16/03/2025 17:34
16/03/2025 17:34
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:33
16/03/2025 17:32
» Elterritorio
Fecha: 16/03/2025 11:41
Abierto para todo público, el taller sobre el particular alfabeto permite no sólo acercar el mundo de la sobreestimulación visual con el de la ceguera, sino abrir otros mundos domingo 16 de marzo de 2025 | 6:05hs. Un tablero y un punzón, los elementos para la escritura en braille. Un punto de partida. Un punto. Seis puntos. El braille es un método que vino a democratizar la lectoescritura, a sumar accesibilidad a las personas ciegas. Con este alfabeto de relieve se representan no sólo letras y números, sino símbolos, tablas periódicas, música y más. Y como toda herramienta, no sólo adquiere relevancia para las personas que no pueden ver sino para todo aquel que lo crea provechoso. Así, sobre un escritorio plantado en el medio del Museo Lucas Braulio Areco, un grupo se dispone a agilizar las yemas, encontrar sentido en la concatenación de puntos, leer, leer con las manos. Es que las clases de braille están abiertas a todo público. Y de la mano y la guía de Lucía Velázquez, técnica en Comunicación Social e instructora en braille, se abre un nuevo mundo de posibilidades. Entre los curiosos aprendices se encuentran estudiantes universitarios de las carreras de enfermería, por ejemplo, periodismo deportivo, fonoaudiología. “Consideran que es una herramienta más de comunicación, que puede serles útil en su ejercicio profesional”, resaltó la profe Lucía y graficó los anhelos de sus alumnos. “Uno de los chicos es estudiante de Enfermería y cree que puede serle útil para escribir indicaciones a sus pacientes en braille”, contó mientras relató que una futura periodista deportiva sueña con crear una revista que incorpore esta forma de escritura. El curso plantea diversos ejercicios para poder leer y escribir con este sistema. Fotos: Joaquín Galiano De este modo, el curso se abre como algo más que un pasatiempo o una enseñanza, sino como una viabilidad de romper más barreras. “Es fundamental que todas las personas ciegas y que no son ciegas también conozcan el braille porque, como siempre digo, es una herramienta más de comunicación. Si bien la tecnología avanzó bastante y nos ayuda bastante para nuestra autonomía e independencia, el braille sigue siendo algo fundamental, algo importante que la tecnología no reemplaza, sino que complementa”, aseveró Lucía. En cuanto a la técnica, destacó que comienza con ejercicios básicos. Para desarrollar la motricidad fina, se usan bolitas de papel crepé, como primer paso para sensibilizar el tacto. Luego, llegan el manejo de la regleta y el punzón, para escribir. “Es un sistema universal”, enfatizó Lucía, “un código que trasciende fronteras”, marcó al tiempo que destacó la decisión política de apuntalar estas herramientas públicas para potenciar la conexión, unir puentes. Lucía domina este alfabeto porque es, desde siempre, su forma de comunicarse con el mundo, a pesar de que las tecnologías hoy acortan algunas distancias. Nacida en Paraguay, aprendió a leer y escribir con braille. Desde hace trece años vive en Posadas y además de dar clases en este novedoso taller y de formar parte estable del equipo de la Dirección Discapacidad de la Municipalidad de Posadas, encabeza proyectos independientes que pretenden unir a la sociedad y hacerla más igualitaria. Así, por ejemplo, se dedica a transcribir cartas gastronómicas de restaurantes y bares. Es que la posibilidad de acceder a textos en braille sigue siendo escasa, limitada, un derecho pendiente. Por ejemplo volviendo al ámbito de la salud, los prospectos de medicamentos rara vez están disponibles en este formato, por lo general se suma el nombre del medicamento en la caja pero no toda la transcripción de un prospecto indicativo. Así, millones de ejemplos. Todo tipo de folletería institucional, cartelería de la vía pública, menúes y más espacios cotidianos donde la falta de accesibilidad es notoria. Con su proyecto, Lucía ahonda en transcribir señalética, hacer tarjetas personalizadas y hasta adaptar juegos de naipes. “Es un servicio que ofrecemos tanto a personas como a instituciones que buscan mejorar su accesibilidad”, describió. Poder expandir las formas de comunicarme con el otro no sólo nos conecta, sino que nos acerca, nos permite entendernos, construir en conjunto y de forma más empática. Y así, con cada punto de relieve nos salimos del nicho, cohesionamos esas falsas fronteras y hacemos de lo global un concepto más humano y factible. Qué es el sistema braille El braille es un sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas. Se conoce también como cecografía. Fue ideado a mediados del siglo XIX por el francés Louis Braille (1809-1852), que se quedó ciego en su niñez, tras un accidente. Es un sistema a base de puntos perceptibles con el tacto, consta de una casilla de 6 puntos, ubicados en dos columnas verticales de tres puntos cada una, la cual se denomina “signo generador” y da origen a 63 posibles combinaciones. En su concepto, además, resulta interesante porque es un sistema de numeración binario que precedió a la aparición de la informática. Compartí esta nota:
Ver noticia original