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Parana » Pagina Politica
Fecha: 17/03/2025 02:41
Cosita Romero, encabezando la remada. Crédito Nicolás Rigaudi Por: Redacción de Página Política Sigue su curso la campaña “Remar Contracorriente”, una organización multisectorial que une a activistas en defensa de la soberanía sobre el río Paraná ante el proceso licitatorio para la explotación de la navegación por el curso de agua. La campaña tiene como eje central la travesía a remo que une las localidades ribereñas, desde Clorinda, en Formosa; hasta Rosario, en Santa Fe “en defensa del agua, la vida y la soberanía territorial”. Este domingo, los remeros fueron recibidos en el Balneario Municipal con banderas argentinas, aplausos, la entonación del Himno Nacional. Fue uno de los arribos más multitudinarios y emotivos desde que se inició la campaña, alrededor de las 18 con la presencia de más de cincuenta embarcaciones de todo tipo, kayaks, botes a vela y a motor, que acompañaron a las “La Yaguarona”, “La del Zurdo”, “Salvemos al Paraná” y la flotilla de “Los Guardianes de la Remada”. Algunos de los escoltas cortejaron desde Villa Urquiza, donde partió la delegación luego de hacer noche en el lugar, según la crónica del arribo que realizó el portal Era Verde. La jornada continuó en la playa con un festival artístico musical que difundió los ejes de la campaña hasta que la lluvia impidió continuar, pasadas las 22. La remada contracorriente evoca otra anterior, hace 28 años, cuando se movilizó contra el Paraná Medio, lucha que concluyó con una declaración por ley del Paraná como libre de represas. Como entonces, esta iniciativa también tiene como uno de sus protagonistas al militante ambientalista Luis “Cosita” Romero que encabezó el domingo el arribo a la ciudad. Durante el encuentro en el Balneario Municipal se dio lectura a un documento que plasma los objetivos de la campaña iniciada el 1º de marzo con la partida de los remeros desde el puerto de Clorinda. Soberanía, cultura, vida “El Río Paraná uno de los sistemas hídricos más importantes de América Latina, es fuente de vida, historia, cultura y economía para millones de personas”, apunta el documento que recuerda luego la gesta en contra de la represa del Paraná Medio. “Nuestro río conecta siete provincias, sustenta y alimenta ecosistemas únicos, desde las Cataratas del Iguazú -patrimonio de la humanidad- el gran Chaco y Acuífero Guaraní -reserva de agua dulce para las actuales y futuras generaciones- pasando por los Esteros del Iberá y diversos sitios Ramsar para culminar en el Delta del Paraná, previo a convertirse en mar en el Estuario del Río de la Plata. Este extenso sistema de humedales que forma parte de la Cuenca del Plata, es uno de los más grandes del mundo, espacio vital para las comunidades ribereñas y para los más de 10 millones de argentinos relacionados directa o indirectamente con el caudal, que aún se mantiene con vida”, se resalta en el documento. “Hoy el Paraná enfrenta una grave amenaza, el pliego de licitación sobre el corredor fluvial apunta a privatizar su gestión por 30 años y con posibilidad de extender por 30 años más pretende convertir nuestro río en una autopista fluvial al servicio de intereses extranjeros. Ante el escándalo internacional por una licitación diseñada a medida de los amigos del poder y llena de inconsistencias jurídicas, sumado a las numerosas denuncias públicas y procesos judiciales iniciados, el gobierno nacional tuvo que declarar desierta la licitación, cuyo pliego se realizó violando la Constitución Nacional, desconociendo el dominio originario sobre los recursos naturales existentes en territorio de las Provincias, sin cumplir los mecanismos de la Política Ambiental Nacional, los presupuestos mínimos ambientales, y la participación informada de los habitantes del pueblo de la Nación Argentina, que somos los titulares del derecho a un ambiente sano y equilibrado”, se argumenta. Impacto de la licitación El documento hace un repaso de las consecuencias de la licitación. “Destrucción del ecosistema fluvial: el dragado profundo a 44 pies. La propuesta de profundizar el dragado pretende llevar todo el tramo del río Paraná desde la localidad de Timbúes hasta la desembocadura en el Río de la Plata a una profundidad de 44 pies, para facilitar el ingreso de barcos de ultramar. Se trata de una medida sin ningún tipo de Estudio de Impacto Ambientales Acumulativos y mucho menos Evaluaciones Ambientales Estratégicas, que pone en grave riesgo a los humedales, la fauna ictícola y las dinámicas naturales del río provocando un verdadero ecocidio”, se remarca. “Al removerse los sedimentos del lecho del río se liberarán contaminantes que se mezclarán con el agua afectando su calidad en forma peligrosa para la biodiversidad de los ecosistemas asociados y para el consumo humano, siendo la capacidad de las plantas potabilizadoras de agua para afrontar esta problemática de la eliminación de estos contaminantes es dudosa. El ingreso de buques de gran porte generará oleaje que afectará las orillas del río produciendo desmoronamientos de las barrancas y destrucción de playas y ambientes ribereños. Las alteraciones del cauce provocan erosión, inundaciones y desplazamiento de comunidades, y afectan las formas de producción y cultura de pueblos que son parte de ese corredor biocultural, como por ejemplo la pesca artesanal, actividad de sustento para miles de familias a lo largo de las ciudades costeras”, advierte el documento. También se alude a la pérdida de soberanía por cuanto “el control sobre lo que se transporta y sucede en el río, quedaría a manos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense. La gestión privatizada del Paraná (por 60 años) perpetúa la evasión fiscal, el contrabando y el control extranjero sobre un recurso estratégico, pudiendo ser una caja de obtención de ingresos para un país que tiene el 50% de su población sumida en la pobreza”, se afirma. Se asegura que “el modelo de intervención vigente no es desarrollo ni progreso, sino que profundiza el extractivismo y la desigualdad convirtiendo al río Paraná en una autopista fluvial para que grandes corporaciones puedan llevarse nuestras materias primas, al menor costo posible, en el menor tiempo. De esta manera, nuestro Río queda delineado en función de los intereses de corporaciones transnacionales, y el Estado renuncia a ejercer la soberanía sobre la principal vía fluvial por donde circulan las riquezas que se producen en toda la Cuenca del Plata y el 80% del comercio exterior de nuestro país. Por otro lado, es la puerta de entrada para el ingreso de infinidad de productos importados, que son miles de horas de trabajo que tanta falta hacen en esta Argentina cada vez más desigual”, se señala. Para “Remar Contracorriente”, con esta licitación, Argentina se encamina a profundizar un modelo de extranjerización que ha consolidado el dominio del capital extranjero en todos los eslabones de nuestro comercio exterior y su logística. El sistema portuario, el dragado del río, los buques y barcazas que transportan las cargas y hasta el control del acceso al Río de la Plata, seguirán en manos de potencias extranjeras, que buscan asegurarse las cadenas de suministro y reforzar la histórica división entre países productores de materias primas y países productores de manufacturas”. Se reclama, en el texto, la derogación del decreto 709 que ordena la licitación; que se realicen las evaluaciones ambientales independientes previo a cualquier intervención, que se constituyan comités de cuenta que permitan planificación y gestión pública, soberana, federal y participativa del río “priorizando los intereses de las comunidades locales, el equilibrio de los ecosistemas y los derechos de las actuales y futuras generaciones”. Se pide la “protección urgente y efectiva de las comunidades, culturas, humedales y ecosistemas asociados al río Paraná” y se le reclama al gobernador Rogelio Frigerio y a los legisladores que ejerzan “el dominio originario de los recursos naturales en territorio provincial acorde a lo que expresa nuestra constitución provincial”. Fuente: Página Política
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