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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/03/2025 02:41
Desde los inicios de su disputa, Wanda y la China compitieron por una particular razón: su fanatismo por Hello Kitty En medio del escándalo mediático que enfrenta a Wanda Nara y la China Suárez, un nuevo elemento se sumó a la rivalidad entre ambas: su fanatismo por Hello Kitty. Lo que podría parecer un simple gusto compartido por la icónica gatita blanca se convirtió en un nuevo motivo de disputa, alimentando aún más la tensión entre las dos figuras de la farándula argentina. Ambas mostraron en diversas ocasiones su amor por el personaje japonés, luciendo accesorios, prendas y hasta peluches, lo que desató especulaciones, teorías y versiones cruzadas sobre quién es la “verdadera” fanática. Desde batas de baño hasta valijas, pasando por manicuras temáticas y decoraciones en cumpleaños de sus hijas, Hello Kitty se transformó en un símbolo del Wandagate. Lo que comenzó como un detalle aparentemente inofensivo ahora es interpretado por los seguidores de ambas como una forma más de marcar territorio, reforzando una competencia que parece no tener fin. En el terreno virtual, las redes sociales se convirtieron en el ring donde las dos mediáticas se disputan la autenticidad de su admiración por el personaje, generando un sinfín de reacciones y comentarios entre sus fanáticos. Pero más allá de esta inesperada disputa, es un fenómeno que trasciende generaciones y fronteras. Su historia comenzó en 1974, cuando la diseñadora japonesa Yuko Shimizu la creó para la empresa Sanrio. Su primera aparición fue en un monedero de vinilo, llamado Le Petit Purse, en el que la gatita blanca con un lazo rojo aparecía junto a una botella de leche y un pez dorado. Este diseño se inspiró en el gato de A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, la secuela de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. Con su clásico diseño, Hello Kitty logró atrapar la atención tanto de pequeños como de adultos (Sanrio) El éxito del monedero fue inmediato y marcó el inicio de una industria multimillonaria. Con el tiempo, dejó de ser solo un personaje que adoraban los más pequeños y se convirtió en un fenómeno cultural global. Su imagen comenzó a aparecer en una infinidad de productos, desde peluches, mochilas y útiles escolares hasta objetos más inusuales como electrodomésticos, autos, televisores e incluso un tren bala en Japón. Además, su diseño captó rápidamente a las audiencias de diferentes edades y nacionalidades. A diferencia de otros personajes infantiles, Hello Kitty no tiene boca, una decisión de diseño que ha generado múltiples interpretaciones. Según Sanrio, esto simboliza que las emociones pueden expresarse sin palabras, permitiendo que cada persona proyecte su propio estado de ánimo en ella. Además, la compañía japonesa ha revelado otros detalles sobre su anatomía: el tamaño de su cabeza es proporcional al resto de su cuerpo y su grupo sanguíneo es el A, un rasgo característico en la cultura japonesa, donde se cree que el tipo de sangre influye en la personalidad. Aunque su origen es japonés, es oficialmente británica. Cuando fue creada en los años 70, la cultura británica estaba en auge en Japón y Sanrio decidió darle esa identidad. Según su biografía oficial, su nombre real es Kitty White, nació el 1° de noviembre en los suburbios de Londres y vive con sus padres, George y Mary, y su hermana gemela Mimmy, quien se diferencia por usar un lazo amarillo en lugar del rojo. Desde peluches, bolsos, tazas y hasta útiles escolares, Hello Kitty abarcó el mercado global (Foto AP/Shuji Kajiyama) El personaje japonés no solo atrajo a los más jóvenes, sino también a adultos e incluso a celebridades (EFE/EPA/Neil Hall) A lo largo de los años, Hello Kitty ha crecido junto a su público. Ha pasado de ser un personaje infantil a un ícono de la moda y el diseño, con colaboraciones con marcas de lujo como Balenciaga, Levi’s y Swarovski. Su influencia es tal que celebridades como Lady Gaga, Paris Hilton y Avril Lavigne la adoptaron como parte de su estilo. Además, su universo se expandió con personajes como My Melody, Kuromi y Pompompurin, que también se han convertido en íconos de la cultura kawaii, que abarca un estilo de vida que celebra lo adorable, lo dulce y lo entrañable en todas sus formas, que tuvo su origen en la década de los 70. En Japón, el personaje no solo es un símbolo de la ternura, sino también un emblema nacional. Existen cafés temáticos, parques de diversiones como Sanrio Puroland y hasta aerolíneas que han decorado sus aviones con su imagen. En Tokio, el Museo Nacional ha albergado exposiciones que muestran cómo Hello Kitty ha influido en el arte y la sociedad a lo largo de más de cinco décadas desde su creación. La pasión por el personaje se trasladó hasta a objetos de gran tamaño como aviones (Reuters) El fanatismo de Hello Kitty se trasladó a Wanda Nara y la China Súarez, quienes demostraron su pasión por ella (Instagram) A nivel global, la gatita sigue reinventándose. En 2014, Sanrio sorprendió al mundo al anunciar que Hello Kitty no es un gato, sino una niña. “Ella es un personaje de dibujos animados. Es una niña pequeña, una amiga. Pero no un gato. Nunca ha sido presentada a cuatro patas. Ella camina y se sienta como una criatura de dos patas. Además, tiene su propio gato como mascota que se llama Charmmy Kitty”, explicó la antropóloga Christine Yano, quien investigó el impacto cultural del personaje. Esta revelación causó revuelo, pero no afectó su popularidad entre grandes y chicos, quienes continúan siguiendo cada novedad que surge en el mercado. En Argentina, más allá de su impacto comercial y cultural, se convirtió en un símbolo inesperado de la rivalidad entre Wanda y la China. Ambas han demostrado su fanatismo por la gatita blanca en redes sociales, con publicaciones donde muestran su colección de accesorios y prendas que van más allá de los reflectores. Lo curioso es que, en el contexto del Wandagate, cada aparición de Hello Kitty en sus publicaciones es vista por sus seguidores como un mensaje indirecto a la otra. En ese marco, comenzaron a teorizar que cada nueva publicación con la pequeña felina era una indirecta disfrazada de simple fanatismo que muestran a partir de diferentes objetos, en especial Nara con su icónica bata rosada que conserva desde los nacimientos de sus dos hijas. Desde batas a lonas de playa, algunos de los objetos con los que las mediáticas demostraron su fanatismo (Instagram) En medio de la tensa batalla, la empresaria y la actriz sumaron a Hello Kitty como símbolo (Instagram) La tensión llegó a tal punto que algunos usuarios señalaron que cada vez que una de ellas compartía una imagen con el personaje, la otra respondía con otra publicación similar, alimentando aún más las especulaciones sobre una supuesta guerra silenciosa. En paralelo, el debate sobre quién es la “verdadera fanática” escaló hasta convertirse en un nuevo capítulo de esta interminable competencia que comenzó a finales de 2021, cuando la exintegrante de Casi Ángeles y el entonces marido de la empresaria y padre de sus hijas, Mauro Icardi, se encontraron en hotel ubicado en París, Francia, dándole lugar a la mediática historia a la que continúan sumándole capítulos. Desde ese entonces, los usuarios comparan sus publicaciones, analizan cada objeto con la imagen de la gatita y sacan conclusiones sobre si se trata de una simple coincidencia o de una provocación. Más allá de la polémica, lo cierto es que Hello Kitty sigue siendo un fenómeno global, con un impacto que va más allá de cualquier disputa personal. Desde el país del Sol Naciente hasta lugares remotos del mundo, sigue siendo un ícono de la infancia, la moda y la cultura pop. Sin embargo, en Argentina, su imagen ha adquirido un nuevo significado: se ha convertido en el inesperado símbolo de una de las rivalidades más mediáticas del espectáculo.
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