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  • La esperanza de volver a recuperar la normalidad plena llegó con la vacuna

    » Elterritorio

    Fecha: 09/03/2025 09:13

    Al principio tuvo una amplia demanda por parte de la población, hoy que implica colocarse una dosis de refuerzo cada año, los números descienden notablemente domingo 09 de marzo de 2025 | 6:05hs. El personal de salud que se desempeñaba en las salas de terapia intensiva fue el primero en recibir la vacuna. La pandemia del Covid-19 no trae recuerdos felices. Miles se morían a diario, cientos no podían salir a trabajar y los chicos se enfrentaron a un nuevo modo de aprender que hasta el día de hoy arrastra secuelas en el aprendizaje. Los momentos de recreación se pusieron en pausa y la pelota abandonó las canchas para descansar en los clubes. Volver a la normalidad era imperante y necesario. Ese atisbo de esperanza llegó con la vacuna, celebrada y cuestionada, pero al fin y al cabo una luz en el camino oscuro que empezamos caminar un poco a tientas en marzo del 2020. En Misiones la inmunización con el fármaco empezó con la rusa Sputnik V y con el personal de salud que se desempeñaba en la primera línea con los enfermos graves del coronavirus, es decir, en las unidades de terapia intensiva (UTI). Fue el 29 de diciembre de 2020 en simultáneo en siete nosocomios de la provincia: el Hospital Madariaga, el de Fátima de Garupá, el de Puerto Rico y los Samic de Oberá, de Eldorado, de San Vicente y de Iguazú. “A partir de ahora trabajaremos con más ganas, con más esperanza, esperamos que nos proteja mucho esta vacuna. A la población le recomiendo no bajar los brazos, estamos comenzando una etapa compleja, hay muchos casos, tanto pacientes críticos como leves”, había expresado en ese entonces Cristian Vera, el jefe de UTI de ese nosocomio, que fue el primero en aplicarse la primera dosis. Luego se incluiría a los mayores de 75 años y se iría bajando el rango etario para quedar como está en la actualidad, cuando se transformó en una vacuna más que hay que colocarse cada año al igual que la de la gripe. En la actualidad en Argentina se vacuna con Pfizer y Moderna, pero en aquel tiempo se colocaron también dosis de AstraZeneca y Sinopharm, además de la Sputnik. Gran demanda a la poca aplicación Roberto Lima es enfermero universitario y jefe de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública, estuvo al frente de la Campaña Nacional de vacunación contra el Covid-19 y continúa hasta el día de hoy en esta área tan sensible de prevención de enfermedades para la población. A cinco años de la llegada del virus al país, reivindicó el trabajo de todo el personal de salud y recordó aquellos años de intensa labor e incertidumbre ante un escenario poco conocido. “Marcó un desafío importante, fue para mí también como una experiencia agridulce por el contexto que nos había dejado la pandemia. La vacuna venía a ser ‘la herramienta’ para salir y había una gran demanda teniendo apenas poco más de 2.000, venían a cuentagotas algunas y con un criterio de inclusión muy acotado”, recordó en diálogo con El Territorio. En Posadas, el Polideportivo Finito Gehrmann -y luego el Multicultural de la Costanera- fue el bastión de las inmunizaciones. Era tanta la demanda, recordó Lima, que el lugar desbordaba y la Policía tenía que contener a la gente. Un contraste muy diferente al del día de hoy, que tiene una baja importante en la vacunación contra este virus. “Cerramos el 2024 con ni siquiera 10.000 dosis aplicadas, siendo que Misiones llegó a aplicar más de 2.600.000 dosis de vacuna. Está relacionado con la cuestión de la percepción del riesgo para una determinada enfermedad. Cuando hay riesgo de muerte, todo el mundo quiere vacunarse, nos pasó con la del dengue también”, explicó. Este panorama se repite con todas las vacunas del calendario nacional y en todo el país, por eso casos de sarampión están volviendo a aparecer y la fiebre amarilla ya está presente nuevamente en las Américas. Lima apuntó también a la desinformación: “Creo que la gente hace un uso de manera equivocada de la información, hay tanta que a la vez se desinforma. Tienen que nutrirse de información fidedigna. Hay que tener una fuente que sea confiable, que sea científica, hoy la gente se informa por TikTok”. Y agregó: “Todo esto se debe a que la gente paulatinamente está dejando de vacunarse y si bien hay toda una estrategia para llegar a la población, para acercar la vacuna a la gente, también hay un acto de voluntad propia, no le podemos obligar a la gente a que haga lo que no quiere”. Los movimientos antivacunas volvieron a resurgir con la llegada de las vacunas anticovid y también hicieron lo suyo para desinformar y deslegitimar. Refrigeración en -8º “Sin duda alguna que la vacuna en ese momento fue la herramienta y fue la esperanza para volver a la vida normal, porque la pandemia realmente fue un golpe fortísimo, mucha gente que no tenía para comer, que se le había acabado la fuente de ingreso porque se dedicaba a determinado rubro que no se podía hacer”, rememoró Lima. La llegada de la vacuna rusa significó todo un desafío por las condiciones necesarias para su conservación, lo que al mismo tiempo imposibilitó desarrollar otras acciones conocidas para llegar a la población como salir al espacio público. “Fue una cuestión de lección aprendida, de ver qué venía bien, qué venía mal. En un momento ni siquiera las empresas tenían para vender los freezers y nosotros los necesitábamos para almacenar las vacunas a -8º para trasladarlas”, contó. En esa misma línea, agregó: “No podíamos implementar la vacunación extramuros, no se podía hacer un operativo de vacunación en la plaza, andar por el barrio como andamos cuando hay un brote de sarampión. Era estar en un lugar y hacer que la gente venga hasta nosotros, no podíamos estar en cualquier lugar porque tampoco teníamos la capacidad de cadena de frío para tener un vacunatorio en cada Caps”. Sin embargo, el sistema de salud pudo demostrar la capacidad que tenía para hacerle frente a la situación pese a los obstáculos llegando a aplicar 60.000 dosis en un sólo día en la provincia. “Somos un equipo de salud, supimos trabajar como tal, articuladamente, ordenadamente, cada uno a su función, pero teniendo la bandera de que hacíamos todo lo posible para brindar lo mejor a la población en el momento en que estábamos”, remarcó. Y confesó: “Como sistema de salud estábamos atravesando una situación para la cual en ese momento no estábamos preparados. Porque por eso pasó todo lo que pasó y hubo desborde de gente. Fueron obstáculos que dejaron mucha enseñanza para trabajar de una manera distinta y saber que también se puede superar con aciertos y con errores”. Lima tuvo la fortuna de no haberse contagiado ninguna sola vez, eso dieron cuenta los numerosos testeos a los que se sometió una vez a la semana. No fue lo mismo para algunos de sus colegas que terminaron perdiendo la vida a causa de la enfermedad. “Está bueno poder reivindicar el trabajo de todos, de los compañeros, de la gente que realmente estuvo ahí poniéndole el alma y el cuerpo trabajando en guardias de más de 24 horas, he tenido compañeros a los que hasta físicamente les han agredido en aquel momento, porque la gente no entendía que no se podía vacunar”, cerró el profesional. En cifras 2.250 Es la cantidad de dosis de vacunas Sputnik V que llegaron a Misiones en la primera partida. Compartí esta nota:

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