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Victoria » Diario Victoria
Fecha: 08/03/2025 00:13
Los primeros días de marzo fueron una prueba de fuego para el sistema eléctrico en toda Argentina. Temperaturas récord, sensaciones térmicas insoportables y un consumo energético elevado pusieron a prueba la capacidad de respuesta de cada provincia. Mientras en Buenos Aires miles de usuarios sufrían cortes de luz prolongados, con ascensores detenidos, semáforos apagados y un transporte público colapsado, en Entre Ríos la realidad fue muy distinta: el servicio eléctrico está respondiendo con solvencia y permitió que la población atravesará el calor extremo sin mayores sobresaltos. Un sistema preparado para la exigencia La clave de esta estabilidad en la provincia radica en la gestión y planificación llevada adelante por Enersa (Energía de Entre Ríos S.A.), la principal distribuidora eléctrica de la provincia, que abastece a más de 400.000 hogares. Gracias a fuertes inversiones en infraestructura, el sistema soportó con eficacia el aumento exponencial en el consumo de electricidad debido a la ola de calor. En junio de 2024, Enersa inauguró la Estación Transformadora de 500 kV «Gran Paraná», que amplió la capacidad de transporte y distribución de energía en toda la región. A esto se sumó la apertura de la Estación Transformadora La Paz de 132 kV en febrero, con una capacidad de 30 MVA, lo que permitió duplicar la oferta de potencia en la zona noroeste de la provincia. Mientras Buenos Aires enfrentaba sensaciones térmicas de hasta 47 grados con miles de usuarios sin luz, Entre Ríos logró mantener el servicio con estabilidad, minimizando cortes y asegurando el funcionamiento de servicios esenciales. Un aumento que se pagará sin tantas quejas Por estos días, los entrerrianos están recibiendo las boletas de luz con un incremento del 20%. Un aumento que, en otro contexto, habría generado rechazos y reclamos. Sin embargo, después de la experiencia de los últimos días, muchos usuarios lo ven como un precio razonable por contar con un sistema confiable. El contraste con Buenos Aires es inevitable: allí, los cortes de luz no solo provocaron pérdidas económicas, sino que afectaron la calidad de vida de millones de personas. Ascensores bloqueados, semáforos apagados y transporte público paralizado fueron solo algunos de los problemas que enfrentó la Capital Federal. En este escenario, los entrerrianos pueden sentirse afortunados: pagarán con aumento, pero tuvieron el servicio que necesitaban cuando más lo demandaban. La diferencia no es menor cuando el termómetro no da tregua y cada ventilador, aire acondicionado o heladera funcionando representa un alivio en medio de temperaturas extremas. Un servicio que respondió a la altura Si bien el Ente Provincial Regulador de la Energía de Entre Ríos (EPRE) supervisa y regula el servicio, la clave de la estabilidad del sistema está en la planificación y el mantenimiento de Enersa. Su infraestructura robusta, con múltiples subestaciones y una red de distribución fortalecida, permitió enfrentar la demanda sin grandes complicaciones. Mientras en Buenos Aires, las distribuidoras Edenor y Edesur colapsaban bajo la presión del calor extremo y los cortes se extendían por días, en Entre Ríos el sistema mostró su fortaleza. El verano fue una prueba de fuego y Enersa, la pasó con éxito, se la banco al igual que la Cooperativa Eléctrica Concordia. En tiempos donde el servicio eléctrico es esencial, tener luz cuando más se necesita vale más que cualquier tarifa.
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