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  • Por qué no descartar el aceite de frituras

    Parana » AnalisisDigital

    Fecha: 14/03/2025 16:50

    El aceite vegetal usado, residuo producto de la cocción de frituras, en el agua y en la tierra genera una capa impermeable que puede afectar a la flora y la fauna. Soluciones para gestionarlo de forma responsable y que tenga una nueva vida como biocombustible. El aceite vegetal usado acondicionado tiene un gran valor como materia prima para la producción de biocombustibles de segunda generación, ofreciendo una alternativa más sostenible a los combustibles fósiles. De hecho, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2019), sólo un 4,7% de la oferta interna total de energía nacional corresponde a biocombustibles, siendo la mayor fuente de energía renovable. De estos biocombustibles, un 2% proviene de aceites vegetales, el 0,6% de alcoholes vegetales y, aproximadamente en igual medida, leña y bagazo. Es decir que, el biodiesel proveniente de aceites vegetales es una fuente clave de energía renovable para nuestro país. Un estudio elaborado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y la empresa DH-SH estimó que, en los hogares argentinos se generan 2.5 litros de aceite vegetal usado, por persona, por año, y que solo un 22% lo separa en origen para su posterior reaprovechamiento. La investigación destaca que la mayor parte de esta producción se descarta en cañerías, trayendo aparejado la contaminación de recursos naturales como el suelo y el agua. Sin embargo, la predisposición de la ciudadanía es alta y la conciencia es cada vez mayor, siempre y cuando existan las herramientas necesarias que faciliten la separación. Según cifras aportadas por la Cámara de la Industria Aceitera en 2022, las provincias que encabezan la producción de aceite vegetal son: Santa Fe (7.178.777 tn), Buenos Aires (954.982 tn), Córdoba (795.739 tn) y Entre Ríos (52.364 tn). DH-SH, con sede en la ciudad de Capitán Bermúdez -provincia de Santa Fe- detectó la necesidad de generar un servicio para atender a pequeños y grandes generadores de aceite de frituras. Así, lanzó en 2017 la campaña “Reciclá tu Aceite” que, desde los inicios, acumuló para su tratamiento 33.542 toneladas de este residuo provenientes de 15 provincias del país, que, de otra forma, hubieran terminado en el suelo o en cursos de agua. Cuánto reciclamos los argentinos Después de disfrutar unas papas fritas, buñuelos o milanesas, son muchos quienes en sus hogares no saben qué hacer con el residuo de aceite. En este sentido, una mala noticia es que el estudio arrojó que la población argentina genera 124 millones de litros al año de este residuo y que menos de la mitad lo recicla. Por su parte, hay una visible mejor gestión, ya sea por obligatoriedad o decisión voluntaria, por parte de los locales gastronómicos que producen 62 millones de litros al año y disponen el 80%. Una luz en el camino es la creciente motivación por parte de la ciudadanía en gestionar adecuadamente este residuo para reducir sus impactos ambientales. Con el objetivo de dar respuesta a esta potencial predisposición, DH-SH ya instaló más de 400 puntos verdes distribuidos en 11 provincias del país y se alcanzaron más de 120 convenios firmados con municipios. Si bien el aceite vegetal usado no es un residuo peligroso por definición, su descarte en cañerías de hogares o comercios implica que termine en los cursos de agua. Su presencia genera una película en la superficie que altera las propiedades naturales del agua y afecta al ecosistema, al disminuir la disponibilidad del oxígeno para ser consumido por otros organismos, causando un grave daño que se profundiza y genera consecuencias irreparables. A nivel doméstico, cuando el aceite entra al drenaje domiciliario puede bloquear las cañerías y multiplicar la presencia de bacterias y malos olores. “El cuidado ambiental es esencial para la sostenibilidad a largo plazo de nuestras operaciones y el bienestar de las comunidades en las que operamos. A través del programa ‘Reciclá tu aceite’, desde que comenzamos con la campaña hace ocho años, evitamos la contaminación de 36.480.904,347 m³ de agua, el equivalente a llenar 14.500 piletas olímpicas”, indicó Antonella Druetta, responsable de Ambiente de DH-SH, en base a las cifras relevadas en el Segundo Reporte de Sustentabilidad de la empresa. La solución está en reciclar El acondicionamiento del aceite vegetal usado implica un proceso de filtrado, decantación y, además, es sometido a control de parámetros físico-químicos antes de ser despachado para su distribución nacional e internacional. Este ciclo permite la comercialización de dicho insumo recuperado para la producción de biocombustibles de segunda generación. Paralelamente, la materia grasa recuperada sigue un proceso similar de recepción, almacenamiento, decantación y purga del agua residual antes de ser despachada como materia prima acondicionada. La empresa destaca que este último producto se utiliza tanto en la producción de oleínas como en otros procesos industriales. Las operaciones de la empresa revalorizan materiales impulsando la economía circular al darle una segunda oportunidad al aceite vegetal usado, y a los residuos no peligrosos de la industria aceitera. La ausencia de sistemas de reciclaje y de información adecuada que llegue a la ciudadanía, dificulta la gestión efectiva de este residuo, aunque existe una gran disposición para mejorar la situación. Para esto, el pequeño generador debe esperar que el aceite se enfríe y luego ponerlo en cualquier recipiente plástico con tapa. Puede ser una botella de agua, de gaseosa o de aceite vacía, que una vez llena se la debe acercar al punto verde más cercano y depositarla. Los mismos se pueden chequear en el siguiente enlace: puntos verdes en Argentina. Educación ambiental para el futuro “La sensibilización para revertir estos datos es clave, por eso creamos un programa de educación ambiental, virtual y gratuito, con material descargable para trabajar en clase, que ya llegó a más de 4.000 estudiantes de todo el país”, señaló Antonella Druetta. Las charlas están adaptadas a los distintos niveles de educación escolar e incluye un corto animado y una guía de actividades para seguir trabajando la temática. Hasta el momento un 59,8% de las charlas fueron efectuadas para el nivel secundario, un 34% para el nivel primario y un 4% para instituciones de nivel terciario: el 28,3% de las escuelas perteneció a Santa Fe, un 24,2% a Córdoba, un 15,2% a Entre Ríos, un 9,1% a Buenos Aires, un 6,1% a Mendoza, mientras que en el resto de las regiones se concentraron el 16% de las charlas restantes. Para más información e inscripciones hay que escribir

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