16/03/2025 19:25
16/03/2025 19:24
16/03/2025 19:24
16/03/2025 19:24
16/03/2025 19:24
16/03/2025 19:23
16/03/2025 19:23
16/03/2025 19:23
16/03/2025 19:21
16/03/2025 19:20
Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 16/03/2025 12:51
“Buenos días mis queridos Gualeyos, soy Priscila Ara. Con mi familia estuvimos como voluntarios en Asia, Nepal, viviendo desde fines de noviembre a principio de febrero. Queríamos compartir con ustedes un poquito de nuestra experiencia y agradecer por el apoyo recibido por tanta gente. No fue fácil llegar a destino, ya que tuvimos que tomar varios vuelos; el primero de Trelew a Bs As, luego hasta Brasil donde por un inconveniente con una visa de uno de los lugares donde hacíamos escalas no nos dejaron abordar para seguir viaje; por lo que como familia estuvimos al principio un poco angustiados por la situación, pero con la tranquilidad de que Dios permite siempre para bien las cosas, aunque a veces no entendamos sus tiempos o porqués. Llegamos finalmente después de varios días a Nepal, al sureste en límite con la India; nos recibieron con collares de flores Sonia y Paul y nos invitaron a cenar como bienvenida. Desde allí viajamos al pueblo llamado Ramillo que fue nuestro hogar. Se acostumbra allí a alquilar casas compartidas con las familias que allí viven; compartíamos la escalera, pero nuestros hijos y también nosotros nos sentimos tan bienvenidos que aun seguimos en contacto. Tommy y Clari jugaban con los vecinos todos los días desde las 7 de mañana hasta las 10 que es el horario de ingreso a la escuela en Nepal. Sonia y Paul de ONG Mercy Mission junto a los niños de Nepal- -Pasamos por momentos muy hermosos, nos hicieron sentir parte de su pueblo, la gente es amable, agradecida y observadora. Con culturas diferentes, pero muy interesantes, comimos arroz con la mano, picante (no mucho), dejamos nuestros zapatos en la entrada de la casas para ingresas descalzos, teníamos letrina en vez de inodoro. Y tomamos el delicioso té Masala típico de allí (con especias muy ricas) Y así podría describir muchas cosas más, pero sería demasiado largo. Aprendimos algunas palabras en nepalí… y como éramos los únicos extranjeros nos gritaban Argentina o Messi para saludarnos cuando nos veían pasar. Respecto a nuestro día a día, al inicio dimos clases de prevención de salud en una casa que Sonia y Paul (ONG Mercy Mission) alquilan para dar charlas, alojar a estudiantes que llegan a tomar seminarios que ellos realizan y trabajar con los niños del barrio. La hora de enseñar a higienizarse Comenzamos a la semana siguiente a visitar las aldeas que ellos atienden brindando educación y recursos necesarios para el diario vivir; nosotros fuimos como médicos. Con las donaciones pudimos contratar un medio de transporte para entrar todos y llevar medicamentos, que también compramos allí. Las aldeas quedaban todas a más de una hora de viaje por camino de tierra. Visitamos más de 8 al y vimos más de 100 pacientes en cada una de ellas, personas que nunca habían visto a un medico en su vida. La medicación en Nepal no es demasiado cara, pero la atención a la salud no es gratis, y estas aldeas son muy, muy carenciadas y viven lejos de los centros de atención. Las casas son de barro. Atendimos en escuelas y al aire libre hasta que se hacía de noche y no teníamos más luz. Si bien sólo fue atención primaria de salud, pudimos dar consejos de salubridad básicos quizás para nosotros, pero no para ellos, como no cocinar con fuego adentro de las casas porque acarrea enfermedades pulmonares, lavado de manos, uso de letrina, comer más variado, porque tienen la posibilidad de cultivar tierra, pero no están acostumbrados a comer verduras, frutas y tomar agua. Las patologías que más vimos fueron en adultos HTA, DBT, problemas ginecológicos; en niños, malnutrición, anemia, gastroenteritis, constipación, parasitosis. Cada Aldea nos esperaba con comida y con mucho amor y alegría. Fuimos muy bendecidos realmente de poder compartir con cada uno de ellos. Hora de la comida al modo nepalí- Nuestros hijos hicieron de muchos amiguitos que, aunque hablaban diferentes idiomas, pudieron disfrutar un montón. Conocimos a 3 niñas huérfanas que Sonia y Paul todos los meses se encargan, con las donaciones que reciben (que no son tantas), de pagarles el colegio, comprarle comida, ropa y darles mucho amor. Fuimos a bañarlas y compartimos almuerzos y juegos con ellas. Viven por el momento con sus abuelos y 2 primitos pequeños, pero no están ya en condiciones de vivir allí, ya que los abuelos no pueden hacerse más cargo de ellas, por lo que si Dios quiere, la propuesta para este año es poder alquilar un terrenito cerca de una escuela para que puedan vivir en mejores condiciones. Es muy difícil hablar de orfanato porque todo lo que es cristiano es muy perseguido. Acompañamos una familia con una señora que estaba con un cáncer terminal postrada en cama, joven de unos 40 años quizás, que gracias a Dios mi esposo y Paul pudieron, después de visitar varios hospitales, conseguir morfina para cuidados paliativos y pudo descansar en paz, sin más dolor. Ellos nos decían “acá el pobre si se enferma, se muere”. Esas miradas inolvidables de los niños de Nepal. Conocimos a un niñito de 10 años con un tumor cerebral diagnosticado hace 2 años, que no pudo continuar con estudios, ni asistir al hospital por falta de recursos financieros. Estamos en contacto por medio de Sonia y Paul para que continúe y se vea si es posible conseguir el dinero para el resto de estudios y posible resolución quirúrgica. Para diciembre compartimos en más de 5 aldeas de un momento de reflexión, títeres (era la primera vez que veían), juegos y caramelos…Cada año hacen una comida especial para Navidad en donde compran pollo y es la única vez en el año que pueden comerlo porque para ellos no es accesible económicamente. Atención primaria para chicos y grandes- Pasamos Navidad y Año Nuevo con Sonia y Paul que fueron parte de nuestra familia y lo siguen siendo. Realmente quedamos admirados e inspirados por todo lo que hacen por tanta gente todos los días; se movilizan en moto súper cargados siempre, con calor, con lluvia, con frío y viajan hasta 4 hs para llegar a las aldeas. Además realizan los seminarios 3 a 4 veces al año donde ellos, como ONG independiente, pagan a personas de las diferentes aldeas para que cada una tenga un referente, para enseñarles y que ellos puedan transmitir en sus comunidades. La última semana fue de seminario, donde pudimos enseñar sobre cultivos, enfermedades prevenibles con estilo de vida adecuado, nutrición, remedios naturales, uso de letrinas, depresión y como cuidar el cerebro. También hablamos sobre cuidados de la mujer y enfermedades de transmisión sexual en escuelas, temas bastantes tabú en estos lugares. Mucho y mucho más para contarles, una experiencia tan enriquecedora que queremos seguir con la ayuda de Dios acompañando y ayudando a esta pequeña ONG que tiene un corazón enorme y quizás volver el año que viene para continuar aportando aunque sea un poquito de lo que podemos dar. Invito a todos a seguirlos y a donar aunque sea lo mínimo que uno pueda, que es un montón para ellos, para que las niñas huérfanas y muchos niños más puedan salir de la extrema pobreza y el abandono. Entre todos podemos aprender que siempre, como decía Jesús que es mejor “dar, que recibir”, pero ellos reciben siempre con una sonrisa y eso hace la diferencia. Gracias por leernos, los abrazamos, familia Rowlands Ara.” www.mercymission.today IG Mercy Missión Nepal
Ver noticia original