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» Elterritorio
Fecha: 18/03/2025 01:34
Así como Mitre y Guaraní se cruzaron en los últimos años en el Regional y el clásico posadeño llenó canchas, ahora le tocó al Auriazul en el Federal A y ante Crucero. El público acompañó y puede ser un renacer para el deporte en la provincia lunes 17 de marzo de 2025 | 17:00hs. Crucero y Mitre tuvieron su debut en el Federal A. Foto: Marco Isaac. Crucero pasó muchos años solo en el torneo Federal A. El 11 de marzo se cumplieron 7 años del descenso de Guaraní al torneo Regional, pero el fútbol misionero no tenía un mano a mano entre sus equipos desde noviembre de 2017. Demasiado tiempo para que dos equipos de la tierra colorada no estén en la misma categoría. Lo dicho, el Colectivero se mantuvo con mejores y peores actuaciones. Solamente faltó a un torneo y a causa de la pandemia de Covid-19. Después, siempre estuvo, pero tuvo que luchar siempre contra los de afuera. Viajar fin de semana de por medio y tratar de conquistar al público, a veces reticente a acompañar a los equipos locales. A la par, Guaraní jugó un par de finales en el Regional y no pudo volver a la tercera categoría del fútbol argentino. A la par también, Mitre reforzó lo que era un sueño: pelear por el primer ascenso de su historia. El camino del Auriazul, su reconstrucción, comenzó en 2014 y una década después tuvo la primera oportunidad. Perdió la final ante Defensores de Evita en Formosa, pero la clave estuvo en mantener el proyecto. Con algunos nombres nuevos, pero con la gran base de ese Regional 2023/24 y con el mismo cuerpo técnico con Miguel ‘Pico’ Salinas a la cabeza, los de Rocamora encararon un nuevo Regional con la misión de dar el salto. En el medio pasó lo que había pasado en la temporada 2021/22. Hubo clásicos ante Guaraní. En aquella oportunidad fueron en la fase de grupos. Esos partidos, primero en Villa Sarita y después en Rocamora, reavivaron a los hinchas de Posadas. El clásico de la capital misionera, entre los más ganadores a nivel local, se mudó, por primera vez, a un torneo nacional. Las canchas llenas despertaron la pasión de las viejas épocas, cuando la Franja y el Auriazul peleaban por ver cuál clasificaría al Regional. Los “clásicos modernos” entre Guaraní y Crucero durante la primera parte del siglo fueron importantes para que ambos armaran su historia en el ascenso del fútbol argentino, para que se miraran de reojo y compitieran de manera sana, dentro y fuera de la cancha. Con canchas llenas, con todo el color que podía tener un mano a mano entre equipos de la misma liga. Los caminos de Crucero y Guaraní se volvieron a juntar en la B Nacional 2014, pero estuvieron en grupos separados y recién se volvieron a ver las caras en el Federal A 2017/18, que terminaría decretando el descenso de la Franja. El clásico de fin de 2024 y el de inicio de 2025 entre Mitre y Guaraní volvieron a levantar la temperatura de la tierra colorada y el ascenso de los de Rocamora volvió a darle al fútbol misionero una nueva oportunidad. Ahora fue Crucero-Mitre, en unos meses será Mitre-Crucero. El fútbol misionero tuvo un nuevo mano a mano en un torneo nacional, en una categoría superior y los hinchas lo entendieron. El público del Colectivero y el neutral (eufemismo para no decir el de Mitre) volvieron a la cancha. Se generó una linda expectativa en la previa y el marco en el Andrés Guacurarí fue el que merecía el debut de ambos en el Federal A. Los hinchas, los locales y los neutrales, acompañaron en el estadio Andrés Guacurarí. Ahora los hinchas tendrán que redoblar la apuesta y seguir apoyando a los equipos de la tierra colorada en sus distintas actuaciones en casa. Necesita, también, el fútbol de Misiones que suba otro equipo más, que la provincia sea una plaza fuerte como sucede con Salta y Santiago del Estero. Crucero y Mitre, Mitre y Crucero, le dieron una nueva oportunidad al fútbol en Misiones y será el turno de los hinchas de reafirmar esa chance. Guaraní está en otra etapa, con una comisión directiva que recién dio sus primeros pasos, pero la tierra colorada necesita más equipos en el Federal A para luego soñar más arriba, para volver a tener más tardes de hazañas y equipos para recordar.
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