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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/03/2025 14:55
En 2024, la tasa de accidentes totales fue de 1,13 por cada millón de vuelos, lo que representa una leve mejora frente al promedio de los últimos cinco años (Foto: Shutterstock) La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) presentó su Informe Anual de Seguridad 2024, donde se destaca una leve mejora en la seguridad aérea a pesar del aumento en la tasa de accidentes. En total, se registraron 46 accidentes en 40,6 millones de vuelos, de los cuales siete fueron fatales, un aumento en comparación con el único accidente mortal de 2023. Si bien la aviación continúa su tendencia de mejora, el informe señala que los riesgos asociados a zonas de conflicto y las interferencias en los sistemas de navegación siguen siendo desafíos urgentes que deben abordar tanto las autoridades como las aerolíneas. El director general de la IATA, Willie Walsh, destacó que, pese a los recientes incidentes, la aviación sigue siendo segura. “Hubo 40,6 millones de vuelos y solo siete accidentes fatales. La historia de la seguridad aérea es una de mejora continua”, afirmó. Sin embargo, alertó sobre el aumento de incidentes en zonas de conflicto, como los derribos de aeronaves en Kazajistán y Sudán. Según la IATA, estos hechos refuerzan la necesidad de fortalecer la iniciativa Cielos Más Seguros, que busca mejorar la protección del espacio aéreo en áreas de alto riesgo. Más accidentes y mayor número de víctimas En 2024, la tasa de accidentes totales fue de 1,13 por cada millón de vuelos, lo que representa una leve mejora frente al promedio de los últimos cinco años (1,25), pero un retroceso respecto del 1,09 registrado en 2023. Además, la cantidad de muertes a bordo ascendió a 244, más del triple de las 72 reportadas el año anterior y por encima del promedio de cinco años (144). El riesgo de fatalidad, que mide la probabilidad de que una persona a bordo fallezca en un accidente, se mantuvo en 0,06, por debajo del promedio de cinco años (0,10), aunque duplicando el índice de 2023 (0,03). “Cada vida perdida es una de más. Nuestro compromiso es seguir reduciendo estos números”, señaló Walsh. Factores de riesgo y medidas de seguridad El informe identificó que los accidentes más comunes fueron impactos de cola y salidas de pista, lo que subraya la importancia de reforzar los procedimientos de aterrizaje y despegue. Por otro lado, no se reportaron accidentes por impacto contra el suelo sin pérdida de control (CFIT), una de las categorías más peligrosas en la aviación. Además, la IATA destacó el rol de su Auditoría de Seguridad Operacional (IOSA), que certifica aerolíneas con estándares más estrictos. Según el informe, las compañías registradas en IOSA tuvieron una tasa de 0,92 accidentes por millón de vuelos, frente a 1,70 de aquellas no certificadas, lo que confirma su efectividad. Zonas de conflicto e interferencias en la navegación Los incidentes relacionados con zonas de conflicto no se incluyen en las estadísticas oficiales de accidentes, pero la IATA advirtió que representan un riesgo creciente para la seguridad aérea. En diciembre de 2024, un avión de Azerbaijan Airlines fue derribado, lo que evidencia la vulnerabilidad de las aeronaves en ciertas regiones. “Ninguna aeronave civil debería ser blanco, deliberado o accidental, de operaciones militares”, sostuvo Walsh, e instó a los gobiernos a mejorar la cooperación internacional. Otra preocupación creciente es el aumento de interferencias en los sistemas de navegación por satélite (GNSS). En 2024, los incidentes de este tipo se incrementaron un 175%, mientras que los casos de suplantación de GPS aumentaron un 500%. Turquía, Irak y Egipto fueron los países con más reportes. “Es fundamental que los gobiernos adopten medidas para detener esta práctica y garantizar la seguridad aérea”, advirtió la IATA. El informe identificó que los accidentes más comunes fueron impactos de cola y salidas de pista, lo que subraya la importancia de reforzar los procedimientos de aterrizaje y despegue (Imagen: Shutterstock) Desempeño regional: América Latina empeora sus cifras Por regiones, el norte de América mostró una mejora en la seguridad con una tasa de accidentes de 1,20 por millón de vuelos, inferior al 1,53 de 2023. No se reportaron muertes en esta región desde 2020. En contraste, África registró la tasa de accidentes más alta, con 10,59 por millón de vuelos, aunque sin víctimas fatales. En América Latina y el Caribe, la situación se deterioró. La tasa de accidentes pasó de 0,73 en 2023 a 1,77 en 2024, y el riesgo de mortalidad subió de 0,00 a 0,35, lo que refleja un incremento en la gravedad de los incidentes. Los impactos de cola fueron el tipo de accidente más frecuente en la región. La necesidad de mejorar la investigación de accidentes Uno de los puntos más críticos del informe fue la baja tasa de publicación de informes de accidentes. Entre 2018 y 2023, sólo el 57% de los accidentes fueron investigados y documentados, incumpliendo lo establecido en la Convención de Chicago. África mostró el peor desempeño con apenas un 20% de informes completados, mientras que en América Latina el porcentaje fue del 57%. “La investigación de accidentes es clave para mejorar la seguridad aérea. Ocultar o retrasar estos informes es inaceptable”, remarcó Walsh, quien pidió más cooperación global para apoyar a los países con menor capacidad técnica en este ámbito.
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