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» Diariopinion
Fecha: 17/03/2025 14:36
La Justicia que defiende Coll, es la misma que en 4 décadas no condenó, ni investigó a ningún funcionario de Gildo Insfrán. El Superior Tribunal de Justicia de Formosa, dominado por jueces con antecedentes de militancia justicialista, es el mismo que en más de 40 años de democracia no ha condenado, procesado ni investigado a ningún funcionario del gobierno provincial. Sin embargo, sí se ha encargado de inhabilitar de manera exprés al único intendente radical que logró ganarle una elección al gildismo en la capital formoseña. Este vergonzoso sesgo partidario desnuda el real estado de la justicia en la provincia: un aparato judicial al servicio del poder político, diseñado para garantizar impunidad a la casta gobernante y perseguir a la oposición. Si como dice Coll, el Juicio Político no es el camino para cuestionar mal desempeño de los jueces?. Entonces cuál es el camino: la voluntad de Gildo Insfrán? Ahora, ese mismo Ariel Coll, que representa a una justicia cooptada por el PJ formoseño, se pronuncia en contra del posible juicio político contra la jueza Karina Andrade, quien liberó a violentos contratados por intendentes kirchneristas del conurbano bonaerense para generar caos y disturbios en un nuevo intento de desestabilización. Para Coll, el juicio político contra Andrade constituye "una grave intromisión en el Poder Judicial", como si el mal desempeño de jueces militantes no fuera motivo suficiente para someterlos a escrutinio institucional. Blanca Denis y Edgar Pérez Coll argumenta que la Constitución Nacional y los tratados internacionales garantizan la independencia judicial, pero en Formosa esa independencia jamás existió. En la provincia, la justicia ha sido utilizada como una herramienta de protección para el poder político y sus negocios oscuros, blindando casos escandalosos como el narcotráfico vinculado a funcionarios privilegiados del gildismo, entre ellos Blanca Denis y Edgar Pérez. Justamente una de las integrantes del Superior Tribunal de Justicia, la doctora Claudia Fernández, llegó al cargo pese a ser esposa de otro integrante del STJ el doctor Marcos Brunos Quinteros, ex apoderado del PJ en Formosa, luego que la blidará de impunidad a Blanca Denis y Edgar Perez, luego la camioneta personal de los funcionarios Gildistas, fuera sorprendido conducido el sobrino del corazón de Blanca Denis, transportando más de 2 kilos de cocaina y un ladrillo de marihuana. La camioneta de Blanca Denis y Edgar Perez, nunca fue secuestrada, su domicilio nunca fue allanado, jamás se los llamó ni siquiera a declarar, la entonces juez subrogantes Claudia Fernández, anuló el secuestro de la droga y la hizo desparecer, la Cámara Federal anuló la desición de Claudia Fernandez, pero el caso se constituyó en el más vergonzoso caso de impunidad con la más descarada protección politica, judicial, policial, que recuerde la historia de la provincia de Formosa. Coll, un juez que representante del Superior Tribunal dominado por exfuncionarios gildistas, exapoderados del PJ y magistrados con vínculos personales y políticos con el poder de turno, ahora se erige como defensor de la independencia judicial cuando la parcialidad de los fallos de la Justicia que integra es evidente. Si fuera verdad como dice Coll, que el juicio político no es el mecanismo adecuado para cuestionar fallos judiciales porque afecta "los principios fundamentales del sistema republicano", entonces, ¿quién controla el desempeño de los jueces? ¿Por qué en Formosa la justicia nunca aplicó esos principios fundamentales del sistema republicano para garantizar investigaciones imparciales contra el poder de turno? La hipocresía de Coll y del aparato judicial formoseño es evidente. Usan la bandera de la "independencia judicial" cuando se trata de proteger a sus propios jueces militantes, peroen la provincia, ese mismo principio nunca existió para investigar la corrupción estructural del gobierno de Gildo Insfrán. El blindaje judicial del gildismo se exhibe una vez más, mientras la impunidad sigue siendo la única ley que rige en Formosa.
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