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» Misionesopina
Fecha: 13/03/2025 11:07
A poco más de dos semanas de que comience el juicio oral en el Tribunal Penal Uno de Posadas contra el ex diputado provincial Germán Kiczka y su hermano Sebastián por distribución y facilitación de material de abuso sexual infantil, se conoció durante las últimas horas una novedad judicial con respecto a cómo estará conformada la parte acusatoria en el mencionado proceso. Y es que por pedido del fiscal del Tribunal Penal Uno, Martín Rau, el Procurador General de la Provincia de Misiones, Carlos Jorge Giménez, resolvió incorporar como segundo integrante de la fiscalía para este juicio al letrado Vladimir Glinka. Este último, a cargo de la parte acusatoria en los debates que se dirimen en el Tribunal Penal Dos de la capital provincial. Según pudo confirmar El Territorio con fuentes confiables, el fiscal Rau planteó oportunamente la necesidad a la procuraduría provincial de la designación de un fiscal adjunto para que pueda colaborar directamente en este sensible expediente que se comenzará a ventilar desde el próximo 31 de marzo. El volumen de la información que se tiene a partir de la instrucción de la causa llevada adelante por el Juzgado de Instrucción de Apóstoles y la cantidad de datos informáticos que constan en el voluminoso expediente fueron algunos de los fundamentos vertidos por Rau para solicitar la incorporación de un segundo fiscal. Además, se pudo saber que la designación hace que Glinka tenga las mismas facultades, atribuciones y limitaciones que su par Martín Rau. Cabe recordar que los hermanos Kiczka llegan a instancia de debate acusados de -en el caso del ex diputado- tenencia, facilitación y distribución de material de explotación sexual infantil agravado por ser las victimas menores de 13 años, en varios hechos y en concurso real. Mientras que la acusación sobre Sebastián es por tenencia y facilitación de material de explotación sexual infantil agravado por ser las victimas menores de 13 años de edad en varios hechos y abuso sexual sin acceso carnal en concurso real. Investigación nacional Como informó este medio, el caso se conoció en febrero del año pasado cuando se desplegaron nueve allanamientos en Argentina que estuvieron a cargo del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de Caba y agentes de la División Delitos Cibernéticos Contra la Niñez y Adolescencia del Departamento Ciberdelitos de la Policía Federal. El objetivo fue identificar a víctimas menores de edad de abuso sexual y secuestrar material incriminatorio. También participaron las autoridades de otros países de la región como Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Ecuador y Perú. Según comunicaron desde el Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires en su momento, el caso se inició el 16 de enero, a partir de la colaboración con la Coalición de Rescate Infantil (Child Rescue Coalition) y el Centro Internacional para Personas Desaparecidas y Niños Explotados (Icmec, por sus siglas en inglés). Estos organismos detectaron a través del monitoreo de redes P2P, la existencia de varios usuarios en la República Argentina que habían distribuido material de abuso sexual infantil con otros usuarios de varios países del mundo. En consecuencia, el personal técnico especializado de la mencionada división del PFA, realizó diversas tareas de campo para establecer la identidad y el paradero de los involucrados. Además, utilizaron un software especializado para el diagnóstico, selección y clasificación de pruebas digitales. De esta manera, se determinó que ocho usuarios, dos de ellos localizados en la Ciudad de Buenos Aires, cuatro en la provincia de Buenos Aires (ubicados en Pilar, Rafael Calzada, Villa Luzuriaga y Villa Adelina) y otros dos en las provincias de Misiones (Apóstoles, en ese caso se referían a Sebastián y su padre, que vivían juntos) y Tucumán, distribuían material pornográfico en cuestión. Allanamientos y detención Respecto a la detención de los Kiczka, pudo saberse que se realizó a partir de lo hallado en aparatos electrónicos incautados el 28 de febrero en el domicilio del barrio Illia, donde vivía Sebastián. Allí se halló material explícito de abusos sexuales de menores registrados. “Solicito que se proceda a la detención de los señores Germán Kiczka y Sebastián Kiczka con los fines de recepcionarle declaración indagatoria con todas las garantías de ley y se les impute la distribución a personas no individualizadas de seiscientos tres (603) archivos multimedia con contenido de explotación sexual infantil, observándose en todos ellos a niños y niñas de muy corta edad, algunos de los cuales a simple vista se advierte que no alcanzan los 13 años de edad, siendo abusados sexualmente mediante diferentes prácticas”, describió en su momento la fiscal Silvana Barronis. Según la resolución a la que tuvo acceso El Territorio, habían secuestrado una computadora y un celular con tarjeta de memoria. Esos dispositivos se abrieron en mayo y se determinó que la computadora pertenecía al diputado y el teléfono a Sebastián. La notebook es una Acer que tenía como usuario “Germán”, entre otros elementos que no dejan dudas que le pertenecían al funcionario. Lo cierto es que la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial encontró elementos tan explícitos como repudiables. Se consigna que en su escritorio había una carpeta llamada GERMN PIC, que a su vez contenía varias subcarpetas donde fueron hallados materiales de abuso sexual infantil y un video de una adolescente de 16 años. También hallaron instalado el programa eMule, que permiten a los usuarios compartir archivos directamente entre sí sin necesidad de un servidor central. Esto permite que pueden buscar, descargar y compartir archivos dentro de la red y muchos la comparan con el Ares, que se usaba para bajar y compartir música, aunque en este caso utilizado para motivos muchos más perversos. Esa aplicación tenía como usuario “Germán” y en la carpeta creada por defecto había dos carpetas con material de abuso sexual infantil (llamado también Masi), imágenes de zoofilia y con menores que se presumen tenían menos de 13 años. Por su parte, el hermano del diputado tenía muchos chats de WhatsApp atribuidos a él en lo que se refería a que tuvo encuentros con menores de edad. “Yo me bajé una app para ver nenitas.. 12 años”, “quiero la de 14, no sé cómo siempre zafo, mirá que me c+++ menores eee”, se extrajo. También le contó a un contacto que estaba con una vecina de 5 años y que le iba “a esperar 5 años”. Fuente: El Territorio
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