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» Diario Cordoba
Fecha: 11/03/2025 15:38
El comercio internacional de vida silvestre es un sector de gran relevancia económica y ecológica. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es el principal acuerdo global que regula esta actividad: es la base de la acción internacional en apoyo del comercio sostenible Determinar si está frenando la explotación ilegal de especies ha sido el objetivo de un estudio científico que se ha publicado en ‘Frontiers in Ecology and Evolution’. La pregunta que pretendían despejar fue clara: "¿Está la Convención resolviendo el problema para el cual fue diseñada?" La CITES entró en vigor en 1975 y, en sus cinco décadas de existencia, ha sido clave en la protección legal de más de 40.000 especies animales y vegetales. Su objetivo principal es garantizar que el comercio internacional de especies no ponga en peligro la supervivencia de las mismas", alerta el estudio. El reglamento CITES no está logrando frenar de manera efectiva la explotación ilegal de muchas especies, señalan los expertos Según el análisis, el actual enfoque de la CITES no está logrando frenar de manera efectiva la explotación ilegal de muchas especies. No funciona: a pesar de los esfuerzos, el comercio ilegal sigue siendo una amenaza significativa: "En los últimos años se han traficado miles de especies protegidas en al menos 162 países. Esta conclusión que ha llevado a estos expertos a proponer una serie de reformas para mejorar su eficacia. Uno de los principales problemas identificados en el informe es que la CITES prioriza la aplicación de la ley a través de los Estados, sin considerar suficientemente factores socioeconómicos en la toma de decisiones. Animal enjaulado. / Agencias "El enfoque actual está resultando ineficaz para muchas especies debido a la falta de recursos de los organismos públicos y a la falta de motivación, ya que muchos consideran que las leyes son ilegítimas. En algunos casos, la simple prohibición del comercio internacional parece acelerar la sobreexplotación, lo que es el efecto contrario al deseado", señala el Michael 't Sas-Rolfes, coautor del estudio. Medidas recomendadas Ante esta situación, los investigadores han desarrollado un marco de decisión alternativo para la CITES. Este modelo propone un análisis más profundo de los sistemas de comercio de vida silvestre, incorporando procesos de gobernanza inclusivos y consultivos. Los procesos actuales de toma de decisiones en la CITES presuponen que un enfoque predominante en la aplicación de la ley por parte de los Estados es la mejor solución, cuando en realidad este enfoque está resultando inadecuado para muchas especies", explica Dan Challender, autor principal del estudio. "Ha llegado el momento de que la CITES cambie", subraya. El nuevo modelo propuesto sugiere una combinación de enfoques adaptados a cada especie y contexto comercial. Entre las medidas recomendadas se incluyen la transferencia de derechos de uso de especies a comunidades locales e indígenas, la gestión privada de especies, la reducción de la demanda de consumidores y la creación de mercados responsables para productos de vida silvestre en casos donde esto pueda favorecer la conservación. Algunas especies protegidas por CITES. / CITES El estudio menciona el caso de los pangolines, un grupo de especies severamente afectadas por el comercio ilegal. En África occidental y central, donde la caza de pangolines es una práctica tradicional, el otorgamiento de derechos de uso y comercio controlado a comunidades locales podría contribuir a una gestión más sostenible de la especie. Sin embargo, las regulaciones actuales de la CITES desalientan cualquier tipo de comercio sostenible, lo que en algunos casos podría incentivar el tráfico clandestino en lugar de reducirlo, según los investigadores. Cambio de enfoque La profesora EJ Milner-Gulland, también coautora del estudio, subraya la necesidad de un cambio de enfoque: "Tenemos que dejar de lado los debates sobre si se debe simplemente prohibir el comercio internacional de especies y empezar a comprender en profundidad los sistemas de comercio de vida silvestre". "Esto permitirá diseñar intervenciones basadas en pruebas, adaptadas a cada contexto y legítimas para las personas implicadas. Esto puede implicar endurecer o relajar las medidas comerciales para las especies y, lo que es más importante, situar las medidas comerciales de la CITES en el panorama institucional más amplio", añade la científica. Los investigadores consideran que la aplicación de este nuevo modelo podría fortalecer los esfuerzos de la CITES en la conservación de especies, asegurando que el comercio internacional sea tanto legal como sostenible. Para ello, han establecido un diálogo con firmantes de la Convención y con la secretaría de la CITES, con el objetivo de adaptar su propuesta a las necesidades de los distintos países. "Adaptar las intervenciones a sistemas comerciales específicos y adoptar una gobernanza colaborativa puede ayudar a garantizar que las leyes y normas sean legítimas para los actores involucrados, aumentando la probabilidad de su cumplimiento", concluye Challender. Perezoso enjaulado. / WCS Aunque el cumplimiento de la ley por parte del Estado seguirá siendo crucial, el estudio sugiere que una supervisión basada en la comunidad y derechos de propiedad claramente definidos podrían reducir la dependencia de los recursos gubernamentales. La adopción de enfoques más flexibles y basados en la evidencia en la CITES podría marcar una diferencia sustancial en la lucha contra el comercio ilegal de vida silvestre y en la protección de la biodiversidad global, apuntan los autores del estudio.
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