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» Comercio y Justicia
Fecha: 06/03/2025 13:58
El acusado, Néstor Soto, enfrentará cargos por homicidio calificado. Su defensa rechaza la acusación La Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de Córdoba informó que este jueves, a las 9 horas, dará inicio el juicio por la muerte de Catalina Gutiérrez. La decisión se tomó luego de que un informe médico confirmara que el acusado, Néstor Alejandro Aguilar Soto, está en condiciones de asistir a las audiencias en Tribunales II. Soto enfrenta cargos por homicidio calificado por alevosía y homicidio calificado mediando violencia de género, en concurso ideal. La semana pasada, había sido internado en un centro psico-asistencial para su estabilización. El tribunal estará compuesto por los jueces Horacio Augusto Carranza (presidente), Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi, junto con jurados populares. La acusación será llevada adelante por el fiscal de cámara Marcelo Sicardi. Por su parte, la defensa del imputado estará a cargo de la abogada Ángela Milena Burgos Niño. Los padres de la víctima, Eleonora María Wollenweider y Jorge Marcelo Gutiérrez, participarán del juicio como querellantes particulares, con el patrocinio legal de los abogados Santiago Capdevila y Carlos Hairabedian. El crimen y la reconstrucción del caso Según la investigación, el 17 de julio de 2024, Catalina Gutiérrez pasó por la casa de Soto en su Renault Clio para ir juntos a una reunión con amigos. Sin embargo, nunca llegaron. De acuerdo con la requisitoria fiscal, dentro del domicilio, Soto la golpeó hasta dejarla inconsciente y luego la estranguló con un lazo. Tras asesinarla, colocó su cuerpo en el Renault Clio y lo llevó hasta el barrio Ampliación Kennedy, donde intentó incendiar el vehículo para eliminar pruebas. Sin embargo, el fuego no logró consumir por completo el automóvil ni el cuerpo de la víctima. Las cámaras de seguridad captaron a Soto sacando el cuerpo de Catalina de su casa, y fue su hermana quien, mediante un sistema de geolocalización, logró rastrear el celular de la joven y dar con el vehículo donde yacía sin vida. Soto, quien había llegado a Córdoba para estudiar arquitectura, tenía una relación de amistad con Catalina y su círculo cercano. Según testimonios de amigas de la víctima, el acusado sentía celos porque ella estaba en pareja. En su declaración ante la Policía, Soto aseguró que Gutiérrez era “el amor de su vida”. Las pericias psicológicas y psiquiátricas concluyeron que el acusado “actuó sabiendo perfectamente lo que hacía“. En su vivienda, además, se encontró un anillo de Catalina, que habría perdido mientras intentaba defenderse. La versión de la defensa La abogada de Soto negó que su defendido sea “un psicópata, un abusador, un monstruo, un violento, un obsesivo, un sádico o un mitómano”, y rechazó la hipótesis de que se trató de un femicidio. También desestimó la versión de que Soto estaba obsesionado con la víctima y calificó la acusación de “etiquetarlo como un celoso enamorado que planeó el homicidio” como “imposible”.
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