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Concordia » Cadena Entrerriana
Fecha: 10/03/2025 12:54
Como si fuera un versito, en sindicatos y cámaras empresarias repiten en estos días la pauta salarial que quiere el Gobierno: «uno, cero ocho, cero cinco». Con el argumento de que se debe evitar una carrera entre precios y salarios, la administración libertaria de Javier Milei impuso un cepo a las paritarias: 1% de suba para marzo, de 0,8% para abril y 0,5% para mayo. Cualquier acuerdo por encima de esos dígitos no es homologado por el Poder Ejecutivo. Aunque el tope es vox populi en el mundo laboral, en la Secretaría de Trabajo rechazan que exista esa pauta oficial. Aunque extrañamente, el sindicato de Gastronómicos acaba de acordar esos dígitos para ese período. En Trabajo sí reconocen que están a favor de que los acuerdos paritarios sean trimestrales -en los anteriores gobiernos se buscaba que fueran anuales- porque existe la expectativa de que la inflación baje más. Se entiende: de ocurrir, las negociaciones futuras serían por valores más bajos. En Trabajo también sostienen que la política es que la paritaria sea una base. Que si alguna empresa grande o mediana quiere pagar un incremento mayor a lo que se acordó y homologó oficialmente, puede hacerlo. «Los acuerdos homologados son obligatorios para todo el mundo. Y quizá haya alguno que no puede pagarlo y quedaría fuera de la cancha», sostienen. Del propio lado empresario rechazan la explicación oficial. Dicen que los acuerdos históricamente se homologaron y que siempre hay empresas que los incumplen. ¿Quiénes? Pequeñas firmas que están fuera del mapa del Estado y de los propios sindicatos, por ejemplo las que tienen empleados en negro. La homologación por parte de la Secretaria de Trabajo es importante porque obliga a ambas partes al cumplimiento de un convenio colectivo de trabajo. También es relevante porque para el cálculo de una indemnización, el artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo habla de un promedio de «la mejor remuneración mensual» que esté homologada oficialmente. En algunas actividades la homologación es clave. Por ejemplo en la del transporte de cargas, donde hay diversas cámaras y una infinidad de empresas. El jefe camionero Hugo Moyano puede ponerse de acuerdo, con las patronales en un incremento salarial, pongamos,del 10% en abril. Pero el Gobierno jamás homologaría esa suba porque incumple el lineamiento del ministro de Economía Luis Caputo de 0,8% en abril. Y si el acuerdo no es homologado, los empresarios no lo firman. Sucedió en enero pasado. Camioneros había avanzado en un entendimiento con las cámaras empresarias, pero cuando Trabajo les advirtió que no lo homologaría, Moyano debió ceder a la presión del Gobierno. Y firmó un acuerdo de 5,5% por tres meses (diciembre febrero), un tercio del pedido original. Ese acuerdo se venció. Y este jueves 13 arrancarán oficialmente las nuevas negociaciones entre los Moyano y las entidades empresarias Faetyl, Fadeeac y Catac. Se prevé una negociación dura, sobre todo porque el acuerdo anterior tiene una cláusula de revisión que contempla recuperar la pérdida por la inflación pasada. Se habla de que Camioneros primero pondrá sobre la mesa ese reclamo y después buscará avanzar con la negociación de los meses que viene. Justo al día siguiente, el viernes 14, se conocerá la inflación de febrero, pero se estima estará alrededor del 2%. De ser así, habría un atraso salarial de 1,4% (la inflación de diciembre fue de 2,7% y la de enero 2,2%) respecto al acuerdo de 5,5% de enero. La Federación de Trabajadores de la Alimentación, que conduce el cordobés Héctor Morcillo, acaba de cerrar un acuerdo salarial que se oficializará este lunes. Establece una suma extraordinaria por única vez y no remunerativa de $30.000, una suba del 2% en febrero, una de 1,9% en marzo y otra de 1,8% en abril. En principio, el acuerdo parece desafiar la pauta oficial. La «trampilla» es que el acuerdo es por cuatro meses ya que la paritaria anterior venció en diciembre y la nueva arranca en febrero, con lo que en enero no hay incremento. Igual el incremento es superior a lo que ordena el Ministerio de Economía. «Aunque no lo homologuen, las empresas lo van a pagar igual», dijeron a Clarín en el sindicato. Hace dos días se conoció la homologación del acuerdo paritario de los trabajadores Gastronómicos. Este acuerdo, firmado en febrero, modificó uno anterior de diciembre del año pasado, que estipulaba una suba del 16% en tres tramos y que el Gobierno rechazó. El esquema de incrementos es escalonado y abarca el período noviembre 2024-mayo 2025. Las subas son progresivas: 2% en diciembre, 1,8% en enero, 1,5% en febrero, 1% en marzo, 0,8% en abril y 0,5% en mayo, en línea con lo que exige el Gobierno. Esta semana el jefe de los Colectiveros (UTA) Roberto Fernández, retomará la negociación salarial por los choferes de corta distancia. La discusión asoma áspera porque la Secretaría de Transporte publicó una estructura de costos hasta junio, con la previsión de salarios congelados durante 6 meses. El martes 25 de marzo hay prevista una reunión del Secretariado Nacional de La Bancaria, donde se analizará la cuestión salarial. El acuerdo salarial firmado en noviembre del año pasado sigue vigente, pero hay un compromiso entre el gremio y las cámaras que agrupan a las entidades financieras de «continuar las negociaciones en la segunda quincena de marzo de 2025». En el sindicato bancario adelantan que más allá de que haya una pauta oficial, ellos irán por un acuerdo en línea con la inflación. «Nosotros no discutimos paritaria con una Pyme sino con los que manejan el dinero», fundamentan. En esa reunión del Secretariado de La Bancaria también se analizará la decisión del Gobierno de declarar Sociedad Anónima al Banco Nación, transformación que fue frenada por la Justicia.
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