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Parana » El Once Digital
Fecha: 11/03/2025 09:30
La ciudad de Bahía Blanca sufrió uno de los peores temporales de su historia, que dejó un saldo de al menos 16 muertos, 128 desaparecidos y más de 1400 evacuados: El arquero de Olimpo y con pasado en Patronato, Matías Ibáñez, compartió cómo vivió el paso de la fuerte tormenta en un testimonio conmovedor. “No sé si llamarla una inundación. Fue un tsunami. Se desbordaron todos los arroyos. A mí me cuesta pedir cosas, pero la gente perdió todo. No sé cómo arrancar a ayudar”, expresó. También detalló los productos más necesarios para los afectados: “Agua, artículos de limpieza, cualquier cosa que se done sirve”. Según el arquero, la ciudad fue literalmente arrasada por una avalancha de agua debido al desborde de los canales más grandes, Napostá y Maldonado. “Colapsaron y el agua entró en la ciudad como si fuera una ola gigante. No le dio tiempo a nadie”, relató. La tormenta se desató de forma tan repentina que incluso el día anterior se habían suspendido las clases, lo que evitó una tragedia mayor. Sin embargo, la rapidez con la que ocurrió la inundación dejó a miles de familias vulnerables. “A las 9:00 la gente no tenía inundada la casa. Esto pasó porque llovió 400 mm en un par de horas”, explicó Ibáñez. Matías Ibáñez relató que, en su caso, no tuvo mayores inconvenientes, salvo algunas goteras. Sin embargo, el centro de Bahía Blanca quedó completamente inundado. “El centro quedó todo inundado. El número de víctimas va a ser mayor”, advirtió. En su relato, también mencionó el impacto de la tormenta en su local, que tenía planes de abrir una agencia de viajes. “La marca en la pared estaba a 1.10 metros de altura. Había autos volcados, autos en las esquinas. Una locura. Y al otro día la gente está limpiando, sacando barro, y no termina nunca. No alcanzan las manos”. Conmovido por la situación, agregó: “Se me agarra un nudo en la garganta. Uno quiere ayudar, pero no sabe cómo. La gente perdió todo”. Ante la tragedia, los jugadores del club Olimpo se unieron para buscar una forma de colaborar. Ibáñez explicó: “Nos juntamos en el club para ver qué necesitamos entre nosotros. Algunos están sin agua, luz, no se pueden bañar. No está fácil”. A pesar de las dificultades, el arquero dejó claro que el fútbol ya no era una prioridad. “No es la prioridad volver a entrenar. No creo que juguemos este fin de semana y no sabemos cuándo. La ciudad está devastada”, dijo. Matías Ibáñez también reflexionó sobre las medidas necesarias para prevenir futuros desastres similares. “El arroyo Maldonado debe tener siete metros de hormigón y colapsó. Y rompió seis puentes de ocho. Seguramente algo se tendrá que hacer. Antes hay que arreglar hospitales, rutas y calles”, concluyó el exarquero de Patrón. (Con información de TN y Beo Sports)
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