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  • "Estoy esperando que se haga justicia, nos cansamos de presentar pruebas"

    » Elterritorio

    Fecha: 09/03/2025 09:10

    Cintia Postel lleva seis meses luchando por volver a ver a sus dos hijas pequeñas. Afirma que su ex, a quien denunció por violencia, inventó denuncias para alejarla de las criaturas. domingo 09 de marzo de 2025 | 2:00hs. Días atrás Cintia contó parte de su calvario en un video en su cuenta de Instagram. Una joven comerciante decidió acudir a los medios para visibilizar el calvario que padece desde hace casi seis meses cuando por disposición de la Justicia de Familia de Garupá sus dos hijas de 6 y 9 años quedaron al cuidado de su ex pareja, un agente de la Policía de Misiones a quien la mujer denunció por violencia física, psicológica y económica. La determinación judicial en perjuicio de Cintia Postel se dio luego de que el uniformado denunciara a la propia joven con quien llevaba 10 años de relación por presuntos maltratos hacia él y sus pequeñas hijas, lo que derivó en una orden de exclusión de hogar para la mujer y una restricción de acercamiento para ambos, cuestión que la joven afirma es todo un invento por parte de su ex para separarla de sus hijas. En medio de ese contexto, sin la posibilidad de poder hablar y tener novedades de las niñas porque su ex no deja que éstas tengan contacto con su entorno, Cintia aguarda como primera medida en el corto plazo acceder a un régimen de comunicación y contacto. Y por sobre todo, que la Justicia la reconozca como víctima y tome en cuenta los testimonios y pruebas que avalan su historia. "Creo que todo se desató en enero del 2024 cuando le pedí por favor que se fuera, porque me hostigaba muchísimo, era todo el tiempo maltrato psicológico. En julio quise hacerle una denuncia porque me rompía cosas del trabajo y cuando me levanté ese día para hacerlo me golpeó en las piernas. Intenté hacer la denuncia y me encerró en casa. Yo tenía grabaciones de eso y él lo borró todo después", inició su relato Cintia durante una entrevista con El Territorio. Luego, recordó otro grave incidente que tuvo con su ex pareja el 1 de agosto cuando este último la fue a hostigar a su trabajo. "Tengo videos de cuando entra a la pizzería donde trabajo y me empieza a insultar, me tira los recipientes de harina y fue cuando entró mi hija y vio todo, y él decía 'mirá, la loca de tu mamá lo que hace'", indicó la denunciante, quien narró que ese día tuvo un ataque de pánico que la obligó a atenderse a un centro médico en donde le inyectaron una dosis de clonazepam que horas más tarde la dejó con mucho sueño. A su vez, dijo que esa noche se quedó con el uniformado en casa de sus suegros y que éste le pidió para tener relaciones, a lo que ella se negó. "Cuando me levanté al otro día estaba sin ropa y con la piel irritada. Le reclamé eso y me dijo que estaba loca, y empezaron de nuevo los reclamos para que él se fuera de la casa". Posteriormente, el 12 de septiembre se repitieron los episodios violentos: "Ese día él me dejó marcas en las piernas, porque me sujetaba. Esto fue chequeado por la médica forense. Le vuelvo a pedir que se vaya y él me amenazaba que me iba a denunciar, que cómo le iba a sacar el papá a mis hijas, que él iba a ir preso y ellas iban a criarse sin papá", indicó Cintia. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Cintia G Postel (@cintia_postel) Denuncia y contradenuncia Siempre desde el relato de Cintia, los episodios violentos tuvieron su pico el 13 de septiembre cuando el hombre se llevó a las pequeñas a la casa de su madre, situación en donde además la denunciante le reclamó al hombre que le devuelva varios objetos que este último se había llevado de la casa y que no habían sido fijados en la división de bienes. "Ese día él me hace una llave donde yo le araño el antebrazo, a modo de defensa, y salgo corriendo por la puerta de atrás. Me voy a lo de sus padres a buscar a mis nenas pero no estaban allí. Luego me voy a la Comisaría Quinta para denunciarlo y cuando llegó estaba él y las niñas. En ese momento vienen y me esposan delante de mis hijas y me dicen que me iban a detener en averiguación de antecedentes", recordó Cintia, quien un par de horas antes había sido denunciada ante la Policía por supuestos hechos de violencia hacía él y sus hijas. Esto la llevó a estar alojada en una dependencia policial un día hasta que recuperó la libertad no sin antes interceder un abogado y su propia madre. "El hizo una denuncia el 13 de septiembre en donde se llevó a mis hijas. Ese día, a las 18, hace una denuncia falsa diciendo que había retirado a las nenas porque yo le amenacé con que iba a matar a las nenas, que si yo le dejaba yo iba a matar a las nenas. Eso lo hizo y después fue a mi casa a dormir todo normal... estaba todo premeditado. Con eso más con lo del sábado en donde dijo que yo le golpeé armó todo. Con eso fue y volvió a denunciar y con todo eso yo era la persona violenta, la persona agresiva. Dijo que yo tomaba medicación psiquiátrica lo cual es mentira, a mí lo único que me diagnosticaron fue ansiedad con sesiones de terapia", se defendió la entrevistada ante las fuertes acusaciones que hizo su expareja. Fue luego de recuperar la libertad que supo que por disposición del Juzgado de Familia de Garupá se le había impuesto la exclusión de hogar, una orden de restricción de acercamiento hacia el padre de sus hijas por seis meses y que la tenencia provisoria de las pequeñas quedaban a cargo del hombre. "Yo me quedé en la calle, estuve dos semanas yendo de un lugar al otro, yendo a Derechos del Niño, a Jefatura, me quedé con lo puesto y así andaba con mi mamá de un lado para otro", añadió Cintia. Desde ese momento, Cintia afirma no tener contacto con las pequeñas y que su ex hace todo lo imposible para manipular a sus hijas para que declaren en su contra. Incluso, afirmó que durante muchos meses su ex intervino sus redes sociales y su WhatsApp para saber sus movimientos. "Él propuso algo con el tema de los horarios y yo los acepté a todo porque lo único que quiero es ver a mis hijas. En enero me pide un papel para que mis hijas viajen a Brasil, yo consulto con mi abogado y me dicen que no porque no se sabe cómo están las nenas. Para él ellas son armas de guerra, las necesita para seguir haciéndome daño". "Yo estoy esperando que se haga justicia, porque pruebas sobran, videos, testigos, mis abogados se cansaron de presentar todo eso. Estamos en un laberinto, pero alguien tiene que darse cuenta que todo esto está mal, que yo hoy esté negociando con esta persona es una locura. Me parece lo más humillante y una gran falta de respeto para cualquier mujer porque ahora de esto yo que creo que ninguna mujer va querer hacer una denuncia y menos si su expareja es un policía. Yo lo hago lo más público que puedo pero yo no salgo de mi casa, yo tengo miedo", aseguró la entrevistada quien radicó denuncias ante el Juzgado de Familia de Garupá y ante el Juzgado de Instrucción Tres de Posadas por violencia de género, amenazas, e impedimento de contacto. En cifras 10 Son los años de relación que llevaban la denunciante y el efectivo policial. Ambos vivían en una casa ubicada detrás del cuartel de Bomberos de Garupá

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