. El populista pierde el voto de un sector de la sociedad, pero gana una mayor porción de votos del electorado que es al que beneficia con lo que le “roba” a los sectores de mayores ingresos (Foto: EFE) ¿Cómo resuelve el problema el populista? Simplemente aplica la mayor carga tributaria sobre los sectores más pequeños de la población para transferírselos a sectores más amplios. Así, el populista pierde el voto de un sector de la sociedad, pero gana una mayor porción de votos del electorado que es al que beneficia con lo que le “roba” a los sectores de mayores ingresos. Es solo explotar a sectores de ingresos altos y medios para dárselos a sectores de ingresos más bajos. El balance del aumento de la presión tributaria versus los votos ganados por el populismo es lo que hace la diferencia a favor de esos políticos El balance del aumento de la presión tributaria versus los votos ganados por el populismo es lo que hace la diferencia a favor de esos políticos. Renta agropecuaria compartida ¿Por qué el campo tiene que entregar el 67% de la renta de la soja al Estado? Por la sencilla razón de que los votos de los productores de soja son infinitamente menores a los votos de los que reciben, en forma de subsidios, los impuestos que el Estado les confisca a los productores. Pierden el voto de los productores de soja, pero ganan muchos votos más de los que reciben gracias a lo que el Estado le quita a los productores. Pierden el voto de los productores de soja, pero ganan muchos votos más de los que reciben gracias a lo que el Estado le quita a los productores (Foto: Reuters) Claro que a mayor redistribución mayor carga tributaria. Por lo tanto, el populista tiene que buscar sectores más amplios de la sociedad para ampliar la base imponible, lo cual lo lleva a generar descontento en sectores de la población que antes no expoliaba, perdiendo caudal de votos. Por ejemplo, cuando se aumenta el IVA, el Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría u otros impuestos. El punto es muy evidente. En su carrera populista los políticos primero aplican una feroz carga impositiva sobre los sectores que generan puestos de trabajo. Esto desestimula la inversión, baja la productividad y disminuye la riqueza disponible a distribuir. La trampa original de cobrarle mucho a pocos para distribuir entre muchos se desvanece y tienen que cobrarle mucho, a muchos Cuánto menor riqueza hay, menos para repartir y se buscan otros sectores a los que castigar con impuestos hasta que la carga tributaria abarca a tantos sectores que, finalmente, la trampa original de cobrarle mucho a pocos para distribuir entre muchos se desvanece y tienen que cobrarle mucho, a muchos. Eso marca el fin del proceso populista más feroz. En algún punto comienza un proceso más prudente o se desemboca en una terrible dictadura que tiene que reprimir el descontento popular, como en Venezuela. Plan Marshall Al terminar la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. implementó el Plan Marshall para ayudar a sus aliados e incluso a sus enemigos a reconstruir sus economías. Para eso, contó con USD 13.000 millones, que a serían unos USD 120.000 millones actuales, y fue dividido entre varios países. Uno de ellos fue Alemania que recibió el 11% del total. Esto quiere decir que adjudicarle el milagro alemán al Plan Marshall es un error. Fue la firmeza con la que Ludwig Erhard, ministro de Economía de Konrad Adenauer a partir de 1949, llevó adelante su política de liberación de la economía. La llamada economía social de mercado. Adjudicarle el milagro alemán al Plan Marshall es un error. Fue la firmeza con la que Ludwig Erhard, ministro de Economía de Konrad Adenauer a partir de 1949, llevó adelante su política de liberación de la economía (Foto: Getty) Entre 2003 y 2015, los K, que llevaron el populismo a su máxima expresión, recaudaron USD 1,2 billones, es decir, 10 veces más que lo que fue el plan Marshall. Lo dramático es que Europa se reconstruyó. Los caminos, puentes, sistema energético, agua potable, etc. que habían quedado sepultados bajo los escombros de la guerra fueron reconstruidos y la economía europea creció entre 1948 y 1951 al 2,2% anual (datos de Nicolás Cachanosky). ¿Qué dejaron los K con 10 veces más de ingresos que el Plan Marshall? El sistema energético destruido, al igual que las rutas, el acceso al agua potable, los trenes, etc. y encima el país en recesión, con cepo cambiario y una pobreza del 30% según, estimaciones privadas, porque para no mostrar los datos reales, el entonces ministro de Economía Axel Kicillof se le ocurrió discontinuar la publicación de los datos para no “estigmatizar” a los pobres. Si bien antes de los K hubo gobiernos populistas, ninguno llegó a tal grado de destrucción institucional y, sobre todo, a sembrar un profundo resentimiento dentro de la sociedad Cito al kirchnerismo, porque si bien antes de ellos hubo gobiernos populistas, ninguno llegó a tal grado de destrucción institucional y, sobre todo, a sembrar un profundo resentimiento dentro de la sociedad haciéndole creer a los pobres que ellos eran pobres porque otros eran ricos, mientras los kirchneristas llenaban sus bolsos con millones de euros para su propio bienestar en base a la corrupción de la obra pública. En síntesis, el populismo lleva dentro el virus de su autodestrucción o de las dictaduras más violentas que se conocieron en la historia para poder dominar el descontento popular. Se sabe cómo comienza el populismo, lo que no se sabe es cómo termina: si en una dictadura asesina al estilo chavismo o perdiendo el poder en las urnas. La única certeza es que sabemos cómo deja el país: destruido.
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