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Parana » 2 Florines
Fecha: 08/03/2025 13:25
Por Dra. Florencia Urteaga Omar / Directora de Promoción de la Ciencia y la Tecnología, Ministerio de Desarrollo Económico, Gobierno de Entre Ríos. En Entre Ríos, las mujeres han sido y son protagonistas silenciosas, pero fundamentales, del desarrollo científico y tecnológico. Están en las aulas, en los laboratorios, en las oficinas de gestión y en los espacios donde el conocimiento se convierte en soluciones reales. Su aporte es clave para construir una provincia que apuesta a la innovación como motor de desarrollo. Las universidades, que son el corazón de nuestro sistema científico y tecnológico, reflejan esta realidad con mucha claridad. En 2024, un relevamiento mostró que el 58% de quienes estudian en universidades entrerrianas son mujeres. Pero este dato no es solo una cifra: es la prueba de cómo cada vez más mujeres eligen la formación universitaria como un camino para crecer, para transformar sus comunidades y para aportar respuestas concretas a los desafíos sociales, productivos y ambientales de la provincia. Es cierto que las carreras relacionadas con la salud, la educación y las ciencias sociales siguen siendo las más elegidas por las estudiantes. Pero hay un dato que merece ser celebrado: en los últimos años creció de forma sostenida la presencia femenina en áreas que históricamente estuvieron marcadas como “masculinas”, como la tecnología, las ingenierías y las ciencias exactas. Esa diversidad es una gran noticia para todos, porque cuando la ciencia incorpora más miradas, se vuelve más rica, más creativa y más representativa. Pero el rol de las mujeres en la universidad no se queda solo en las aulas. También son mayoría entre quienes forman y acompañan a las nuevas generaciones. En 2022, el 54% de las docentes en universidades de Entre Ríos eran mujeres. Y si miramos el nivel preuniversitario, ese número sube al 56%. Incluso entre el personal no docente, las mujeres representan el 51%. Estos números muestran algo muy claro: las mujeres son quienes sostienen, día a día, el funcionamiento de las universidades. En el mundo de la investigación, su aporte es igual de importante. Son parte de equipos interdisciplinarios, lideran proyectos y aportan su mirada en espacios clave de transferencia tecnológica. Desde investigaciones sobre salud pública y cambio climático, hasta desarrollos tecnológicos para el sector productivo, las investigadoras entrerrianas están pensando y creando las soluciones que la provincia necesita. Muchas de ellas trabajan con dedicación exclusiva, lo que significa que dedican la mayor parte de su tiempo a investigar, producir conocimiento y formar a las nuevas generaciones de investigadoras e investigadores. Además, se convierten en referentes para cientos de estudiantes que encuentran en ellas modelos a seguir, ejemplos de que es posible construir un camino profesional en la ciencia. Esta mayor presencia de mujeres también empieza a notarse en los espacios donde se toman decisiones. Cada vez son más las que ocupan cargos de decanas, directoras de institutos y coordinadoras de programas estratégicos. Su participación no solo amplía las voces que definen el rumbo de la ciencia, sino que aporta una mirada más inclusiva y comprometida con las realidades locales. Visibilizar y reconocer todo este trabajo no es solo una cuestión de equidad de género. Es, además, una estrategia clave para inspirar a las nuevas generaciones. Saber que hay mujeres liderando investigaciones, diseñando políticas científicas o creando tecnología con impacto directo en sus comunidades les permite a las chicas, y a los chicos también, imaginarse en esos lugares. Porque lo que se ve, se sueña. Las mujeres son y seguirán siendo protagonistas del presente y el futuro de la ciencia y la tecnología en Entre Ríos. Su talento, su perspectiva y su compromiso son esenciales para construir una provincia donde el conocimiento y la innovación nos lleven hacia un desarrollo más justo y sustentable. Porque en este camino, el aporte de las mujeres no es solo importante: es imprescindible.
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