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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 17/03/2025 14:02
César Gómez es bombero voluntario en Gualeguaychú. En el pasado supo desarrollar su actividad en Capital Federal. Fue allí donde le tocó vivir uno de los días más trágicos de nuestra historia. “El terrorismo no discrimina”, dice. Lunes, 17 de Marzo de 2025, 4:40 Por Isidro Alazard A 33 del atentado contra la Embajada de Israel. Un 17 de marzo de 1992 a las 14:45 horas, nuestro país sufrió un ataque terrorista en la embajada israelí en Buenos Aires. Este fue el segundo peor atentado en la historia de Argentina, sólo superado por el producido, dos años después, en la AMIA. La esquina de Arroyo y Suipacha fue destruida cuando una camioneta Ford F-100, conducida por un suicida y cargada con explosivos, fue estrellada contra el frente del edificio de la Embajada de Israel. También se produjeron daños a una iglesia católica y una escuela ubicada en un edificio cercano, dejando un saldo de 22 muertos y 242 heridos. César Gómez, quien supo ser parte del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal Argentina en Capital, vivió ese día: estaba de franco, pero ante la trágica noticia, recibió un comunicado para sumarse de inmediato a las fuerzas. “Lo vivido aquel 17 de marzo marcó un antes y un después en mí vida profesional”, contó en diálogo con EL ARGENTINO. “Por primera vez me toco trabajar en un atentado terrorista de esa magnitud y, aunque uno no lo desee, cada año me vienen a la mente las imágenes de lo vivido hace 33 años en Arroyo y Suipacha. Me parece que fue ayer”. Actualmente, y como en sus inicios, Gómez ejerce como bombero voluntario en Gualeguaychú. “Ingresé en los Bomberos, acá en la ciudad, en el año 1981, tenía 16 años. Por entonces, la Ruta Nacional N°14 no era autopista y ocurrían accidentes muy a menudo, y en ese tipo de emergencias se basaba principalmente mi actividad. Habiendo desarrollado la actividad bomberil, me propuse llevarla a cabo y poder vivir de ella, motivo por el cual tuve que radicarme en Capital Federal”. “En 1985 comencé a formar parte del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal, fui pasando por distintos cuarteles, todos del área urbana. Allí acudí a infinidad de intervenciones, viendo de todo un poco, pero nunca voy a olvidar ese día”, contó, notablemente emocionado. Y concluyó: “hoy se cumple un nuevo aniversario de aquel atentado que se llevó muchas vidas inocentes y dejó cientos de heridos, afectando, además de las propias instalaciones de la embajada, la parroquia Madre Admirable, un hogar de ancianos, una escuela y departamentos linderos. El terrorismo no discrimina. Memoria y justicia por tantas vidas inocentes”.
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