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» El Ciudadano
Fecha: 16/03/2025 12:21
Por Candela Ramírez Desde 2019 Cecilia Fernández y Matías Sarlo dan forma a Zafarrancho Ediciones: un proyecto artístico que tiene distintas expresiones: a veces son publicaciones, otras talleres o muestras. En febrero de este año presentaron su último trabajo: La tierra (a)guarda, un libro desplegable que tiene como núcleo una serie de fotos de libros que fueron enterrados durante la última dictadura. La historia es así: en 1979, en San Gregorio (Santa Fe) Ernesto Blanco escondió bajo la tierra todos los libros de la biblioteca de su hijo; en 2018, su nieta Julia Blanco los buscó y los desenterró. Fue cuando en Argentina el poder estaba tomado por los militares que ejerecieron contra la población un terrorismo de Estado que incluyó desde asesinatos y desapariciones de personas a una censura feroz en el ámbito de la prensa y la cultura. La historia, claro, es mucho más extensa y hasta tiene un documental: “Desentierros. Los libros que no heredamos”. Cuando, en 2018, fue el proceso de desentierro de esa biblioteca, Fernández y Sarlo hicieron el registro fotográfico donde quedó a la vista que libro y tierra se vuelven una misma cosa. Ella es artista y docente, él fotógrafo y desde que hacen juntos Zafarrancho tienen una inquietud: que su trabajo tenga como público niños, niñas y adolescentes. Se conocieron en Rosario y hace doce años se mudaron a Lucio V. López donde tienen su taller. “Decidimos cruzar nuestras prácticas y trabajar desde la fotografía para vincularla con la educación”, explicó Fernández a este medio. Con “La tierra (a)guarda” se repite algo que siempre buscan: que la experiencia de lectura (ya sea de palabras o imágenes) sea colectiva. El libro se despliega como un acordeón, una imagen tras otra, la tierra que se cuela, las tapas que se asoman. Fernández plantea: “‘Qué aguarda tu tierra’ como una pregunta que pueda sostenernos, porque es un tema muy doloroso, angustiante o quizás ajeno también para muchas, para muchos. ¿Qué aguarda tu tierra? es una pregunta muy simple y en esa simpleza también es muy diversa. Porque ¿hace cuánto que no nos preguntamos por nuestra propia tierra? ¿qué es lo que aguarda? ¿por qué aguarda la tierra algo de nosotros? ¿qué guarda? Es una pregunta simple que abre un montón de preguntas por las que me parece que las adolescencias pueden entrar”. Es una pregunta, subraya, que “le permite al otro decir lo que tenga para decir, lo que sepa, lo que desconozca y las preguntas que tenga”: “Si no parece que tuvieras que decir lo políticamente correcto”. Desde Zafarrancho la experiencia sensorial tiene un rol protagónico. Sarlo explica: “Lo que buscamos es hacer un objeto que piense la fotografía y no sólo la imagen. La fotografía es física, tiene un reverso, tiene un olor, tiene un tacto. La imagen fotográfica no, la imagen fotográfica generalmente habita pantallas. Queremos marcar esa diferencia”. Además, al convocar encuentros hacen que la experiencia de mirar una foto sea también colectiva y ver qué pasa ahí. Y esto se traduce también en ver qué pasa en este trabajo lúdico y sensorial con generaciones que ya casi no tienen experiencias analógicas: sus vidas, desde que nacieron, están mediadas en gran medida por pantallas. Incluso, miran a través de ellas. Cuando Fernández responde por qué le parece valioso trabajar con este público, dice: “Primero porque me parece que estamos en deuda con esa generación, que tiene que ver con pasarle una historia. Todo sucede tan rápido que no llegamos a ponerle palabras: eso que pasa ya pasó pero todo eso que nos va pasando nos deja una huella y si no le ponemos palabras hay un montón de cosas que nos estamos perdiendo y que les estamos privando. Y saber nuestra historia es un derecho”. Ambos proponen “detener un poco la mirada” y Sarlo explica: “Nos gusta esta idea de desacelerar la mirada, de ser un poco más lento en lo posible. Porque sino no sé si estamos mirando realmente o si estamos pasando. Por lo menos acá tenemos la propuesta”. En esto conectan también con un proyecto que tuvieron a modo de taller, “La imagen mirada”. Ella plantea: “Esto empieza ahí, ¿qué hay en la mirada? ¿qué se juega de lo nuestro en el momento de mirar? No digo que no suceda hoy con lo digital, pero nos interesa detenerse un poco y ver qué del orden de lo sensorial nos está atravesando”. Y agregó: “Vimos que en ese tomar la foto y mirarla había un encuentro que no se daba en otro momento, se daba ahí porque pasaban mucho tiempo mirando y se generaron unos silencios que fueron re interesantes”. Eso devino también en una pegatina por Lucio V. López, compuesta por fotos “en gran formato que irrumpían en el espacio público”. Sobre los objetivos de cada intervención (publicación o taller o muestra) de Zafarrancho, Sarlo propone: “En un principio decíamos que queríamos generar miradas críticas y después empezamos a repensarlo porque es muy difícil tener una mirada crítica hoy. No le podemos exigir a alguien que esté todo el tiempo informado y que mire y que sepa lo que mira, de dónde viene y dónde va y quién lo hace. Entonces empezamos a pensar la idea de miradas atentas y sensibles. Ya es un montón. Miradas críticas es gigante”. Cómo conseguir ejemplares “La tierra (a)guarda” puede conseguirse por pedido directo a sus creadores, a través de la cuenta de Instagram de Zafarrancho. También tienen un sitio web donde se puede ver su trabajo. Además, participan en ferias o encuentros en en Lucio V. López, Rosario o Buenos Aires, donde también se pueden conseguir ejemplares. Cada proyecto tiene una tirada pequeña que se va renovando acorde a la demanda. Proyectos anteriores Desde su creación en 2019 ya tienen trece proyectos presentados: “Si bien el nombre es Zafarrancho Ediciones, no es una editorial. Tiene una pata editorial importante pero a veces encontramos otras formas de expresión”. Vinculado a la temática derechos humanos, en 2021 hicieron una colaboración con los creadores del Archivo Malvinas (Memoria de la Esperanza). “El punto de partida fue que pudiera ser leído de forma colectiva. Si lo encuadernábamos era una lectura individual y no queríamos eso, sino que se pudiera desplegar en una mesa”, explican. El dispositivo consiste en un sobre de papel madera que contiene veinte fotos de la “Colección Malvinas, memoria de la espera” que fueron tomadas por conscriptos en las islas. Además contiene una carta a los lectores y una “Libreta de apuntes: acompañar el acto de mirar”. Su primera publicación como Zafarrancho Ediciones fue en 2019. “Carcarañá” es un libro experimental que utiliza clorotipias (fotografías en hojas de árboles) y viene con un paso a paso para que los lectores puedan crear sus propias imágenes.
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