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» Elterritorio
Fecha: 10/03/2025 14:43
Carolina Haimovich relató con mucho pesar lo sucedido en el sur de Buenos Aires. Si bien la alerta naranja fue comunicada, “se creyó que era una lluvia más”. lunes 10 de marzo de 2025 | 12:00hs. Si bien el agua está bajando den Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires de sufrió una feroz inundación que dejó como saldo al menos 16 muertos y cientos de personas desaparecidas. En la jornada de este lunes comenzaron a trabajar en el operativo de saneamiento para poder relevar los cuantiosos daños ocasionados por el temporal. “Si bien teníamos una alerta naranja, se creyó que era una lluvias más, como el clima es muy cambiante, hay veces que emiten una alerta y no pasa nada. Pero nunca se calculó que iba a llover tanto en tan poco tiempo, porque fue en cuestión de horas. Llovió algo así de 300 milímetros en pocas horas, una cantidad que suele caer en seis meses o un año. Eso fue lo que provocó que se rebalsen los canales y las inundaciones”, contó en diálogo con Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7, Carolina Haimovich, misionera que vive en Bahía Blanca. La mujer contó que, al estar un poco alejada de la zona del desastre, no tuvo muchas complicaciones con el temporal y las inundaciones. “En 2023 también tuvimos una situación similar, pero fue a causa de los fuertes vientos, hubo pérdidas humanas y materiales”, indicó y agregó “desde esa vez los bahienses somos bastantes miedosos, entonces cada vez que hay alerta, obviamente se asustan, pero a veces no pasa nada y creo que eso fue lo que sucedió en esta oportunidad, jamás en la vida se iba a creer que iba a suceder esto”. La situación es complicada en la ciudad, cuerpo de bomberos, rescatistas, la policía entre otros continúan buscando a los vecinos desaparecidos. Los servicios de transporte están suspendidos al igual que la energía eléctrica, lo que complica la comunicación de los residentes en la zona con sus familiares. No funcionan todos los cajeros automáticos y las estaciones de servicio de a poco comienzan a atender nuevamente. “La gente está incomunicada porque hay lugares que obviamente no tienen electricidad. Las señales de teléfonos están caídas, así que hay mucha gente que no se puede comunicar con familiares o amigos y es muy difícil llegar a las zonas también”, señaló la mujer posadeña que recibe hace ocho años en Bahía Blanca. “Me desperté el viernes con mensajes de mis familiares, porque yo no sabía la magnitud de lo que habían provocado las lluvias, entre que les respondía y miraba las noticias se cortó la luz y fue todo un caos, la misma situación pasaron cientos de familias que estaban tratando de hablar con sus seres queridos”, contó y agregó “el agua llegó a más de 80 centímetros. Hay lugares que todavía hay agua, ahora las rutas se despejaron, pero en la zona hay que circular con precaución porque no sabes si en algún momento va a volver a pasar algo”. Reconstrucción de la ciudad después de la tragedia Si bien las pérdidas son millonarias, la misionera destaca la solidaridad de la gente y confía en que la ciudad se va reponer del duro golpe y saldrá adelante. “Si bien va a tardar, no tengo dudas que la ciudad se va a volver a levantar porque ya lo hicimos después del 2023. Gracias a Dios, hay mucha gente colaborando en Buenos Aires, se están juntando muchísimas cosas, los clubes de fútbol. La gente es muy solidaria, gracias a Dios”, remarcó. “Se está invirtiendo en la ciudad, se realizan obras, pero parece que nunca es suficiente, siempre falta. Se estaban haciendo rutas nuevas y ahora con esto es todo pérdida, o sea, empezar de vuelta y va a costar mucho”. En cuanto a la solidaridad de la gente volvió a recalcar que es muy solidaria y que se vienen juntando muchas cosas. “la Cruz Roja Argentina está recaudando dinero, la Municipalidad de Bahía Blanca también y de recolección de elementos, se necesitan un montón de productos de limpieza porque está todo lleno de barro. Colchones, ropa de abrigo porque cambió el clima después de esto hace frío”. Por último, se lamentó por la situación que le toco vivir a una amiga. “Así como hay gente buena, están los malos, una amiga además de sufrir las inundaciones, posee una local de comida en el cual delincuentes aprovecharon la situación y se llevaron todo, no solo perdió las cosas de su casa, sino también de su trabajo”, relató angustiada.
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