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  • China y Rusia apoyan a Irán frente a las amenazas y sanciones de Trump por el programa nuclear

    » Diario Cordoba

    Fecha: 14/03/2025 13:14

    China, Rusia e Irán han pedido el levantamiento de las sanciones a Teherán y un diálogo sin matonismos en una de esas cumbres que ponen nervioso a Occidente. El mensaje va dirigido a Donald Trump, presidente estadounidense, empeñado en finiquitar ahora el programa nuclear iraní por lo civil o lo criminal tras haber dinamitado años atrás un acuerdo internacional. El comunicado conjunto sienta que el diálogo sólo podrá reanudarse con "respeto mutuo" y sin "amenazas ni presiones" y exige el fin de "todas las sanciones unilaterales ilegales". Se felicita por la reiteración iraní de que su programa nuclear sólo persigue fines pacíficos y, distanciándose de nuevo de Washington, pide respeto global a su derecho. Está firmado por los viceministros de Exteriores de China, Ma Zhaoxu; Rusia, Sergei Ryabkov; e Irán, Kazem Gharibabadi. Estaba previsto que Wang Yi, el jefe de la diplomacia china, le diera más lustre a última hora a la reunión. Irán engorda la carpeta de asuntos pendientes de Trump. Al presidente se le adivinan las prisas y ya ha aplicado su "máxima presión", exigiendo al Departamento del Tesoro que añada sanciones y fiscalice su cumplimiento. La semana pasada envió una carta a Alí Jamenei, líder supremo iraní, desvelándole que dispone de dos vías para gestionar el problema: la militar o el acuerdo. "Prefiero el acuerdo porque no quiero hacer daño a Irán", advirtió en una entrevista a la cadena Fox. "Países matones" El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, descartó las negociaciones bajo amenazas. "La insistencia de algunos países matones por negociar no significa que quieran resolver problemas sino dominar e imponer sus expectativas", añadió Jamenei. Es menos suicida aguantarle el pulso a Washington con Pekín y Moscú en tu equipo. El asunto parecía resuelto en 2015 con el acuerdo largamente cocinado por Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania. Pero Trump estaba tres años más tarde atareado en dinamitar el legado de Obama, lo mismo daba acuerdos medioambientales, comerciales o de seguridad, y ante la estupefacción global lo rompió. No aclaró por qué, sólo que era "muy malo". No ha aclarado cuál pretende ahora, sólo que será "mucho mejor". Bajo aquel, que Teherán prometió honrar, sólo podía enriquecer uranio hasta un 3,67% de pureza y almacenar 300 kilos. El último informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica calcula que ha alcanzado el 60% de pureza y más de 8.000 kilos de uranio. A Teherán la irritó que seis de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU discutieran la semana pasada a puerta cerrada sobre su programa nuclear por lo que consideró que era un uso torticero del órgano. Presencia de China Trump acierta en la urgencia. La carrera nuclear iraní acrecienta los riesgos en el polvorín de Oriente Próximo. Mantiene su compromiso con los fines pacíficos pero la creciente beligerancia con Israel, temen los analistas, podría hacerla cambiar de opinión en un escenario dramático. La cumbre de esta semana refuerza la presencia china en los conflictos globales y, más concretamente, en Oriente Próximo. En esa zona, de tradicional influencia estadounidense, se ha apuntado logros tan relevantes en los últimos años como apadrinar los acuerdos entre Irán y Arabia Saudí, tercos rivales, o el de todas las facciones palestinas para su reconstrucción. Sus críticas a las sanciones estadounidenses que diezman la economía iraní no son nuevas. Irán es clave para la Nueva de la Ruta de la Seda, el megaproyecto comercial con el sello presidencial de Xi Jinping, y también lo es China en el "giro a Oriente" que ha acentuado Teherán tras la hostilidad de Washington. A la relación no le han faltado roces. Teherán llamó a consultas al embajador chino después de que Pekín firmara una declaración del Consejo de Cooperación del Golfo que cuestionaba sus reclamaciones territoriales sobre tres islas en el estrecho de Hormuz. China compra ingentes cantidades de petróleo iraní pero sus inversiones en el país son menos generosas que las destinadas a Turquía o Afganistán. La geopolítica y las sanciones estadounidenses compartidas sobrevuelan esas diferencias.

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