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» Elterritorio
Fecha: 12/03/2025 17:10
miércoles 12 de marzo de 2025 | 6:00hs. Hay numerosos lingüistas, periodistas, escritores, psicólogos, instituciones específicas, etcétera, dedicados a estudiar el profundo impacto de las inmensas redes sociales en sus lectores y usuarios; adolescentes, jóvenes y adultos. Una de las necesidades humanas más importantes y básicas para tener bienestar es el poder tener contacto con otra persona, relacionarnos con los otros y así de este modo sentirnos que pertenecemos a un grupo. Lo que debemos tener muy claro es que la forma de comunicarnos ha cambiado significativamente. Podríamos decir que las dos características más destacadas en la actual Interacción social son la inmediatez y la accesibilidad. Debido a internet y a las aplicaciones de mensajería instantánea, hemos ganado un elemento muy valioso para nuestro día a día: el tiempo. Gracias a internet la comunicación se ha convertido en algo fácil, sencillo y directo. ¿Cuáles son las principales ventajas de las redes sociales? Es frecuente en muchos de nosotros que la vergüenza y la timidez, la escasez de tiempo, o incluso puede ser que la pereza que da el esfuerzo inicial que supone empezar una nueva relación social sean algunos de los motivos que nos pueden llevar a rastrear y encontrar a otras personas afines por las redes sociales. Hoy en día, gracias a las redes sociales, podemos estar al corriente de lo que hacen amigos, familiares y conocidos. Resulta una modo sencillo y muy fácil de saber de los otros y de compartir nuestros momentos con los otros. También, por medio de los buscadores que nos facilitan las redes sociales, podemos recuperar algunas viejas amistades que un día se perdieron por el camino de la vida. Entre algunas desventajas de las redes sociales podemos citar que si bien nos permiten comunicarnos en cualquier momento del día con cualquier persona, aunque esté a mucha distancia de nosotros, por otro lado también pueden aislarnos de la persona que tenemos al lado. Podríamos afirmar que “te acercan al que está lejos y te alejan del que está cerca”. Se pueden encontrar perfiles de personas falsos y/o que mienten. Facilita la cobardía de la mala gente; estas personas tóxicas expresan y contagian sus envidias y frustraciones. Las redes sociales, en realidad pueden facilitar este tipo de comportamientos, ya que estos sujetos se sienten protegidos, algo que no harían en el cara a cara. Como afirman los psicólogos, en la cuestión de la autoestima, los más vulnerables son los adolescentes y las redes sociales pueden fomentar la idea errónea que, en función del número de seguidores, con cada “me gusta” me sienta más o menos valorado. Podemos llegar a decir más fácilmente aquello que no haríamos personalmente. Además existe la desventaja de la falta de matices del lenguaje gráfico, no verbal. Debido a su atractivo y rapidez pueden llegar a generar adicción. Las personas tóxicas, agresivas, envidiosas, malas personas, gracias al anonimato de muchas redes sociales pueden acosar y hacer daño con más facilidad. Entre las dificultades que acarrea el uso excesivo de redes sociales se mencionan la depresión, insomnio, déficit de atención y hasta un menor rendimiento escolar o académico. En el caso de los niños más pequeños, el panorama es más complicado: jugar con pantallas sustituye la interacción humana, afectando su desarrollo motriz, social y el uso del lenguaje verbal. Es decir, el uso excesivo de dispositivos como entretenimiento altera la relación con el otro y las habilidades sociales. Además, los jóvenes que pasan muchas horas al día conectados no sólo tienen problemas para dormir, sino que también tienden a sufrir de aislamiento social y una mayor dificultad para tomar decisiones y procesar la retroalimentación que deberían recibir de los demás. Los familiares mayores deben por otro lado tener prudencia al encarar la reducción de las horas de celular de sus hijos. Es necesario crear un equilibrio y no prohibir, sino ofrecer otras actividades. No se trata de venir de un día para el otro y decir “no usás más el teléfono”. Según estudios en Latinoamérica, un 33% de los usuarios de redes tienen entre 15 y 24 años, casi la mitad de su tiempo libre lo pasan navegando en internet y lo hacen conectados a alguna red social. Este comportamiento responde a la necesidad natural de los adolescentes de sentirse parte de un grupo, de pertenecer a una comunidad donde puedan construir su identidad, compartir sus intereses y encontrar su lugar en el mundo.
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