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» El Ciudadano
Fecha: 11/03/2025 02:20
Recientemente estrenada en el prestigioso Festival de Rotterdam, ¡Caigan las rosas blancas! llega a las salas rosarinas. Se trata del reencuentro de Carri con el formato de largo alcance luego de varios años enfrascada en proyectos editoriales y el notable mediometraje Palabras ajenas, iniciado durante los meses más duros de la pandemia. El film se verá el jueves (20.30), viernes (18), sábado (22.30) y domingo (20.30) en el cine El Cairo (Santa Fe 1120). La nueva película se podría tomar como la segunda parte de Las hijas del fuego. Las protagonistas de aquel film salen de nuevo a la ruta, pero esta vez el gran escape no las lleva a recorrer la Patagonia sino el extremo norte del país, con una última parada en Brasil. Las películas de Albertina Carri dialogan dialécticamente los territorios del porno como formato, estética y política hecha carne y cine. En aquella primera aventura la directora de Los rubios y Cuatreros ponía los cerebros y las lenguas en movimiento en un relato vital, lleno de dildos y vulvas abiertas de par en par, en su nuevo largometraje las heroínas se embarcan en un relato multi genérico, proteico, mutante. Un viaje donde el cine dentro del cine se abre a la fantasía y en el cual tienen espacio la road movie, el vampirismo, la comedia, el body horror y hasta el musical. Las hijas del fuego ganó en 2018 el premio a la mejor película argentina del Bafici. La sinopsis oficial de ¡Caigan las rosas blancas! indica que Violeta (Carolina Alamino) está filmando una “porno mainstream” luego de haber tenido éxito con una “porno amateur”, la película que se filma en Las hijas del fuego. La primera escena de ¡Caigan las rosas blancas! la muestra en pleno rodaje. De pronto, todo se va al diablo y Violeta se ausenta del set para nunca más volver. La ficción dentro de la ficción se ha paralizado y el regreso a Buenos Aires la encuentra fumando, leyendo y esperando a su amiga (y pareja abierta), el personaje interpretado por Maru Marcet, Rosario. No pasará mucho tiempo hasta que el cuarteto vuelva a completarse con Carmen y Agustina (Rocío Zuviría y Mijal Katzowickz, respectivamente), tomando en préstamo un desvencijado ómnibus escolar y los adelantos del sueldo de la realizadora por esa película que nunca llegará a destino. Entonces, a la ruta, a la aventura, hacia lo desconocido. Así como en Las hijas del fuego el reparto se completaba con la aparición de actrices reconocidas como Erica Rivas, Cristina Banegas y Sofía Gala.
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