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Parana » Paginajudicial
Fecha: 12/03/2025 16:23
El máximo tribunal confirmó la responsabilidad penal de Miguel Torrealday y Jorge Rossi por haber facilitado la sustracción, retención y ocultamiento de los mellizos de Raquel Negro y Tucho Valenzuela, nacidos durante la dictadura en el Hospital Militar de Paraná. Sin embargo, sigue pendiente conocer la pena que deberán cumplir. Juan Cruz Varela De la Redacción de Página Judicial El veredicto dirá culpable. La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la condena de los médicos Miguel Alberto Torrealday y Jorge Eduardo Rossi, propietarios del Sanatorio del Niño, por robo de bebés durante la dictadura. Lo mismo habría dicho del David Vainstub, fallecido tras recibir una condena. Los médicos fueron responsables de haber facilitado la sustracción, retención y ocultamiento de los mellizos de Raquel Negro y Tucho Valenzuela, nacidos en el Hospital Militar de Paraná durante la última dictadura cívico-militar. En 2018, el Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a los médicos: Torrealday recibió una pena de nueve años de prisión, mientras que Rossi y David Vainstub (fallecido) recibieron una pena de seis años de cárcel. Hace unos días, la Corte Suprema rechazó los recursos interpuestos por sus abogados y confirmó la responsabilidad de los médicos; sin embargo, los montos de las penas están pendientes de revisión. Como dueños del Sanatorio del Niño de Paraná, Torrealday y Rossi –también Vainstub– fueron considerados responsables de la apropiación de Sabrina Gullino Valenzuela Negro, quien recuperó su identidad en 2008; y de su hermano mellizo, que permanece desaparecido. Antes, en 2011, habían sido condenados los responsables militares del robo de los mellizos: Pascual Oscar Guerrieri, Jorge Alberto Fariña, Juan Daniel Amelong, Marino González y Walter Pagano, que prestaban servicios en el Destacamento 121 de Inteligencia de Rosario; y el médico Juan Antonio Zaccaría, que era jefe de terapia intensiva del Hospital Militar de Paraná. Una pregunta sin respuesta Raquel Negro y Tucho Valenzuela fueron secuestrados el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata y trasladados a la Quinta de Funes, un centro clandestino de detención que los militares habían montado en las afueras de Rosario. Con ellos estaba Sebastián, el hijo de Raquel, que tenía un año y ocho meses; y ella estaba embarazada. Durante el cautiverio, la dictadura intentó utilizar a Tucho como cebo para asesinar a la cúpula de Montoneros, que se encontraba en México; el militante simuló colaborar, pero una vez en la capital mexicana denunció la maniobra y abortó el plan criminal. Cuando se aproximaba la fecha de parto, Raquel fue internada en el Hospital Militar de Paraná bajo la falsa identidad de María Amarilla y como sobrina del dictador Leopoldo Fortunato Galtieri. Habría dado a luz el 3 de marzo y el parto fue atendido por médicos que no pertenecían al nosocomio, según testimonios de enfermeras que declararon ante la justicia. Tras el alumbramiento del varón, la madre lo arropó durante unos instantes hasta que unos hombres se lo llevaron; luego nació la nena. Enseguida los mellizos fueron internados como NN en la sala de terapia intensiva, porque supuestamente presentaban problemas respiratorios y cardíacos, y luego fueron derivados al Sanatorio del Niños: la nena ingresó como “López, Soledad”, el 4 de marzo; y el varón, como “López, NN”, el 10 de marzo, ambos procedentes del Hospital Militar. Los registros de la clínica privada sostienen que ambos egresaron el 27 de marzo. Raquel Negro desapareció tras dar a luz; Tucho Valenzuela fue asesinado en julio, cuando intentaba reingresar al país por Paso de los Libres. La responsabilidad penal de los profesionales del Sanatorio del Niño radica, principalmente, en haber entregado los bebés a personas que no pertenecían a la familia, facilitando así la sustitución de identidad. Los integrantes de la patota que antes había secuestrado a sus padres abandonaron a la nena esa misma noche en el Hogar del Huérfano, un convento ubicado en las afueras de Rosario. Luego dada en adopción legal. Sabrina Gullino Valenzuela Negro recuperó su identidad en 2008. El varón, por su parte, continúa desaparecido. Durante años los represores sostuvieron la versión de que el varón había fallecido e inclusive así lo manifestaron también los médicos que los atendieron en el Hospital Militar. Pero las enfermeras dicen haber atendido a ambos y en los libros del Sanatorio del Niño se consignó que los dos fueron dados de alta en la misma fecha. La investigación judicial reveló además que los servicios de atención e internación de los mellizos en el Sanatorio del Niño durante esos días fueron abonados por el Hospital Militar. Robo de Bebes – CSJN by Página Judicial
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