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» Elterritorio
Fecha: 09/03/2025 09:10
El párroco Alberto Barros dedicará la celebración a la diversidad cultural y en apoyo a las comunidades de migrantes en un momento de mucha fragmentación social. domingo 09 de marzo de 2025 | 8:30hs. El sacerdote Alberto Barros, párroco de la Sagrada Familia, lleva adelante junto a su colaboradores una tarea de ayuda y contención a los migrantes. //Foto: Natalia Guerrero. Con el lema "Todo migrante es mi hermano y mi hermana", hoy a las 18.30 en la parroquia Sagrada Familia, avenida Roque Sáenz Peña 587 de Posadas, tendrá lugar la primera Misa por los Migrantes Latinoamericanos. Están invitados los migrantes de países latinoamericanos en la tierra colorada y la comunidad en general. Y en la mañana de ayer se ornamentó el presbiterio con las banderas de las naciones y las imágenes marianas en sus diferentes advocaciones. "Ya está todo preparado para recibir a las comunidades en la misa de la tarde del domingo, y después de la reflexión cada comunidad en una procesión desde el fondo del templo presentará flores para colocar delante de cada una de las imágenes marianas con sus distintos nombres en Latinoamérica. Este gesto de devoción a la Virgen se va a hacer mientras los chicos del coro cantan un mix de himnos a María en sus distintos nombres, Copacabana, Chiquinquirá, Coromoto, Guadalupe, Caacupé, Aparecida, etcétera", contó el sacerdote Alberto Barros, párroco de Sagrada Familia, en una charla con El Territorio. El sacerdote Alberto Barros invitó a toda la comunidad a ser parte de la misa de la tarde del domingo. Foto: Natalia Guerrero Acerca de esta celebración que se enmarca en la acción pastoral de acompañamiento a los migrantes y convoca a la sociedad a reflexionar sobre esta cuestión humanitaria urgente, profundizó: "Venimos acompañando a personas migrantes. No es fácil la llegada para el inmigrante a un país nuevo. Tenemos un equipo que acompaña a las personas migrantes que puedan tener alguna dificultad en cualquier aspecto: educativo, laboral, de documentación. Tenemos un muy buen diálogo con el director de Migraciones". A lo que añadió: "En ese contexto, el año pasado comenzamos con la iniciativa de ir celebrando las distintas advocaciones marianas de los distintos países latinoamericanos con la mirada de que somos una patria grande latinoamericana, que todos los pueblos latinoamericanos compartimos una raíz histórica, cultural y religiosa común. Lo hacemos en la parroquia o en la capilla Stella Maris". Así asistió al templo la comunidad boliviana para la festividad de la Virgen de Copacabana y la comunidad venezolana para la celebración de Nuestra Señora de Coromoto, entre otras. De estas celebraciones marianas y de este diálogo y encuentro con las distintas comunidades surgió la idea de celebrar la primera misa por los migrantes latinoamericanos, "y también por el contexto que se está dando actualmente", marcó para advertir con preocupación que, "hay ciertos sectores de la política y de la sociedad que tienen una mirada muy negativa de los migrantes". "Es algo que se da no solo en nuestro país, se da en Europa, en Estados Unidos con la nueva gestión literalmente comenzó una cacería de migrantes, con deportaciones, con gente esposada. El Papa Francisco reaccionó muy fuertemente ante esa situación antes de su internación. Mandó un mensaje a los obispos norteamericanos pidiendo que acompañen, que defiendan la dignidad de los migrantes", sostuvo. En tanto, citando el documento de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe (México 2021), reflejó: "Las migraciones masivas son una realidad dolorosa, porque muchas veces son personas desplazadas, obligadas a migrar, como dice el documento, por falta de trabajo, violencia, persecución política, degradación ambiental. Y la Iglesia debe estar y ayudar". Tomar conciencia "Movidos por el Evangelio, el Magisterio de la Iglesia Latinoamericana y del Papa Francisco, nos pareció bueno celebrar esta misa para que tomemos conciencia de que un migrante no es un enemigo, sino que es un hermano o una hermana que viene a nuestra tierra buscando una mejor oportunidad para vivir con mayor dignidad", resaltó el religioso en cuanto a la prédica de la fraternidad, solidaridad y el amor al prójimo en un momento histórico en que la segregación es alentada desde las centralidades del poder. Inconcebible "Es inconcebible que en nuestra provincia o en nuestro país, que siempre fue tierra de oportunidades, aparezcan ahora algunas corrientes xenófobas en ciertos dirigentes políticos nacionales de primera importancia y ciertos sectores de la sociedad, y sobre todo con la migración latinoamericana, con la cual hay mucho prejuicio", evidenció. Asimismo, recordó que Francisco, a pocos días de iniciar su pontificado en 2013 viajó a Lampedusa, en cuyas costas naufragaron cientos de migrantes, y alzó allí la voz sobre la "globalización de la indiferencia". "El Papa todo el tiempo se refiere a la cuestión de los migrantes y en su carta para la Cuaresma invita a la Iglesia, entre tantas preguntas que nos hacemos en el camino de conversión, a preguntarnos ¿cómo recibo yo a los migrantes?, ¿me pongo en el lugar del migrante para recibirlo como hermano y hermana?, ¿encarno yo el Evangelio, aquello que decía Jesús, 'estuve sin techo, ustedes me alojaron; fui un forastero y ustedes me recibieron?'". Barros, reflexionó: "Quien se dice cristiano no puede tener una mirada negativa sobre un migrante. El Evangelio es clarísimo, el Papa es clarísimo, la Iglesia Latinoamericana es clarísima con el tema. Entonces, si yo me digo católico y tengo una actitud de desprecio con los migrantes, mi fe realmente es falsa, no está siendo generosa y amable con aquel que viene a casa. Tenemos que seguir llamando a ser hermanos, a abrazarnos en Dios".
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