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  • Un día en la vida de los recolectores de residuos de Chajarí: trabajo, sacrificio y empatía

    Chajari » Elespejorevista

    Fecha: 12/03/2025 15:20

    12 marzo, 2025 El esfuerzo diario de los recolectores de residuos de Chajarí pasa desapercibido para muchos, pero su trabajo es esencial para mantener la ciudad limpia. A través de esta nota, buscamos generar conciencia sobre las condiciones insalubres en las que trabajan estos hombres, y destacar la importancia de una mejor gestión de residuos por parte de los ciudadanos. Maximiliano Sánchez, Andrés Cardozo y Máximo Sosa. Por Claudia Cagigas Los recolectores de residuos de Chajarí realizan un trabajo fundamental para la ciudad. Día a día, enfrentan condiciones extremas: lluvia, tormenta, calor, frío y, sobre todo, una exposición constante a la suciedad y peligros de todo tipo. Sin embargo, el trabajo de estos hombres muchas veces pasa desapercibido, y pocas veces se les reconoce el esfuerzo y sacrificio que hacen para mantener nuestras calles limpias. En una reciente entrevista realizada en el programa “El Espejo”, nos adentramos en el día a día de tres personas que saben mucho de esta tarea: Máximo Sosa, encargado de la recolección, y los recolectores Maximiliano Sánchez y Andrés Cardozo. Ellos nos contaron en primera persona sobre las dificultades y riesgos a los que se enfrentan, pero también sobre el amor por su trabajo. Un trabajo invisibilizado pero esencial Máximo Sosa, encargado de la recolección de residuos de Chajarí, explicó cómo el trabajo está organizado por zonas, abarcando entre dos y cinco barrios cada una. “A la mañana tenemos seis equipos de recolección, y los lunes siete, porque es el día más fuerte, ya que la actividad está recargada por todo lo que se genera durante el fin de semana”, explicó. Además, destacó los cambios recientes en la metodología de trabajo: la incorporación de un nuevo sistema de recolección que mejora la eficiencia y evita el amontonamiento de bolsas y las roturas por parte de perros sueltos. “Desde hace unos 15 días los recolectores salen prácticamente junto con el camión, no van varias cuadras más adelante amontonando bolsas. Ahora todo se hace a la par con excelentes resultados”, dijo. A pesar de las mejoras, la tarea sigue siendo ardua y peligrosa. Maximiliano Sánchez, uno de los recolectores, subrayó que el trabajo no es fácil y que se enfrentan a problemas como lesiones frecuentes por los esfuerzos físicos, así como el contacto con basura en descomposición, lo que genera problemas de salud como la pérdida del olfato. También comentó que diez años atrás, cuando comenzó a realizar esta labor, estaban más en contacto con “el ácido de la pudrición que se nos impregnaba en las zapatillas, en las manos y eso es algo que no se va”, pero indicó que esta situación ha mejorado bastante. El sacrificio personal y la empatía por la comunidad A pesar de las duras condiciones de trabajo, los recolectores sienten un fuerte compromiso con su labor. Andrés Cardozo, que lleva 11 años en este trabajo, destacó la importancia de seguir adelante incluso en condiciones extremas, como cuando las calles se inundan: “A veces tenemos que trabajar en la noche, con calles llenas de agua. Paramos solo si caen piedras, pero si no, seguimos hasta terminar”. A veces suceden cosas sorprendentes y aparecen detalles, gestos nobles de parte de los ciudadanos. Alguien que les deja una botella de agua helada los días de calor, alguien que les alcanza un café caliente los días de frío, alguien que para junto al camión y les alcanza unas facturas o bizcochos o un alma noble que al desechar un celular se encarga de ponerlo en su caja con cargador y todo… Maximiliano Sánchez recordó una anécdota especial en la que, después de quedarse sin celular, encontró uno en la basura en perfecto estado: “Era un celular intacto, con la caja y el cargador. Alguien lo había tirado, pero estaba todo allí”. Y ese celular fue el que usó hasta hace poco tiempo… PODÉS VER Y ESCUCHAR LA NOTA COMPLETA AQUÍ. El papel crucial de los vecinos en la gestión de residuos El trabajo de los recolectores no se limita a cargar y descargar bolsas. También enfrentan comportamientos poco responsables por parte de algunos vecinos. Los tres entrevistados coincidieron en que la gente debería ser más cuidadosa a la hora de disponer sus residuos. Máximo mencionó que hay quienes dejan la basura en los canteros centrales de las avenidas, otros en la vía pública o en la puerta de la Planta de Tratamiento de Residuos o la tiran en el camino. Por su parte, hay quienes sacan sus residuos en un gran estado de descomposición, algunos vecinos tiran perros y gatos muertos en bolsas de residuos o dejan pesadas bolsas de consorcio que resultan imposible de impulsar hacia arriba para que caigan dentro del camión. “El ciudadano tiene que pensar que somos personas y que al día siguiente debemos seguir con el mismo trabajo. Este trabajo no lo quiere hacer nadie; es muy sacrificado”, reflexionó Andrés Sánchez. Las mordeduras que han sufrido y sufren por parte de perros sueltos es otro gran problema, ya que éstos no sólo rompen bolsas sino que a veces los atacan. Máximo Sosa contó que al realizar su trabajo cotidiano los recolectores se lesionan porque corren varias horas por día, se desgarran, se caen, se cortan, se pinchan, sufren mordeduras de perros. Pero a eso no lo vemos… Un llamado a la empatía y responsabilidad ciudadana Los recolectores de residuos de Chajarí hacen un trabajo incansable que a menudo pasa desapercibido, pero su esfuerzo es crucial para el bienestar de toda la comunidad. A través de este testimonio, no solo queremos agradecerles por su dedicación, sino también hacer un llamado a la ciudadanía para que se haga responsable de sus residuos. Al fin y al cabo, la limpieza de nuestra ciudad depende de todos.

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