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  • Sobre el atraso o adelanto cambiario

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 09/03/2025 05:02

    Javier Milei y Luis Caputo Después de haber compartido una charla con un importante economista y amigo sobre el llamado atraso cambiario, quiero hacer unas reflexiones que tal vez enriquezcan el debate. Una corriente de economistas profesionales pone al tipo de cambio como la variable principal de todo el diseño de política económica. Ya cuando se creó el Banco Central argentino, un experto británico asesoró que su finalidad fuera mantener el tipo de cambio, pero las autoridades argentinas no estuvieron de acuerdo y pusieron como misión del banco mantener la estabilidad de los precios. Ahora parece que estamos en la misma discusión. El gobierno y el Banco Central privilegian, creo que con razón, la estabilidad de los precios y la consecuente baja de la inflación. La escuela de los cambistas realiza un cálculo sencillo: si los costos y los niveles de rentabilidad empresarial en Argentina son más altos que en otros países, se debe ajustar el tipo de cambio para equilibrarlos. Me parece que este mecanismo o idea tiene algunos problemas. El primero es que lo que hay que hacer depende del contexto. Si uno compara dos economías estables y competitivas, es decir, razonables, la cuentita podría estar bien. Pero si una de las dos economías, como la Argentina, está saliendo de un caos hiperinflacionario, como pasó en Europa en la posguerra, lo que hay que hacer no es mirar los costos propios del caos para hacer cálculos de competitividad o productividad, sino que hay que terminar con la inflación, atacando sus causas, como está haciendo el gobierno. La inflación distorsiona todos los precios. Una vez lograda la estabilización sí se pueden empezar a hacer cálculos de costos y competitividad. Si sólo fabricamos trajes enormes, no vamos a ser competitivos con los que hacen trajes elegantes aunque nos aumenten arbitrariamente el tipo de cambio. Una segunda discusión académica se da sobre el contenido del concepto de estabilización. Para los cambistas, habrá estabilización cuando el tipo de cambio real sea estable. Para otros, como el gobierno nacional, habrá estabilización cuando haya solvencia fiscal de largo plazo y no déficit fiscal y cuando haya estabilidad monetaria y de precios. Los cambistas dicen que hay que subir (aunque sea artificialmente) el tipo de cambio y que ese valor se mantenga luego estable. ¿Cómo lograr eso? Vamos a la tercer discusión académica. Cuando se habla de tipo de cambio, se habla del precio de la moneda de un país, medido en el valor de la moneda de otro país. Se habla del valor del peso medido en dólares o -como hace la gente en medio de la inflación- del valor del dólar medido en pesos. Con inflación, la emisión exagerada de pesos le quita valor al peso y la gente considera que sube el dólar, como el precio de todas las demás cosas. Las monedas -ya lo enseñaba Marx- son como cualquier mercadería y su valor o precio depende de la cantidad que se demande, comparada con la cantidad que se ofrezca. Entonces, un funcionario puede poner un precio alto al dólar (quitándole valor al peso), pero después de eso el valor del peso dependerá de lo que lo demanden. No se llega a la estabilidad del valor del peso por decisión de un funcionario, sino por la cantidad de pesos que se demanden. Y la demanda de pesos dependerá de que el Banco Central no imprima pesos para financiar el déficit estatal y que tampoco los imprima si no hay demanda real de ellos. Primero la estabilidad fiscal y monetaria y después habrá demanda de pesos y estabilidad de los tipos de cambio. Para aumentar la productividad de la economía argentina y la competitividad internacional de su producción, es necesario terminar con el caos inflacionario y eso se consigue cuando se establecen tres reglas creíbles: solvencia fiscal para que el gobierno no genere inflación; prudencia monetaria, para que no se emitan billetes sin demanda real de ellos por la población y una política de cambios producto de demandas normales y no distorsionadas de pesos y dólares. Esperamos este último dato, seguramente cuando se acuerde un apoyo del FMI.

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