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  • Evangelio de hoy 16 de marzo, 2025 – SinLimitesGalvez

    » Sin limites

    Fecha: 16/03/2025 16:11

    Evangelio de hoy – Pildorasdefe.net Domingo, 16 de marzo, 2025 Lecturas completas: Clic aquí y reflexiona Maria, Comparte el Evangelio a través de los botones de compartir y que el amor de Dios llegue a más personas. Dios te pague Facebook Twitter Telegram Whatsapp Oración de preparación Jesús, quiero apartar mi corazón del ruido del mundo y escuchar solo la voz del Padre que me pide escucharte y seguirte. Permíteme verte con los ojos de la fe, aun en medio de la rutina y las pruebas de la vida. Que tu luz transfigure mi interior, sanando mis miedos, disipando mis dudas y fortaleciéndome en la esperanza. Amén. (Qriswell Quero, Pildorasdefe.net) Maria, disfruta de un tiempo de paz en la mañana con la Oración del Día, para ponerte en la Presencia de Dios. Haz clic en el siguiente botón: Clic aquí para Orar Celebración de hoy Segundo Domingo de Cuaresma: Transfiguración al amor En este segundo Domingo de Cuaresma, la Iglesia nos presenta el episodio de la Transfiguración del Señor. Oración para el segundo Domingo de Cuaresma Coronilla a la Misericordia Coronilla a la Divina Misericordia de Hoy Domingo y Consagración Consagramos nuestro día al Señor y nos nutrimos de Su Eucaristía pidiendo paz y alegría en nuestras familias y por tus intenciones Lecturas del día Maria, hoy el Evangelio nos trae el pasaje sobre La Transfiguración de Jesús, un acontecimiento de gran profundidad espiritual en el que se nos revela su divinidad de manera clara. Presta atención a las lecturas de hoy. Otras celebraciones: San Heriberto de Colonia fue elegido obispo por voluntad popular. Fundó el monasterio benedictino y la Iglesia de Deutz. Es invocado para conseguir la lluvia Génesis 15,5-12.17-18. El Señor Dios sacó a Abram fuera y le dijo: «Mira hacia el cielo y, si puedes, cuenta las estrellas». Y añadió: «Así será tu descendencia». Abrám creyó en el Señor, y el Señor se lo tuvo en cuenta para su justificación. Entonces el Señor le dijo: «Yo soy el Señor que te hice salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra». «Señor», respondió Abrám, ¿cómo sabré que la voy a poseer?». El Señor le respondió: «Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos ellos de tres años, y también una tórtola y un pichón de paloma». Él trajo todos estos animales, los cortó por la mitad y puso cada mitad una frente a otra, pero no dividió los pájaros. Las aves de rapiña se abalanzaron sobre los animales muertos, pero Abrám las espantó. Al ponerse el sol, Abrám cayó en un profundo sueño, y lo invadió un gran temor, una densa oscuridad. Cuando se puso el sol y estuvo completamente oscuro, un horno humeante y una antorcha encendida pasaron en medio de los animales descuartizados. Aquel día, el Señor hizo una alianza con Abrám diciendo: «A tus descendientes les doy esta tierra, desde el Uadi de Egipto hasta el Gran Río, el Éufrates». Salmo 27(26): El Señor es mi luz y mi salvación. (R) El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién he de temer? El Señor es el refugio de mi vida, ¿a quién he de temer? /R. Escucha, Señor, mi llamada, ten piedad de mí y respóndeme. De ti habla mi corazón; a ti busca mi mirada. /R. Tu presencia, Señor, busco. No escondas de mí tu rostro; no rechaces con ira a tu siervo. Tú eres mi ayudador: no me deseches. /R. Creo que veré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera al Señor con valor; ten ánimo y espera en el Señor. /R. Filipenses 3,17-4,1. Sigan mi ejemplo, hermanos y hermanas, y observen atentamente a los que siguen el ejemplo que yo les he dado. Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la perdición, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que debería avergonzarlos, y solo aprecian las cosas de la tierra. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para poner todas las cosas bajo su dominio. Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor. Lucas 9,28b-36. En aquel tiempo, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago y subió al monte a orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y su ropa se volvió de un blanco resplandeciente. Y he aquí que dos hombres conversaban con él, Moisés y Elías, que aparecieron en gloria y hablaron de su éxodo que iba a realizar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero al despertarse completamente, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Cuando estaban a punto de separarse de él, Pedro dijo a Jesús: «Maestro, es bueno que estemos aquí; hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Pero no sabía lo que decía. Mientras aún hablaba, llegó una nube que les hizo sombra, y se asustaron al entrar en la nube. Entonces, de la nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo elegido; escuchadle». Después de que la voz habló, Jesús se encontró solo. Guardaron silencio y no contaron a nadie lo que habían visto» Palabra del Señor.

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