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» Noticias del 6
Fecha: 13/03/2025 14:00
Reserva Natural «Arroyo Itá», en la ciudad ha sido testigo de importantes transformaciones a lo largo de las últimas décadas. Históricamente, este curso de agua fue utilizado como un vertedero de basura, lo que afectó gravemente su ecosistema y su caudal. La intervención humana, especialmente la construcción del embalse de Yacyretá, alteró su morfología y generó consecuencias que persisten hasta la actualidad. Para entender la evolución de este arroyo y sus problemas ambientales, en el bloque de Ambiente, Sociedad y Sustentabilidad, la conductora, Sonia Weisheim charló con la arquitecta, Myriam Yasmin Montiveros sobre las mejoras y la conservacion del arroyo Ita y sus contexto. Montiveros, quien realizó su tesis sobre el Arroyo Itá, explicó que la intervención humana comenzó con el uso del arroyo como espacio para volcar residuos: «La sociedad lo utilizaba como un vertedero de basura, lo que generaba malos hábitos provocaron diferentes tipos de contaminación», señaló. Este problema fue agravado por la creación del embalse de Yacyretá, que modificó el cauce del arroyo y alteró su dinámica natural. El proyecto del embalse, destinado a generar energía hidroeléctrica, provocó la desaparición de muchos de los ecosistemas originales. La arquitecta destacó que, a pesar de la alteración causada por la intervención humana, el Arroyo Itá fue declarado una reserva urbana protegida en 2010. «Este proceso de consolidación de la reserva fue un intento de restaurar el arroyo y darle el protagonismo que merece», explicó Montiveros. La reserva busca no solo proteger la biodiversidad local, sino también ofrecer un espacio para la educación ambiental y la sensibilización de la comunidad sobre la importancia del arroyo en el equilibrio ecológico urbano. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el arroyo sigue enfrentando problemas ambientales graves. El caudal del arroyo ha disminuido con el tiempo debido a la intervención humana en las cuencas y la falta de políticas efectivas para su conservación. La falta de un manejo adecuado de las aguas y el vertido de residuos continúan siendo una amenaza para su ecosistema. «El arroyo ha pasado de ser un hilo de agua a convertirse en un embalse, y aunque la reserva es un primer paso, el arroyo sigue desprotegido en varias áreas» Myriam Yasmin Montiveros, arquitecta Uno de los principales desafíos en la restauración del arroyo Itá es la contaminación. Según Montiveros, el arroyo presenta un alto nivel de contaminación, lo que ha afectado la vida acuática. Para restaurar el arroyo Itá y garantizar su conservación a largo plazo, Montiveros propone una serie de medidas. La clave está en la educación y la participación activa de la comunidad. «Es fundamental que la población se eduque sobre la importancia del arroyo y aprenda a cuidarlo», explicó. «Cuando defendí mi tesis, mostré notas periodisticas que informaban sobre peces muertos debido a la presencia de materia fecal en el arroyo. Es una situación insostenible», relató. Estos problemas no solo afectan la biodiversidad acuática, sino que también ponen en riesgo la salud pública. Además, destacó la necesidad de realizar un monitoreo constante de la calidad del agua y de las especies que habitan en el arroyo, así como el apoyo a iniciativas de reforestación y restauración del entorno natural. La arquitecta también subrayó la importancia de mantener y ampliar la reserva urbana, así como de buscar soluciones innovadoras que permitan integrar la biodiversidad del arroyo en el desarrollo urbano de Posadas. «Una de las principales metas de mi tesis fue consolidar al arroyo Ita como un eje para la sustentabilidad y ofrecerlo a la comunidad como un lugar para el disfrute y el aprendizaje», concluyó Montiveros. Si bien los desafíos son muchos, la restauración del arroyo Ita representa una oportunidad para recuperar un espacio natural valioso y garantizar su preservación para las generaciones futuras.
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