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» Diario Cordoba
Fecha: 14/03/2025 04:24
El encuentro entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición -el primero después de quince meses sin reunirse cara a cara- transcurrió en un ambiente de cordialidad y sin la crudeza habitual de las sesiones de control en el Congreso. Los dos dirigentes se saludaron en la escalinata del Palacio de la Moncloa, posaron ante los fotógrafos y compartieron un café y una charla que apenas duró media hora. No hubo avances ni posible acercamiento a pesar de que, al escuchar las posiciones políticas de ambos por separado, están muy cerca. Pero Alberto Núñez Feijóo se fue de la reunión convencido de que Pedro Sánchez se mantiene en la idea de encontrar mecanismos que le permitan aprobar los compromisos de aumento de gasto en defensa sin el aval del Congreso de los Diputados. Y si eso continúa así, explican en el PP, no habrá apoyo posible del primer partido de la oposición. Feijóo habló con claridad en su comparecencia posterior ante los medios: “Me preocupa tener la sospecha de que Sánchez está dispuesto a gobernar prescindiendo del Congreso”. Y subió el nivel de crítica: “Basta ya de regatear la Constitución. En una democracia europea no puede haber un incremento de gasto de este tipo, no puede haber un presupuesto y un compromiso internacional sin que previamente esté autorizado por el Congreso de los Diputados”, advirtió. “No hay presupuestos sin mayoría parlamentaria. Lo contrario conduce a algo muy peligroso que es la autocracia”, La advertencia no pudo ser mayor y anticipa los siguiente movimientos del PP, que aun estando de acuerdo en las medidas que España -como el resto de países de la Unión- debe tomar en el actual contexto geopolítico, no manifestarán un apoyo al Gobierno a no ser que rectifique y someta a votación de los grupos parlamentarios los compromisos pactados a nivel europeo. El PP siempre ha identificado el rearme europeo como un asunto de desgaste para el presidente, teniendo en cuenta las reticencias que existen tanto en su socio de coalición, Sumar, como en la mayoría de socios habituales. Es decir, Sánchez no podría sacar adelante los compromisos adquiridos -por ahora llegar al 2% del PIB en gasto en defensa lo antes posible, incluso antes de 2029 como dijo el propio Sánchez- sin el PP. Ese porcentaje podría subir en las próximas semanas, teniendo en cuenta que la OTAN habla ya de 3%. El propio Feijóo recalcó que España tiene un doble compromiso y debe hacerlo tanto con Europa como con la OTAN si hay nuevas decisiones. Ante este panorama de aparente necesidad de contar con los populares, Feijóo insistió en que no solo no firmarán “un cheque en blanco” para Sánchez, sino que entiende que el proceso de diálogo tiene que ser muy distinto a los treinta minutos en la Moncloa de este jueves. Exige tiempo, información, detalle en las cifras, conocer los mecanismos que emplearía, los plazos para llevarlo acabo y cómo se ejecutaría año a año, qué partidas se tocarían y cómo se financiarían. A eso le suma un debate “riguroso y transparente” en el Congreso y, ya al final, una votación. Solo en este caso el PP se plantea dar su apoyo a Sánchez. Otra idea que Feijóo le trasladó al presidente es que estas medidas comprometen a futuros gobiernos y legislaturas y que, por ese mismo motivo, las Cortes Generales deben mostrar su apoyo. Anticipándose a las conclusiones de la reunión, que apuntaban a nada fructíferas a pesar de ser cordial, durante su comparecencia ante los periodistas el líder de la oposición aseguró: “Me van a preguntar si hay un atisbo de posibilidad para un gran acuerdo. Me conocen. Sería muy conveniente. Pero no puedo ocultar tal y como están las cosas, es muy difícil. Estamos preparados para dialogar, siempre que el gobierno negocie de manera seria y limpia”. Era la manera de dejar clara la posición: el PP quiere que Sánchez recule si aspira a tener su respaldo. El líder del PP enfatizó en la idea de que Sánchez “carece de autonomía política” y “sigue poniendo su permanencia en el poder no como una de sus prioridades, sino como la única”. En el entorno de Feijóo se reconocían atónitos al ver que realmente la reunión transcurrió con los tiempos establecidos, sin un mínimo margen de ampliación, y sin que el líder de la oposición hubiera podido acceder a información que no conociera ya por las crónicas periodísticas o por sus conversaciones con otros líderes europeos, especialmente el polaco Donald Tusk y el futuro canciller alemán, Friedrich Merz, los dos dirigentes con los que más ha hablado en estas semanas. La comparecencia de Sánchez está prevista para el miércoles 26 de marzo, día en el que también explicará las conclusiones del Consejo Europeo del día 21. La exigencia de Feijóo es que se hubiera dirigido a las Cortes antes de ese encuentro comunitario como han hecho otros líderes del continente.
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